Joaquín De la Peña de Santa Ana
Procedencia
Demarcación Castilla
Cualidades
Siervo de Dios.
Fechas
Cilleruelo de Bezana (Burgos) 2-4-1743, Getafe 9-4-1772
Biografía
Nace en familia pobre y muy cristiana. En sus primeros años no sabe leer pues no hay en el pueblo primeras letras. A los diez años obtiene permiso de sus padres para trasladarse al Valle de Mena y asistir a la escuela. Vuelto al pueblo se entrega a las faenas rudas de la labranza y como buen cristiano, junta con su actividad el espíritu de retiro, de abstracción, de silencio y de contemplación. Para aumentar su escasísima instrucción y para mejor atender a su bien espiritual y al de su prójimo se dirige al colegio de Villacarriedo, donde pronto deja admirados a sus vecinos por su candor, modestia y frecuencia de sacramentos. Admitido a nuestra Orden para Hermano Operario, vistió el hábito el día 6-9-1767 a los 24 años de edad. Permanece en Villacarriedo los dos años de primer noviciado, siguiendo el camino de la perfección religiosa, sin entibiarse en su fervor y sin que el cuidado y ocupaciones de la cocina le sirviesen de impedimento en su continua oración y trato con Dios. Pasa a la Casa-Noviciado de San Fernando de Madrid a empezar su segundo noviciado el 11-7-1769, donde tiene de maestro de novicios al Rector que le había recibido en Villacarriedo, P. Alejo Ruiz, que años después escribiría su biografía. En este espacio de tiempo —nos dice su biógrafo— su perfección era verdaderamente maciza, su modestia ejemplarísima, su inocencia angelical. Hace su profesión solemne el 16-7-1771 e inmediatamente disponen los superiores su traslado al colegio de Getafe. Allí es destinado a la huerta y a la cocina. Aunque oculto, sus virtudes trascienden muy pronto y los vecinos y demás seglares del pueblo, desde que empezaron a observar su modestia en palabras y acciones, le llamaron «el Santo». Grandes son los prodigios que muchos de sus hermanos declaran con juramento haber presenciado durante su estancia en el colegio de Getafe. A consecuencia de sus vigilias, ayunos, maceraciones y excesivo trabajo, fue perdiendo visiblemente las fuerzas a pesar de haber tenido siempre una salud robusta. La enfermedad que le produjo la muerte fue una fiebre maligna, contraída en la asistencia a otro enfermo a cuyo cuidado se consagró con el ardor y generosidad que él ponía en sus deberes.
Bibliografía
- R 2-II, 424
- Ruiz, A., Vida del V.H. Joaquín de Santa Ana. 1775
- LLA-IV, 5
- PER 83.
Redactor(es)
- Vicente Hidalgo, en 1983, artículo original del DENES II