General35/La situación en Europa Central

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La situación política en Italia. Fascismo y II Guerra Mundial (1930-1945)
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La vida de la Orden durante este periodo
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La situación en Europa Central

La II Guerra Mundial afectó también de lleno a los países de Europa Central con presencia escolapia. A causa de la interrupción de las comunicaciones, llegaban pocas noticias, pero las que llegaban a Roma no eran nada tranquilizadoras.

Bohemia

Como consecuencia de la anexión de parte de Checoslovaquia por Alemania en 1938, el colegio de Nikolsburg, el único que funcionaba en la provincia de Bohemia, por su condición de Seminario Lauretano, pasa a la provincia de Austria, que hasta el final de la guerra recibe el nombre de Provincia de Germania. El P. Cirilo Zampach, Provincial de Bohemia, manifiesta antes de la guerra su inquietud al P. General[Notas 1]. Están en peligro de perder los colegios. Dentro de unos años tendrán algunos sacerdotes jóvenes, pero ¿qué harán si no tenemos colegios? Hay que defender al menos uno. Se van a cumplir 300 años de la provincia. ¿Qué haremos, si no podemos enseñar?

Hungría

Hungría, aliada a Alemania, no sufre mucho durante la primera fase de la II Guerra Mundial. Es más, en agosto de 1940 en el Castillo del Belvedere de Viena se firma la sentencia arbitral de Germania (Ministro de Exteriores Joachim von Ribbentrop) y de Italia (Conde Galeazzo Ciano) por la cuestión de los territorios pasados de Rumania a Hungría. Hungría recupera buena parte de los terrenos perdidos tras la I Guerra Mundial. Tres colegios de Rumania, en Transilvania, vuelven a Hungría, y el de Levice en Eslovaquia. Recupera también la parte de Yugoslavia que había perdido, y funda un nuevo colegio en Subotica. Pero las cosas cambiaron cuando el ejército ruso, tras la batalla de Stalingrado, comenzó el contrataque. Viendo la falta de motivación del ejército húngaro, duramente castigado en Rusia, en marzo de 1944 Hitler ordenó a las tropas alemanas ocupar Hungría, sin resistencia alguna. Como consecuencia de ello, el ejército aliado comenzó a bombardear Hungría. Las tropas rusas entraron en Hungría el 22 de septiembre de 1944. Un debilitado ejército húngaro reconstruido intentó, sin fruto, frenar su avance. El 13 de febrero se rindieron las tropas alemanas y húngaras de Budapest. Hungría volvió a las fronteras de 1920.

El P. Zimanyi, Provincial de Hungría, cuenta al P. General cómo van las cosas en su país en una carta de fecha 9 de febrero de 1946[Notas 2]:

“Por lo demás, durante los dos últimos años, como dice el Apóstol, ‘no tuvo sosiego nuestra carne, antes bien, nos vimos atribulados en todo: por fuera, luchas; por dentro, temores’[Notas 3]. Como en el tiempo de las invasiones de los Tártaros y de los Turcos, también ahora toda Hungría, y en primer lugar la ciudad de Budapest, ha sido inhumanamente devastada y destruida, y de igual modo nuestra provincia escolapia se encuentra en la mayor miseria” … “Nos enseña S. Agustín: la Iglesia avanza entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios. Y así, despojados de nuestros bienes y ahora verdaderos Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, con la ayuda de Dios nos esforzaremos por conseguir un mayor incremento de la piedad, y trabajaremos más y más en la Viña Calasancia, para no desesperar y perder nuestra poca fe. Más aún, a ejemplo del Apóstol, si conviene gloriarse, nos gloriaremos en nuestras debilidades, en nuestra vida cotidiana reducido a una mayor modestia y simplicidad, poniendo nuestra firme esperanza en el auxilio de Dios Omnipotente, y en el patrocinio de la Madre de Dios, Reina de las Escuelas Pías, y en Nuestro Santo Fundador”.

El P. Del Buono sufre por la suerte de los escolapios húngaros. Escribe en su diario el 13 de febrero de 1945:

“Los boletines de guerra informan sobre la liberación de Budapest.

Un corresponsal de guerra de Pravda pinta un cuadro espantoso de las condiciones de la espléndida capital húngara: “Budapest, una de las más hermosas ciudades de Europa, es ahora un montón silencioso de ruinas. Sus calles y avenidas, cuyos árboles han sido abatidos por el enemigo para hacer barricadas, están cubiertas de cenizas y desiertas. No hay electricidad ni agua. Las ventanas de las casas tienen los marcos arrancados y los cristales destrozados. Los puentes sobre el Danubio han sido destruidos…”

Pensamos con gran compasión en nuestros hermanos de Budapest y rezamos por ellos. Con el cese de toda resistencia en Budapest, llegada la noche del 12 al 13 de febrero, toda Hungría está ya a merced de los soviéticos”.

Una docena de Padres habían huido al Oeste (y darían lugar al nacimiento de la Provincia de Estados Unidos)[Notas 4]; alguno estaba prisionero en el Este; habían muerto varios padres y otros estaban enfermos. Hungría volvía a vivir la pesadilla de la posguerra de 1918, y las cosas no iban a mejorar en los años sucesivos, pero esta historia pertenece ya al generalato del P. Vicente Tomek, húngaro.

Polonia

Polonia es el primer país en sufrir las consecuencias de la II Guerra Mundial, sin esperarlo. Menos de dos meses antes de la invasión alemana, el P. Provincial Jerónimo Stusinski escribe desde Cracovia al P. General una carta presentando la situación de la Provincia polaca[Notas 5]:

“Nuestra Provincia polaca, como yo vi cuando estuve en Roma en San Pantaleo, y por todas las cartas dirigidas por el R.P. General a los superiores de esta Provincia, está muy arraigada en la mente y el corazón de Vuestra Paternidad. Y no es de extrañar, pues hay muchas razones para que esta provincia antaño tan floreciente y hoy día resurgente, vuelva a tener nuevo esplendor. Entendemos que para que vuelva a adquirir un esplendor mayor es necesario que haya firmes fundamentos sobre los cuales se pueda edificar sin temor un gran edificio. Sin embargo, estos fundamentos – con dolor debemos decirlo – no fueron puestos por los superiores anteriores más recientes. Hacían experimentos, que acarrearon muchos males, y aunque ciertamente deseaban el bien y el crecimiento de esta provincia, solamente tenían ante la vista objetivos inmediatos. Y de este modo ocurrió que pasaba el tiempo y nuestra provincia no tenía ninguna tradición a la que cada nuevo superior pudiera adherirse y continuar su trabajo, pues, como he dicho, faltaba esta tradición.

Hoy día todo, tanto la observancia religiosa, como la vida escolar, como el recreo de nuestros hermanos, deben fundarse no en el propio juicio, sino sobre el fundamento de nuestras Constituciones y leyes humanas.

Teniendo esto a la vista, he trabajado durante cinco años en esta provincia nuestra, y si Dios quiere, seguiré trabajando. El trabajo es enorme, a causa de la inquietud de los tiempos y de que los colaboradores ponen obstáculos. A veces hay que repetir diez o veinte veces las cosas para que se hagan al fin. Las cosas deben ponerse y se pondrán en mejor estado. ¡Pasamos toda nuestra vida arreglando las cosas! ¡El objeto de nuestro trabajo es la Gloria de Dios y el incremento de las Escuelas Pías! Teniendo esto en cuenta, me atrevo a presentar a Vuestra Paternidad algunas peticiones, esperando que las apruebe.

1)Puesto que el R.P. General decidió, según carta con fecha 8 de agosto, no pedir dispensa para el nuevo maestro de novicios, le pido, por motivos graves, que el P. Juan Borrell al menos tenga un ayudante que reúne las condiciones requeridas por el Derecho Canónico y solo necesita la confirmación de V.R.P. y de la Congregación General. Se trata del P. Emilio Glowacki.
2)Puesto que el P. Calasanz Rojek, principalmente por motivos de salud, debe mudarse de la casa de Cracovia a otra, propongo como maestro de juniores al P. Inocencio Buba, que no necesita dispensa por motivos de edad. Esta petición la presentamos humildemente la Congregación y yo porque, esperando durante mucho tiempo que su respuesta sería positiva, se tomaron otras disposiciones que deben ser mantenidas para salvar la autoridad.
3)Puesto que necesitamos cuanto antes en nuestra Provincia tener nuestros profesores escolapios, pido a V.P. que permita que el P. Conrado Soczowka, religioso de nuestra Provincia, pueda ir durante un año a Francia para estudiar francés en la Universidad de La Sorbona, para volver luego y examinarse en la Universidad Jagellónica, y así pueda enseñar en nuestras escuelas. Se seguirá fielmente lo indicado en el D.C. y en nuestras Constituciones en cuanto a residencia, etc.
4)La Curia Provincial presenta humildemente la petición de que el Rmo. P. General con su Congregación se dignen discernir si es ya el momento para dirigir a la S. Congregación de Religiosos la petición para que el P. José Floryan, que fue castigado en el mes de agosto del año 1927, puede ser ya redimido de este castigo. Nuestra Congregación Provincial, tras madura discusión, decidió el 12 de abril de este año que por razones principalmente de tranquilidad de conciencia y de enmienda de este Padre y por el bien del Instituto de las Escuelas Pías, se hiciera esta petición a la Congregación General.

Terminadas las peticiones, conviene que le informe sobre el préstamo del Banco del Estado. Sabemos que vivimos tiempos difíciles, que no favorecen en nada este tipo de cosas. De modo que cuando fuimos a Varsovia, nos enteramos con dolor que no recibiríamos ningún dinero estos meses. Lo que intentamos es que el Banco al menos compre tierra, unos 10.000 m2, para que haya alguna aproximación entre nosotros y quienes tienen intereses con nosotros. El Colegio de Rakowice está ya libre de hipoteca, por decisión judicial. El mes de septiembre volveremos a contactar con el Banco. Si no hay guerra, espero que nos den algo. Si no, no haremos nada. Pues sabemos que se ha gastado mucho dinero en preparativos para la guerra. Así que pensaremos en otros medios para conseguir nuestro fin, con la ayuda de Dios.

Falta devolver el dinero prestado por la Curia General al colegio de Rakowice. Si no podemos tomar un préstamo, no podemos devolver de una vez toda la suma, pero intentaremos devolverla en mensualidades, a partir de este mes de septiembre, hasta que la paguemos por completo. Dándole las gracias y pidiendo su bendición…”

El P. Del Buono sigue por la prensa de cerca las noticias sobre la invasión Alemania de Polonia. El 14 de septiembre de 1939 escribe en su Diario:

“¡Varsovia! Las épicas jornadas de los polacos defendiendo su capital, que desde hace 7 días resiste contra las fuerzas alemanas más poderosas, ofrecen un espectáculo aterrador y al mismo tiempo admirable. La defensa de Varsovia constituirá una de las páginas más bellas de esta lucha, en la que el valor, el genio militar y el patriotismo se funden en un esfuerzo supremo.

Nosotros oramos por la nación católica, que defiende su libertad religiosa y política contra bárbaros invasores, cuyo derecho se apoya en la punta de sus espadas. Especialmente en la Santa Misa y en la función de la tarde hemos elevado oraciones a Dios por Polonia y por los queridos hermanos de aquella Provincia a Jesús Crucificado. Hoy la S. Iglesia conmemora la Exaltación de la Sta. Cruz. ¡Que Dios conceda la victoria final a la heroica Polonia!”

La guerra sacude de nuevo Polonia. Pero, a diferencia de la anterior, los polacos no esperan nada bueno de esta. Y no se equivocan. Todas las estructuras estatales y religiosas quedan rotas por la brutalidad nazi. En noviembre de 1939 el P. Fernando Kozlowski da noticias desde Budapest, donde todavía se vive en paz[Notas 6]. Dice que él, Knyba y Floryan están en Budapest, huyendo de los bolcheviques. Todos, por consejo de los superiores, huyeron de Rakowice y Cracovia. Sólo quedan dos hermanos nacidos en Pomerania y que hablan perfectamente alemán. El P. Buba, en el hospital. En Cracovia solo quedó el P. Stusinski, también de Pomerania. No tienen noticias de Lubieszow, Lida y Szczuczyn. No saben si los hermanos siguen en el colegio. El gobierno alemán sólo permite volver a los ciudadanos alemanes. Esos tres colegios están en manos de los bolcheviques[Notas 7].

El P. General, apenado, da algunas informaciones a la Congregación General, como consta en el libro de actas[Notas 8]:

“Ante todo, el Prepósito dice unas palabras sobre las cosas de Polonia. Ahora que nuestra Orden, vuelta la paz a España, era tan feliz, de nuevo se ve envuelto en la tormenta de la guerra el reino de Polonia, que era considerado el muro de defensa de la cristiandad, y que yace ahora al servicio de Alemania y Rusia.

De nuevo se inflige una herida letal al Instituto Calasancio. Y ahora, ¿qué será de nuestra Provincia de Polonia? ¿Qué de las cinco casas? ¿Qué de sus más de cincuenta religiosos hermanos nuestros? Para responder a nuestras inquietudes, aparte de las noticias que da la prensa, no nos han llegado noticias de los nuestros ni por carta ni por relaciones personales de los hermanos.

Las dos casas de Cracovia y Rakowice quedan bajo el imperio germánico; las otras tres: Lida, Szczuczyn junto a Vilna y Lubieszow, están bajo las autoridades soviéticas. Sabemos por cartas recibidas que tres hermanos que se encontraban en el campo cerca de la frontera con Rumania se dirigieron a nuestra Provincia de Hungría; un hermano operario, a través de Rumania pudo llegar a Roma, y se encuentra en nuestra casa de S. Pantaleo.

El P. Provincial envía algunas noticias (en alemán, pues la correspondencia estaba sometida a censura). Lamenta no haberle escrito antes; ha estado enfermo. Están bien. Se han retirado de Rakowice, ocupada como cuartel por el ejército alemán. No hay internos. Viven de las limosnas de la iglesia. Los juniores han ido a casa de sus padres. Los bolcheviques han ocupado los otros colegios. Se ha cerrado el noviciado de Lubieszow. El P. Adrych ha ido a Vilna; J. Floryan y R. Knyba, a Budapest. Kozlowski, a Hungría. No dice nada del P. Borrell[Notas 9].

Las noticias, a causa de la guerra, son cada vez más escasas. La Congregación General, naturalmente, está inquieta; de vez en cuando llegan noticias, y se habla de ello en las reuniones de la Congregación:

“El P. General añadió pocas cosas sobre los nuestros en Polonia. Recibió una carta el P. General de nuestro Prepósito en aquella Provincia, que no dice muchas cosas, pues es peligroso escribir a causa de la censura del Estado. Nos consta que todos nuestros religiosos están incólumes, aunque algunos andan dispersos. El P. General visitó al Príncipe Gabriel de Borbón, amigo de las Escuelas Pías, que pudo quedarse con su familia en Polonia. El cual trajo saludos y noticias de nuestro Prepósito en Polonia al P. Provincial, y le dijo que todos los polacos, laicos y eclesiásticos, se encontraban en una situación gravísima.”[Notas 10]

“Provincia de Polonia: Como las tristes condiciones de nuestra Provincia Polaca continúan, y dos casas están bajo el poder de los alemanes y tres de los rusos, el P. General, de acuerdo con los PP. Asistentes, renueva el cargo de Delegado Provincial a beneplácito del P. Jerónimo Stusinski, que conserva su residencia en nuestra casa de Cracovia (que se nos ha conservado, pero sin instrucción para los niños)”.[Notas 11]

El boletín oficial de la Orden, Ephemerides Calasanctianae, va dan algunas noticias sobre Polonia. A partir del número de mayo-junio de 1940, Ephemerides no vuelve a dar noticias de Polonia hasta el número de enero-abril de 1946. En la página 17 se informa sobre el fallecimiento de siete escolapios en Polonia, entre ellos el P. Borrell, el 29 de octubre de 1943 (a los 76 años de edad y 61 de vida religiosa), y el P. Fernando Kozlowski, el 5 de octubre de 1945 (a los 66 años de edad y 35 de vida religiosa; falleció en Svaty Jur, Eslovaquia). En la página 23 se dan otras noticias de Polonia: la iglesia y la casa de Cracovia no han sufrido ningún daño. Residen allí 12 padres; tienen en la casa una escuela primaria, y en un edificio alquilado tienen la escuela secundaria, con 290 alumnos. El edificio principal de Rakowice fue quemado por los alemanes al retirarse; les toca a ellos reconstruirlo. Los daños se estiman en 5 millones de zlotis. En otro edificio viven 7 padres, y tienen 22 internos. En Lida ha quedado un padre sirviendo la iglesia. Y lo mismo en Szczuczyn. En Lubieszow la iglesia y la casa han sido destruidas. Conservan la casa y las tierras de Wysoka, donde están los PP. Tomás Olszowka y Maximiliano Adrych. Además, hay tres padres trabajando en Jelenia Gora, esperando que un día confíen la obra a las Escuelas Pías; otros dos en Cieplice, y dos más en Wroclaw. El P. Stusinski pide la bendición al P. General para reorganizar las cosas y sanar las heridas. Y si la guerra había sido nefasta para Polonia, la llegada del comunismo no iba a arreglar mucho las cosas a los escolapios, que vieron de nuevo sus esperanzas truncadas en muchos sentidos.

El P. Borrell, que se había quedado en Lubieszow, todavía llegó a enviar al P. General dos postales en el año 1943 con un breve texto, para indicar que seguía vivo. En una de ella simplemente envía saludos y pide la bendición[Notas 12]. Poco después escribe que tienen todo lo necesario. El colegio está ocupado, pero tenemos una casa bastante cómoda para nosotros, y podemos practicar libremente nuestros ejercicios de piedad y celebrar en la iglesia cada día.[Notas 13] Son las últimas palabras suyas que nos han llegado. Es el tiempo de violentos combates entre rusos y alemanes en el frente oriental. Unos meses más tarde, el P. Juan Borrell pisaría la mina que le ocasionaría la muerte.

Austria

El 12 de marzo de 1938 Austria quedó anexionada a Alemania. El gobierno alemán prohíbe a los religiosos la educación directa de la juventud. El P. Gärtner, Provincial de Austria, escribe al P. General: “Ahora todos trabajamos, algunos en gimnasios pertenecientes a centros públicos, otros en la cura de almas, e incluso dos religiosos en un hospital público, ocupándose de la cura de almas de los agonizantes”. El P. General le anima a perseverar en el trabajo que permiten las actuales circunstancias políticas[Notas 14]. El 11 de marzo el P. Del Buono deja anotada su angustia en su Diario:

“¿Final de Austria?

Ayer por la tarde el Canciller de Austria Schuschnigg ha dimitido, y su sucesor, Seyss Inquart ha [pedido] al Canciller del Reich Hitler que envíe tropas alemanas para poner orden en Austria[Notas 15].

Los acontecimientos de Austria tienen una profunda repercusión en Italia, y todos están asombrados por el anuncio repentino. El Papa ha llorado al oír el anuncio, ya que, por desgracia, Austria será incorporada a Alemania, con todas las consecuencias religiosas que en este momento no se escapan a nadie".

No llegan muchas más noticias durante el tiempo de guerra. El 13 de agosto de 1945 el P. Gärtner vuelve a dar noticias de Austria[Notas 16]: “Nos hemos librado de muchos problemas. Thaler, preso en Rusia. Una bomba destruyó la tercera aparte del colegio de Maria Treu. Sta. Tecla, dañada por el paso de los rusos. Nikolsburg, con daños, volverá a Bohemia; nosotros volveremos a ser la Provincia Austriaca. No tenemos noticias de las provincias vecinas. Muchos húngaros huyeron del país”.

Eslovaquia

Eslovaquia había sido erigida como provincia en 1930. La unión del territorio eslovaco a la República Checa (formando la nueva nación Checoslovaquia) nunca fue aceptada de corazón por los eslovacos. Por eso, apoyados por Alemania, en 1939 crearon al República Eslovaca, que duró hasta 1945, cuando las tropas rusas ocuparon Bratislava, su capital. Durante la guerra, el ejército eslovaco luchó al lado del alemán. No llegan muchas noticias de las Escuelas Pías durante este periodo. El 30 de diciembre de 1945 el P. Provincial J. Branecky informa desde Trencin sobre el estado de la provincia[Notas 17]. La batalla duró 21 días en Trencin. Nitra sufrió un bombardeo. Muchos daños materiales, sin pérdida de vidas escolapias. Prievidza y Svaty Jur no sufrieron daños. Funciona el colegio en Trencin. Personas: 4 dan clase en Trencin. Enterraron en Svaty Jur al ex provincial de Polonia Fernando Kozolowski. Tuvo un buen entierro. En la provincia son 14 padres, 2 teólogos y 1 novicio.

Cuando un gobierno comunista más duro toma el poder en Checoslovaquia, las instituciones religiosas comienzan a ser perseguidas. Quedan prohibidas las órdenes religiosas; algunos escolapios trabajan en parroquias, otros pasan a la clandestinidad, pero la Provincia se salva, y en 1990 está en condiciones de reclamar sus cuatro colegios expropiados.

Rumania

Los escolapios en Rumania tienen muchas dificultades para sobrevivir desde el momento de la creación de la nación después de la I Guerra Mundial, por dificultades lingüísticas y religiosas. Constituida Rumania como Viceprovincia independiente en 1921, y como Provincia en 1925, iba saliendo adelante con sus cuatro colegios. Pero la anexión de parte de Transilvania, con tres colegios escolapios, a la Provincia de Hungría en 1940, dejó reducida la Provincia de Rumania a un solo colegio, el de Timisoara. En abril de 1941 los alemanes ocupan la mayor parte del espléndido colegio de Timisoara como hospital, dejando un pequeño espacio para la comunidad. El P. Provincial L. Tosh informa al P. General que los religiosos dan clase a los alumnos en sus habitaciones (cada uno tenía dos salones), a los mayores por la mañana y a los pequeños por la tarde[Notas 18].

La guerra avanza, a la ocupación del colegio por los alemanes sigue la de los rusos en su avance hacia el oeste. Terminada la guerra, el P. Tosh informa al P. Del Buono que no están en contacto con las otras tres casas, que han vuelto a Rumania. La casa de Timisoara sufrió daños, por estar cerca de la estación central, bombardeada en 1944. A él lo metieron un tiempo en la cárcel; está casi ciego. El curso 45-46 lo han tenido en el colegio, después de hacer reparaciones. Tienen 400 alumnos; 50 internos. El Nuncio Mons. Cassulo, exalumno, les ayuda siempre[Notas 19].

Con el gobierno comunista, las órdenes religiosas son suprimidas. Los colegios son incautados por el gobierno. Los pocos escolapios que quedan sobreviven atendiendo a las iglesias que les han quedado, algunas de ellas parroquias. Desaparece cualquier estructura provincial, quedan cortados del exterior. La provincia no logra sobrevivir. Cuando el periodo comunista, los templos y casas escolapias pasan a poder de los obispos respectivos, que las conservan en espera de la vuelta de los escolapios a Rumania.

Notas

  1. RG 268 a, 29. 20.12.38
  2. RG 261 j, 129.
  3. 2 Cor 7, 5.
  4. Cf. lo que escribo sobre este episodio en mi obra Escolapios en U.S.A. 60 años de servicio (Miami, 2008). La iniciativa había surgido de un encuentro en Baviera (agosto de 1946) de sacerdotes húngaros al servicio de refugiados húngaros en Alemania, entre los que había 8-10 escolapios. La propuesta de Argentina surgió del P. Meskó, mientras el P. Gerencsér propuso Estados Unidos, y convenció a los demás. Se pusieron en contacto con el P. Provincial Tomek, que aprobó el proyecto, remitiéndolos al P. General Del Buono. Fueron huyendo de Alemania hacia Roma y España, y, una vez elegido General el P. Tomek, los envió a Estados Unidos, con otros religiosos principalmente de Hungría y Polonia. Y así nació la provincia escolapia de Estados Unidos.
  5. RG 268 f, 35. 21.7.39.
  6. Hungría estaba asociada a las potencias del Eje. Trató de no participar en acciones bélicas, hasta que en 1941 las tropas húngaras entraron en acción al lado de las alemanas.
  7. RG 268 Polonia, 78.
  8. RG 22 b, 18 noviembre 1939.
  9. RG 268 Polonia, 36. 26 noviembre 1939.
  10. RG 22b, 8 enero 1940.
  11. RG 22b, 4 agosto 1940.
  12. RG 261 Polonia 1943, 8. 26 febrero 1943.
  13. RG 261 Polonia 1943, 9. 28 febrero 1943.
  14. Diario, 11.1.40.
  15. Al parecer Hitler ordenó falsificar un telegrama de Seyss Inquart pidiendo ayuda.
  16. RG 268 b, 36.
  17. RG 268 e, 79.
  18. RG 264 g, 28. 1.6.41.
  19. RG 264 g, 50. 12.3.46.