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Lubieszow (1693)
El noble Carlos Dolski no se conformó con la fundación de Dabrowica, sino que quiso hacer otra más en sus territorios, y pensó en Lubieszow (hoy Lyubeshiv, en Ucrania), ciudad que en su honor cambió su nombre por Neodolscum, y así figura a veces en nuestros archivos.
Según el documento de fundación, de 1693, “Se asigna una suma para la Antigua y la Nueva Dolscum la suma de 30.000 F, al 7% anual. Además se edificará el colegio, con biblioteca, material para cocina, comedor y demás, y un huerto para cultivar hortalizas y árboles frutales; un prado del que se puedan cosechar unos 40 carros de heno, que hará segar y apilar la Corte”.
Sin embargo en 1697 se dice que el capital fundacional es de 90.000 florines, que debían ser suficientes para mantener la comunidad y el noviciado. A cambio los religiosos tenían que celebrar dos misas diarias por los fundadores, más otra importante carga de misas semanales por otras personas de su familia y entorno.
En 1697 se describe la casa de la siguiente manera: “La casa es de madera. Tiene un pasillo de ladrillo que mide 56 codos de largo y 5 de ancho. Tiene 8 habitaciones a cada lado. En la parte opuesta a este corredor está la bodega, el comedor, la cocina, y después de la cocina, la despensa. Hay un pequeño huerto a una y otra parte del edificio, bajo las ventanas nuevas, con plantas y hortalizas. Se construye al lado de oriente una casa de madera para noviciado, con una habitación para el maestro de novicios”. Recordemos que la casa había sido señalada como sede del noviciado de la Viceprovincia de Lituania en 1696. “La iglesia es de madera, está rodeada por fuera, y aún no está consagrada. Tiene 5 altares, tres de ellos dorados y dos pintados de color blanco. Hay un órgano con su coro. Hay un cementerio rodeado de una valla de madera, en el cual hay un campanario también de madera, con dos campanas, una mayor y otra menor”.
En 1696 la comunidad, recién fundada, constaba de los siguientes religiosos:
P. Casimiro de la Anunciación de la B.V.M., Superior
P. Jacinto de la Natividad de la V.M., confesor de los nuestros
P. Mateo de S. Pantaleón, confesor de los nuestros
H. Efrén de S. Casimiro, operario
Como puede verse, todavía no había empezado el ejercicio escolar.
