CaputiNoticias04/ÍNDICE BREVÍSIMO DE INDIVIDUOS

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CaputiNoticias04/ÍNDICE BREVÍSIMO DE INDIVIDUOS
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ÍNDICE BREVÍSIMO DE INDIVIDUOS

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Índice brevísimo de las cosas más notables de esta 4ª Parte de las Crónicas de las Escuelas Pías, compuesto por el P. Fr. Egidio de Marigliano, Menor de la Observancia, por la devoción que tiene al Venerable P. Fundador.

A 4 de agosto de 1673.

BIANCHI, P. GABRIEL DE LA ANUNCIACIÓN. Va a la Casa de las Escuelas Pías de Savona, ya destruida por el fuego del Polvorín del Castillo, y procura ayudarla con mucho trabajo, n. 42.

BISCHETTI, P JUAN FRANCISCO ¿SANTI?] DE JESÚS MARÍA, de Corigliano, del Reino de Nápoles, amigo del P. Libelli, Maestro del Sacro Palacio, planea que dicho Padre vaya a comer al Colegio Nazareno, sin que lo sepa el P. Camilo [Sacassellati], Rector, ni del P. Cosme [Chiara] General, n. 278; joven de gran y rápido ingenio, compone en pocos días elogios del P. Fundador sobre la oración fúnebre hecha por el P. Camilo de San Jerónimo, n. 292; por ser demasiado amigo de Libelli, Maestro del Sacro Palacio, poco amigo de los Padres de las Escuelas Pías, y por ser algo insolente, y altanero, es sacado de Roma por el P. General y enviado a Nápoles, donde hacía una buena escuela y Academia; pero, por ser inquieto, es enviado por el P. Tomás [Simone] de San Agustín, Provincial del Reino, a la Casa de Campi, donde permanece dos años con aplauso, n. 293; al salir el Breve de Clemente X sobre que os que no habían hecho los votos solemnes pudieran salir de la Orden si no querían hacerlos, se salió, junto con el Clérigo H. Querubín [Piccoli] de San José, y se hace Mínimo de San Francisco de Paula; se hace Maestro de Retórica de los jóvenes de Lecce de dicha Orden, n. 294; Como seguía insolente, es sacado de Lecce y enviado a Tarento, donde muere el año 1671, n. 294. Tenía poco más de 28 años de edad, y se arrepentía mucho de haber salido de la Orden de las Escuelas Pías, n. 294.

BRIGNOLI, SR. FRANCISCO, de Génova; se da al espíritu, a causa de la predicación del P. Luis [Carcavensi] de Santa Catalina de Siena, sacerdote de las Escuelas Pías, n. 6; va a Roma, y por su devoción, con frecuencia dice la Misa en San Pantaleón, n. 7; catequizado por los Padres jesuita, va a decir a Misa a su Iglesia, y luego se hace Profeso de aquella Orden, y es predicador famoso; en Roma predica no sé qué contra la República de Venecia y tiene que desdecirse, n. 8.

CALASANZ, P. JOSÉ DE LA MADRE DE DIOS, FUNDADOR DE LAS ESCUEALAS PÍAS.

El Venerable Padre José de Calasanz, llamado de la Madre de Dios, es el Fundador de las Escuelas Pías.

Algunos cabellos suyos, aún vivo, sanan a un tal Juan Benedicto, de Triponso, y liberan al P. Agustín [Divizia] de San Carlos de una muerte segura, n. 28. Llora amargamente, junto con el P. Vicente [Berro] de la Concepción y el P. Castilla, el horrendo caso de Savona, n. 47; hace un devotísimo sermón sobre la muerte, y procura consolar a todos los Religiosos, que lloraban desoladamente, n. 49. Prevé la toma de la Ciudad de Praga, hecha por los herejes el año 48, n. 58; celosísimo de la fe Católica y contrario a la herejía, n. 59. Por haber dejado el hábito tres Religiosos de Ancona, jóvenes de gran virtud, ciencia y bondad, siente gran tristeza, n. 60 y siguientes; casi los tres tienen mal final, n. 60.

El día de San Pantaleón, 27 de julio del año 1648, se ve obligado a comer con el Sr. Cosme Vannucci, Limosnero del Papa, y cae enfermo, n. 207; el 28 comió poco y durmió menos, n. 208; aunque enfermo, se preocupa por las necesidades del P. Juan Bautista [Morandi] de San Bartolomé, a pesar de que aquél había hecho mucho daño a la Orden, y que respondió mal al P. Buenaventura [Catalucci] de Santa María Magdalena, a quien odiaba, n. 220. Juan Barbarini intenta pintarlo cuatro veces, cuando vivía, y no pudo, pero después de muerto lo pintó bellísimo, n. 118. De una cantidad de su sangre el P. Juan Carlos [Caputi] saca agua y sangre, y llena algunos frascos, n. 122. Por su intercesión, un Provincial carmelita y un Compañero es liberado de las manos de los turcos y va a Roma a celebrar la Misa en la Iglesia de San Pantaleón, n. 130; dicho Provincial, que era Languedoc, promete escribir la vida del P. Fundador en lengua francesa, pero luego no se sabe si lo hizo, n. 132.

Mientras estuvo enfermo, los días 30 y 31 de julio, no dejó sus habituales oraciones, n. 146.

Los días 1 y el 2 de agosto de 1648. Lo qué hizo el día 1 y 2 de agosto de 1648, al principio de su indisposición, n. 147. Era muy querido por los alumnos, n. 149.

Lo que hizo el día 3 de agosto, n. 152.

El día 4, tres médicos lo visitaron, es decir, Pedro Brignani, Juan María Castellani y Luis Berlanzani, de Lucca; y lo que le pasa, n. 156. Este cuarto día es visitado por muchos Prelados, especialmente Monseñor Ferentillo, a quien predice muchas cosas, n. 160 ss. Este Monseñor Ferentillo, después de muerto el P. Fundador, narra muchas y grandes cosas, n.169.

El 6 de agosto celebra la fiesta de la Academia de los Santos Justo y Pastor, instituida por él algunos años antes, para animar a los alumnos a las virtudes, n. 170; aquel año 1648 dirigió aquella Academia el P. Francisco [Baldi] de la Anunciación, de Peruggia, y dedicó la Obra al Marqués Sacchetti, n. 171. Fue el Cardenal Sacchetti a la Academia, y habló muy bien de P. Fundador enfermo, n. 173. Al mudarse el P. Fundador quiere que su compañero que no vea ninguna parte de su cuerpo, n. 172.

El 7 de agosto empeora, n. 174., pero a las 8 está un poco más aliviado, n. 176; tenía una cuerda colgada de una viga, para agarrarse a ella y poder levantarse a hacer oración por la noche, mientras dormía, como lo testificó su Acompañante, el H. Eleuterio [Stiso] de la Madre de Dios, n. 178. A las 8 se ve algo aliviado, n. 176; tenía una cuerda sujeta en las vigas, para poderse levantar y hacer oración por la noche, mientras dormía, como atestiguó su Acompañante, el H. Eleuterio [Stiso] de la Madre de Dios, n. 178.

El 10 de agosto se confiesa y comulga como viático, n. 179.

Los días 11, 12, 13, 14 y 15 de agosto. Es visitado por el Sr. Julio César, Maestro de Cámara del Cardenal Ginetti, que le pide se acuerde de él ante Dios, y también del Cardenal. N. 183. Se queda con el H. Juan Domingo [Franchi] de la Cruz, de Palermo, joven clérigo; y qué es lo que le predice, n. 190; a dicho clérigo, cuando retorna a Sicilia, le ocurre lo que le había predicho el P. Fundador, n. 191. Después de la muerte del P. Fundador se obtiene la reintegración de la Orden, n. 193.

El 16 de agosto se le extrae sangre, por consejo del Sr. Juan María Castellani, contra el parecer de todos los demás médicos, n. 195.

El día 17 sana con el tacto a un niño de 3 ó 4 años, llamado Francisco Piantanidi, hijo de Félix Piantanidi, Notario, y de Victoria Gracchi, n. 198.

El día 18 manda llamar al Padre D. Constantino Palamolla, barnabita, hombre de gran santidad y doctrina, antiguo amigo, que tenía 90 años, n. 203; su sobrino, D. José Palamolla, Secretario del Cardenal Vicario, era muy amigo de los Padres de las Escuelas Pías, n. 203.

El día 19 de agosto. Lo sucede aquel día, n. 205. Se le aparece la Madonna dei Monti, y le promete la protección de la Orden, n. 206; cuenta esta visión al P. P. Constantino Pallamolla, que vuelve a visitarlo de nuevo, n. 207; es pintado arrodillado con la Virgen que se le aparece, n. 208; el Padre dice: -“Eia, Mater”, y la Virgen le responde: -“Confide in me, fili”, n. 209.

Día 20 de agosto. Lo que sucedió, n. 210. Este día lo visita Cosme [Vannucci], limosnero del Papa Inocencio X, y le pide que, cuando muera, también pida la muerte para él, que es muy viejo, como efectivamente sucedió, n. 211. Prudencia, providencia y espíritu profético del P. Fundador en la inundación del Tíber, el año 1647, el 10 de diciembre, n. 217; qué hizo para abastecer la casa desprovista de San Pantaleón en dicha inundación, n. 217; su gran piedad y caridad en aquella circunstancia, n. 228.

El predicho 20 de agosto comulga de nuevo, con grandes señales de amor y afecto a tan gran Sacramento, n. 230; exhortación importantísima hecha por el Padre a los asistentes antes de comulgar, n. 231; grandísima resignación, sujeta a la Divina Voluntad, n. 232; exhorta a sus Religiosos a ponerse bajo la protección de la Santísima Virgen, pues él había comenzado la Orden el día de su Anunciación, n. 133; bendice a presentes y ausentes, n. 235; lo visita el Sr. D, Juan Bautista Pallotta, hermano del Cardenal Pallotta, hombre de gran espíritu, con quien habla largamente de las cosas del Cielo, sobre todo de las Jerarquías Angélicas, n. 238; le quita el bonetito y lo tiene como reliquia, n. 238; Por la conversación de dicho Pallotta, la suegra de Jerónimo Scaglia recibe la salud perdida, n. 240; Una vez curada y liberada, la Señora echa gran cantidad de flores sobre el sagrado depósito, lo que causa admiración insólita y alegría, n. 241; entre esta gran multitud de gente allí estaban presentes Doña María Spinola, y Doña Violante Raimunda, a las que les pareció un gran milagro, n. 242; Después de muchos años se supo quién era aquella Señora, y en qué circunstancia, n. 243; aquellas flores producen muchas cosas y milagros, n. 243. La noche del día 20 de agosto le toca guardarlo al P. Juan Carlos [Caputi], y cuán buenas informaciones recibe, n. 244; quince días antes de enfermar, fue con el P. Ángel [Morelli] de Santo Domingo a ganar las Indulgencias al Santísimo Salvador, entre la Plaza Madonna y San Luis de los Franceses, n. 251; tropieza contra una piedra y se hace daño al pie derecho; y lo que sucede, n.249; lo visitan el P. Francisco [Castelli] de la Purificación, que había ido desde el Noviciado del Borgo, Asistente General, y el P. Camilo [Scassellati] de San Jerónimo, Rector del Colegio Nazareno, y el P. Constantino Pallamolla, barnabita, n. 256; revela que la Virgen de los Montes le había dicho que vería acomodada la Orden, n. 257; lo visitan muchos grandes personajes, especialmente el P. Tomás del Bene y el P. Zacarías Pasqualigo, celebérrimos teatinos, antiguos amigos suyos, a los que bendice, n. 261; lo visita también el P. Lucas Waddingo, de Hibernia, Menor de la Observancia, gran teólogo, Cronista de su Orden, y fundador del Convento de San Isidoro de Roma, el cual, con mucho amor, regala un cuerpo de sus obras a la Biblioteca de San Pantaleón de Roma, n. 262; alaba la gran paciencia y gran virtud del P. Fundador, n. 263; lo visita igualmente el P. Vicente Cándido, Maestro de Sacro palacio, n. 265; hablan de diversos incidentes, especialmente del P. Rodolfo, General de Santo Domingo, que fue privado del cargo de General, n. 266M; dice al P. Cándido que, a pesar de tantas angustias no se había abandonado ninguna Casa, n. 269; aconseja al P. Cándido que no deje de ser Maestro del Sacro Palacio, como deseaba, y le había pedido su parecer, n. 270; se abrazan y hacen muchos actos de humildad; se conocían desde hacía 40 años, n. 271. La visita del

P. Cándido fue el 22 de agosto, n. 272.

El día 23 de agosto ¿qué sucedió? Le mandan a saludar muchos Cardenales, Lanti, Ginetti, Pallotta, Franciotti, Chigi, Colonna, el Sr. Condestable, y muchos Señores, a todos los cuales daba la bendición, n. 295; gran humildad al no dar a conocer sus cosas, nacimiento, familia, doctorado, etc. n. 296; se corre la vos de que había sido nombrado Cardenal por Paulo V, y se lamenta de ello, n. 298; entrega al P. Castilla, Superior, sus cosillas, de poquísimo valor, n. 299; Prevé que Monseñor Lanuccio sería muy mortificado, n. 306. Rehúsa el remedio de Arrigo VIII, inglés, ofrecido por el Sr. Tomás Cochetti, como se ha dicho en el número 308; pide y obtiene la bendición papal “in articulo mortis”, n. 309. Manda al P. Vicente [Berro] de la Concepción y al P. Juan Calos [Caputi] de Santa Bárbara a la Iglesia de San Pedro a hacer la Confesión de fe, y a recibir la Indulgencia plenaria, n. 311. El Cardenal Cecchini manda a su Maestro de Casa a visitarlo, n. 313; por medio de dicho Maestro de Casa le encomienda a la Orden después de su muerte, n. 214. Lo visita también el Sr. Julio César, Maestro de Cámara del Cardenal Ginetti, y, por medio de él, le recomienda calurosamente a su Orden, n. 315. Juan María Castellani, médico, le prohíbe las visitas, y que no hable tanto, n. 315. Mientras cena la Marquesa de Reggi, le manda una cesta de Dulces de Génova, n. 320; esta Señora, llamada María Spinola, mujer del Marqués, mandó a decirle el P. Fundador que se conformara con la Divina Voluntad en sus angustias futuras, n. 321; Igualmente mandó a decir a la Señora Violante Raimunda, nobilísima Señora de Savona, de la descendencia de Rovere, n. 322. Ésta, por no querer casas a su hijo Marcelo con una hija de Dña. Olimpia, en tiempo de Inocencio X, incurre en grandísimos desastres, disgustos y aflicciones, n. 327.

El día 24 de agosto, y de su enfermedad, lo visita Pedro della Valle y sus 4 hijos, a los que bendice, n. 334; habiendo bendecido a todos los demás, no quiere bendecir a un pintor napolitano que había ido a pintarlo, porque se encontraba en pecado mortal; pero después, arrepentido con un acto de contrición, lo bendice, n. 337. Muere llamando los nombres de Jesús y María, a las cinco de la noche, después del 24 de agosto, n. 341. Su gran pureza y castidad, incluso después de la muerte, n. 343; diversos médicos seccionan el cuerpo del Padre, y las maravillas que acontecieron, n. 352; al sacar el bazo sale mucha sangre, n. 358; por devoción le quitan sus sandalias, y muchas otras cositas, n. 364.

El día 26 de agosto, su cuerpo es llevado a la Iglesia, con gran solemnidad de todos los Padres de Roma, Frascati, Poli y Moricone, donde sana de grave enfermedad, sobre todo, a una Señora llamada Catalina d´Alessandro, viuda romana, n. 379; después, un niño que sufría enfermedades infantiles, n. 380; una mujer echa una cantidad de flores obre el cuerpo, que, recogidos por los devotos, hacen portentos, como en otro sitio se ha dicho, n. 383. La Señora Duquesa de Ladri, mujer del Duque Farnese, y cuñada de Monseñor Farnese, que después fue Cardenal, a petición del H. Lucas [Bresciani] de San José, de Fiesole, hace que le nazcan dos casias, una de nueces de 13 palmos, y otra de estanque; esto milagrosamente, en el mismo día, n. 388; dichas casias son la razón de que quede sanado Salvador Murino d´Anagni, manco, del brazo izquierdo, n. 398; quedó tan agradecido que por muchos años fue a visitarlo, n. 400. El Rosario del P. Fundador, con astucia, se lo lleva del P. Castilla la Marquesa Rinuccini, Embajadora de Florencia, n. 411. Un decorado de Catalina d´Anastasio, de Ancona, quedó sano y entero milagrosamente, n. 416; Su cuerpo es consignado a los serenos, que le quitan una sandalia y un frontal, después de haberle dejado los demás casi desnudo, n. 416. Pedro Caravita, jesuita, que fue a visitar el cuerpo del P. Fundador dice y predica muchas cosas de él, n. 417. Grandísima cantidad de gente que fue a verlo aquella noche del 26 de agosto, n. 422.

El día 27 de agosto, dos días después de la muerte de P. Fundador, ¿qué sucedió?, n. 424; homenajes al P. José, puestos en el monumento con su cuerpo, “hic iacet”, etc. n. 425. Revisado su cuerpo el año 1668, Próspero Fagnano, Prelado muy conocido, pero ciego, visita el sepulcro del P. Fundador y recibe loa anteojos, pero no la salud de los ojos, n.428. Sana a un ciego de la Scarpa Terra de los Colonna, llamado Astolfo de Musio, n.

430. Un sirviente lleva una antorcha de 4 libras al sepulcro del padre, y la enciende encima, 433; de quién era dicha antorcha, n. 436. El día 27 de agosto fueron a la Iglesia de San Pantaleón muchos Religiosos, para honrar el cuerpo del P. Fundador, pues creían que aún no estaba enterrado, para decir allí la Misa, entre otros, el P. Agustín Ubaldini, somasco, que había sido Visitador General de las Escuelas Pías en tiempo de Mario [Sozzi], y dice grandes cosas, n. 436; es desenterrado el cuerpo del P. Fundador y cinco Prelados hacen el reconocimiento, éstos le cortan un trozo del hábito y otro de la camisa, y se lo dividen, n. 440. Es visitado por el Duque de Acquasparta, de Casa Cessi, que se lamentó por no haber sabido antes la enfermedad; cuánto bien dice de él, n. 441;el hijo de dicho Duque, D. Pedro, fue curado de una gravísima enfermedad de vértigo y dolor de cabeza con la devoción al P. Fundador, n. 444.

El día 28 de agosto su sepulcro fue visitado por muchos Príncipes y Señores, como el Príncipe Borghese, Contestable Colonna, Embajador de Savoya, Florencia etc., n. 446. Sana a un niño lisiado de tres años, de Castelnuovo, n. 446; Llevan a su sepulcro muchos exvotos, que se ponen en la sacristía, n. 449. Sana en Milán, con un trocito de su hábito, al Sr. Alejandro Fighini, del dolor fortísimo de piedra, n. 451. Sana en Bérgamo a D. Juan Scaglia de una grave enfermedad, n. 455. A los cuatro días llegó a Cagliari desde Cerdeña al Virrey Montalto, el 30 de agosto, la noticia de la muerte, que pareció una cosa sorprendente, n. 456. Sana a un palafrenero del Cardenal de la Cueva en Roma, n. 460. Solemne funeral hecho en la Catedral de Cagliari de Cerdeña, con oración fúnebre, compuesta por el P. Teglier, trinitario, n. 465. En Florencia se hace un funeral noble por el P. Francisco [Rubbio] de la Corona de Espinas, con una docta oración fúnebre de un Padre Casinés, n. 469; dicha oración fue publicada, y las composiciones las hizo el P. José [Bartolomei] de San Francisco, calabrés, hombre docto y santo, muerto siendo Superior en Narni, en olor de santidad, n. 470. Otros funerales hechos al P. Fundador en Pisa, Génova, Palermo, Fanano etc. N. 473. En Fanano sana al Arcipreste, moribundo, con un trocito de tela de su hábito, n. 473; funeral en Narni, donde también cura a la hermana de un Canónigo moribundo, n. 474. Se le hacen funerales en todas la demás Casas de Italia, Polonia y Germania, n. 474. Pero en la Casa de San Pantaleón de Roma se hizo uno solemnísimo, n. 474; se buscó como orador al P. Fray Tomás Acquaviva, dominico, predicador ilustre, pero no aceptó, por encontrarse atendiendo al Cardenal Miguel Mazzarini, dominico, que se murió el año 1648, n. 475; después de muchas diligencias se encontró al P. Fray Jacinto de San Vicente, carmelita descalzo, que a pesar de sus grandes dolores, casi milagrosamente, hizo una oración bellísima, que luego se publicó en Varsovia, n. 478; en ella dijo que, cuando el P. José era niño, oyendo de la madre y de otros que el demonio es enemigo de todos los hombres, con otro amigo suyo se fue al campo a matar al demonio; este compañero suyo se encontraba presente. Preguntado José Musquezzo, de edad de 93 años,, nombrado por Felipe III, Rey de España, Abad de la Reggia de Perpiñán, que después murió en Roma el año 1649, confirmó que todo era certísimo, n. 479.

CAPIZZUCCHI, P., dominico, muy amigo del P. Fundador, n. 274; es nombrado Secretario de la Congregación del Índice, n. 277; hecho Maestro de Sacro Palacio, n. 279. En Francia es publicado un libro por un Padre jesuita contra los dominicos, especialmente contra el P. Capizzucchi, donde es llamado Calabaza. N. 279; responde a dicho libro con otro, sin la revisión de nadie, lo que causa muchos disturbios, n. 280; El Papa ordena que sea encarcelado en Santa María del Popolo, adonde lo lleva el Pl. Marino, General, n. 282; es privado como Maestro del Sacro Palacio, para cuyo oficio fue elegido el P. Jacinto Libelli, n. 282; quiere defenderse, y coge por abogado a Carlos Aurilia, napolitano, famoso jurista, n. 283; es liberado de la cárcel de Santa María del Popolo, y es enviado a su Convento de la Minerva, y, bajo mano, se le ofrece el Episcopado de Ancona, que rehúsa, n, 284. Muerto el Papa Alejandro VII no se preocupar por ser reintegrado en dicho oficio, pues no era muy aceptado por el P Libelli, n286; este año de 1673, le es restituido el cargo de Maestro del Sacro Palacio, con gran honor, al ser elegido por el Papa Clemente X Obispo de Avignon el P, Libelli, n. 295.

CAPUTI, P. JUAN CARLOS DE SANTA BÁRBARA. Es escritor de esta Crónica o Relación 4ª. De él se trata casi en toda la Obra, desde el n. 272. Asiste siempre al Fundador todo el tiempo de la última enfermedad; y después de la muerte escribió además, en libro aparte, todas las gracias y milagros que el Venerable Fundador impetró después de su muerte a los devotos de Dios.

CARCAVENSI, P. LUIS DE SANTA CATALINA, de Carcare, tuvo que sufrir en la Casa de Génova después del Breve de Inocencio X del año 1646; con su buena forma de predicar en parte lo remedia, n. 5; es predicador de algunos monasterios de monjas del Arzobispo Cardenal Turazzo, que le ordenó que predicara dos Cuaresmas en la Catedral, n. 9.

CRESCENZIO, MONSEÑOR ALEJANDRO. Viene de la Nunciatura de Suiza, va a la de Savoya, y coge como Secretario a D. Francisco Gabriel, de Ancona, que había sido Sacerdote de las Escuelas Pías, y se llamaba Francisco de la Concepción, n. 77; fue nombrado Obispo de Bitonto, en el Reino de Nápoles, n. 78; y Juez diputado en la Causa de Beatificación del Venerable Fundador, en tiempo de Clemente IX, Sumo Pontífice, n. 79; nombrado Maestro de Cámara del Papa y Patriarca de Alejandría, n. 79. Prelado de gran santidad, que considera al P. Fundador como santo, estando vivo, n, 80; es celoso de la observancia de las Escuelas Pías, que aquellos sacerdotes no vayan calzados, y se lo avisa al P. Castilla, Superior en Roma, lo que produce mucho provecho, n. 80. De Obispo de Ortona a Mare es hecho Obispo de Bitonto, donde hace mucho bien a las gentes, n. 82; es nombrado Inquisidor de Nápoles y del Reino por Alejandro VII, n. 83; el pueblo de Bitonto no quiere que se vaya, y durante tres días mantiene cerradas las puertas de la Ciudad, n. 84; suplicando e imprecando parte de Bitonto, danto la Bendición al pueblo, y ordena a su Maestro de Casa que lo que deja en su Palacio se lo dé a los pobres, n. 85. En Nápoles toma posesión de su cargo de Inquisidor, y es nombrado también Comisario General de la Fábrica de San Pedro, n. 86. Solicita renunciar al Obispado de Bitonto, o al Oficio de Inquisidor, o al de Comisario de la Fábrica, y en aquél le sucede Tomás d´Acquaviva, Maestro de la Orden de Santo Domingo, n. 87. Pide, con mucha humildad, que el P. Vicente [Chiave] de San Francisco le enseñe Ábaco, para saber hacer las cuentas de la Fábrica, 88; amante de los observancia regular, n. 89. Habiendo cometido un grave erros por ingenuidad el P. Cosme [Chiara] de Jesús María, General, contra la inmunidad eclesiástica, lo arregla y corrige de una manera buenísima, n. 90; con sus propias manos remienda sus vestidos, ahorrando para los pobres, n. 94; está muy contento de que las Escuelas Pías estén reintegradas, n. 97; es nombrado lugarteniente del Cardenal Ginetti, Vicario del Papa en Roma, n. 98; es nombrado Maestro de Cámara del Papa Clemente X, el año 1670. Muy amigo de las Escuelas Pías y de su Fundador, n. 99.

EGIDIO, FR., DE MARIGLIANO, Profesor, Predicador y Definidor de los Menores de la Observancia, sirve a Monseñor Crescenzio, Inquisidor del Reino de Nápoles, en su oficio, n. 86

ESCUELAS PÍAS EN ROMA. En su fundación florecen hombres de gran espíritu, entre los cuales, el H. Luis, hornero, a quien los Ángeles cuecen el pan mientras está en la oración, n. 245; florecen también los Padres: el Abad Glicerio Landriani, Viviano Viviani, Santiago [Graziani] de San Pablo, Pablo Ottonelli, Octavio Zacarías [Bianchi] de San Gabriel, Bartolomé [Bresciani, de San Francisco Egipcíaco, Pedro [Casani] de la Natividad, Pelegrín [Carrari], [de San Francisco]. etc., n. 248; el propio Instituto de éstos es dar clase, enseñar el santo temor de Dios, acompañar a los alumnos a sus casas, para que no se desvían y manchen sus almas; así se lo dice el P. Cosme [Chiara] General al P. Libelli, Maestro del Sacro palacio. N. 290; en cuántas miserias se encontraban después del Breve de 1646 de Inocencio X, n. 301; especialmente la Casa de San Pantaleón de Roma, de unas 50 personas, que se encuentra pobrísima, n. 217; en esta ocasión, el H. Carlos [Latti] de San Vito, de Campi, y el P. Juan Carlos de Santa Bárbara, proveen de pan a la casa, con gran peligro, n. 220; cuánta piedad y caridad muestra el P. Fundador en tal ocasión, n. 224. Prudencia, providencia y espíritu profético del P. Fundador en la inundación del Tíber el año 1647, el 10 de diciembre, n. 217; qué es lo que hizo para abastecer la Casa desprovista de San Pantaleón en dicha inundación, n. 217; su gran piedad y caridad en aquella ocasión, n. 228; por buena parte de Roma se andaba en Barquitas, n. 225; El agua llevaba camas, árboles, cabañas íntegras, parecía que había llegado el diluvio universal, n. 226; Curiosidad del P. Ángel [Morelli], de Lucca, y del P. Juan Carlos [Caputi] de andar por Roma a ver, muy peligros, n. 226; entre otras cosas, el agua arrastra una cuna con una niña de unos cuatro meses dentro, que, con unos ganchos, es salvada, y se encuentra viva, cuyos padres nunca la conocieron; se cree que murieron en la inundación; le proporciona la leche la Cámara Apostólica, n. 227; daño indecible, tanto en toda la Ciudad, como en la campiña, n. 228; En aquella situación, subiendo al borriquillo arriba, nunca rebuznó, como solía hacer estando abajo, n. 229.

FELIPE DE AUSTRIA, D. Príncipe moro, hecho cautivo por los cristianos, se bautiza, pero después se hace mahometano, .n. 114; envía sus bandidos contra los cristianos y hace muchos prisioneros, n. 124; se adueña de todas las cosas de devoción que encuentra un una chalupa apresada de los cristianos, entre ellas un cuadro hermosísimo del P. Fundador, n. 125; libera al P. Juan Bautista [Viglioni] de San Andrés, genovés, sacerdote de las Escuelas Pías, y le da un pliego para el Cardenal Trivulzio, el cual entregó a dicho Cardenal en Roma al P. Juan Carlos [Caputi] de Santa bárbara; dicho pliego venía de Génova, 134; muere de peste en la ciudad de Génova a los 56 años, y se publica por todas partes lo que había prometido a D. Felipe en Túnez, n. 135.

GÉNOVA. Al mismo tiempo que salió el Breve de Inocencio X, destructivo de las Escuelas Pías, en la Casa de Génova, que estaba muy floreciente, aparecen muchos disturbios, n. 2; los padres dejan el hábito; entre éstos el P. Juan [Natali] de la Virgen de las Nieves, músico excelente, que una vez dejado el hábito se llamó D. Pompeyo Natale, n. 3. Éstos seis forman una Congregación con el nombre de San Felipe Neri, con gran bochorno de los Padres que se quedaron de las Escuelas Pías, n.3; se le opone en cierta manera el P. Luis de Santa Catalina, de Carcare, y el P. Gabriel de la Anunciación, n. 5; dicha Congregación de San Felipe Neri desaparece, n. 10; D. Pompeyo Natale pone una escuela de música en Roma, donde se cree que vive aún, aunque miserablemente, pues así lo quiera Dios, n. 11;la ciudad de Génova manda ayuda a la Ciudad de Savona, destruida por la explosión extendida producida por el polvorín en el Bastión del Castillo el año 47, n. 40. El P. Luis de Santa Catalina, de Génova, manda ayuda al Convento de Savona destruido, y allí fue el P. Gabriel de la Anunciación, donde había sido Superior, n. 42.

IGNOLI, FRANCISCO, Secretario de Propaganda; gran Siervo de Dios, amigo del P. Fundador; predica el Breve de Inocencio X contra los Padres de las Escuelas Pías; debía servir para tapar los fracasos, n. 116; le informan desde Túnez que el P. Juan Bautista de San Andrés está vivo, y confiesa a los esclavos cristianos de aquellas partes, n. 117.

LIBELLI, P. DOMINGO, Maestro del Sacro Palacio, es elegido el año 1664, después de haber sido privado de ese cargo Capizzucchi, n. 292; va al Colegio Nazareno de las Escuelas Pías. N. 258; dice al P. Cosme [Chiara], General de éstas, que no es conveniente que los Padres acompañen a los niños por las calles, a lo que el P. Cosme responde que ése es nuestro Instituto, y el P. Fundador lo había puesto en las Constituciones, y él no podía ni añadir ni quitar; por esto se disgusta, y queda humillado dicho Libelli, n. 290; y queda enfadado con los Padres de las Escuelas Pías, y no quiere llevar algunas composiciones hechas por el P. Carlos [Delicto] de San Antonio de Padua en honor de Clemente IX, nuevamente elegido el año 1667, n. 291; este año 1673 es hecho Arzobispo de Avignon en Francia, por la muerte de Monseñor Ariosto, y en su lugar de Maestro del Sacro Palacio vuelve restituido el P. Capizzucchi, n. 291.

LUIS, H., Panadero, tan bueno que en el momento de la muerte desafía a todo el infierno, n. 245; y eso que era iletrado, habiéndolo aprendido en la meditación y en la oración lo que muchos teólogos no saben, n. 245; Mientras desde el horno corre a la llamada de la campanita al oratorio, los Ángeles le cuecen el pan, n. 246;por ello tiene que decir una grave culpa del P. Maestro de novicios, P. Pedro [Casani] de la Natividad, n. 246, y también mortificado por el P. Fundador, n. 248.

MAZZEI, P. CARLOS DE SAN ANTONIO DE PADUA, de Ancona, se hace de las Escuelas Pías hacia el año 1636, con otros tres paisanos suyos, n. 60; se salen los otros tres de la Orden en los tiempos de tantos disturbios, y él sigue firma, ni quiere aceptar ningún otro oficio fuera de ella, n. 101; doctísimo y virtuosísimo, n. 102; vive en este año de 1673, n. 102.

RIDOLFI, P. dominico, privado del Generalato, con gran paciencia y méritos, n. 266; su contrario fue el P. Miguel Mazzarini, que fue Maestro del Sacro Palacio, y después Cardenal, n. 267.

SALAZAR MALDONADO P. PEDRO FRANCISCO DE LA MADRE DE DIOS. Napolitano, Superior y fundador de la Casa de Cagliari en Cerdeña, va a Roma el año el año santo de 1650 a hacer sus devociones, y procura un cuadro bellísimo del P. Fundador, n. 118, y algunas imágenes del mismo en papel, y 50 libritos de la oración funeral pronunciada por el P. Camilo [Scassellati] de San Jerónimo, n. 121; recibe del P. Juan Carlos de Santa Bárbara dos ampollitas de sangre del Fundador, y, al volver a Cagliari, a dos millas de la Ciudad es asaltado por las fustas moriscas, y, abandonada la chalupa y todas las cosas, apenas se salva con los demás pasajeros y marineros, n. 124; sobre dicha vasca tenía el Padre 1000 ducados en cosas, n. 124; burla que hace al Clérigo Ignacio, de Cagliari, su Compañero en el viaje de Roma, n. 136; riñe a su Compañero por querer hacer las cosas a su manera, n. 137; salvó de la huida de la chalupa las dos ampollitas de la sangre del P. Fundador, que llevaba encima por devoción, n. 145.

SAVONA. La Casa de Savona acosada por los Padres carmelitas, a causa del Breve de 1646, destructivo de la Orden de las Escuelas Pías, n. 12; Los Padres de dichas Escuelas acuden en ayuda de Monseñor Francisco María Spinola, Obispo de Savona, teniendo en contra a los ciudadanos, n. 13; él los consuela y se ofrece a ayudarlos, n. 14. Rayos y relámpagos caen sobre el Castillo de Colombara y prenden fuego a la pólvora; causa grandes daños al Castillo que salta por los aires, con la muerte de cuantos estaban dentro, n. 17;caen sobre la pólvora del Bastión de Savona, causando infinitos daños, especialmente la ruina del Monasterio de las Escuelas Pías, donde mueren seis Padres; el decir: Pedro Pablo [Berro], de Savona; Bartolomé [Rembaldo]; Juan María [Arascario]; José Rocca, de Savona; Octavio [Barberini], de Génova; y Jacinto [Ferro]; de la Ciudad murieron más de mil, n. 22. Los de Savona intentan que del Bastión se quite la pólvora, pero no lo consiguen, n. 18; en julio de 1648 un rayo que cayó sobre la pólvora del Bastión arruina casi toda la Ciudad, n. 19; contraria a los Padres de las Escuelas Pías, por ser destruido el Convento y la Orden reducida a Congregación; pero el Obispo siempre les fue favorable, n. 46; queda expuesto en la Catedral el Smo. Sacramento durante 14 meses, en los cuales la Ciudad estaba atemorizada, viéndose a veces en el aire caballos desenfrenados con ejércitos armados, etc., que causaban grandísimo terror, n. 51. Gran terror en aquella Ciudad el 28 de agosto de 1648, n. 52; porque habían caído tantos sufrimientos sobre la Ciudad, quizá porque había expulsado al Obispo, n. 54; comienza un gran pleito entre la Ciudad y los Padres de las Escuelas Pías, y por qué, n. 57. Seis Padre de la Casa de Savona mueren bajo los muros caídos por el rayo caído sobre el polvorín del Bastión, n. 22; algunos quedan vivos; un Hermano franciscano Reformado que había estado allá por la tarde, recibido por haber sido Religioso de las Escuelas Pías, antes de hacerse Reformado, n. 33; el P. José [Varazio] de San Joaquín y un Clérigo, que fue milagrosamente fue encontrado vivo bajo les ruinas, n. 36; contó que la Santísima Virgen le había sujetado por los pies, n. 26; aunque toda la Iglesia cayó y fue destruida, pero los utensilios sagrados quedaron intactos, n. 37.

Agnus Dei: Gran virtud tuvieron aquéllos que dispersaron las horrendas nubes de Savona el año 1648, año de mucha tristeza en aquella Ciudad, n. 51.

VANNUCCI, COSME, limosnero del Papa Inocencio X, gran amigo del P. Fundador, n. 103; el año 1648, el 27 de julio, fiesta de San Pantaleón, quiere comer con el Fundador, cuando tenía la edad de 75 años, pero estaba robusto, n. 104; esta comida fue causa de una enfermedad, y de la que después murió, n. 107. El día 20 de agosto de 1648, viendo que se moría, le pide la gracia de poder seguirlo él también, lo que obtiene a los 8 días de la muerte del P. Fundador, n. 211; en lugar de una vela, recibe un bonete del Padre y se conforma, n. 212; besa con grandísima reverencia las manos y los pies del Fundador, muerto con gran edificación de toda la gente presenta, n. 212. Muere a los ocho días y es sepultado en la Iglesia de San Jerónimo de la Caridad, en la Plaza Farnese, habiendo sido Limosnero Pontificio desde Paulo V hasta Inocencio X, n. 215; en la inundación del Tíber del año 47 ayudó abundantemente a los Padres de las Escuelas Pías de San Pantaleón, n. 225.

VARAZIO, P. JOSÉ DE SAN JOAQUÍN. Cuánto padeció en Savona con los demás Padres de la Casa, a causa de las explosiones de julio del año 1648, n. 20; le cae la celda encima y sale milagrosamente vivo, al encomendarse calurosamente a San José y a San Felipe Neri, n. 23; es el único sacerdote que queda en la Casa de Savona después de la ruina del Convento, y no quiere abandonarlo, animado hasta con dinero, para que se fuera, n. 41; queda tan atónito y asustado, que aun en sueño decía: -“Huyamos, huyamos”, n. 50; el recuerdo de aquel terremoto le duró durante 12 años. n. 53; este año de 1673 se encuentra en la Casa de la Duchesca de Nápoles, n. 53.

VIGLIONI P. JUAN BAUTISTA DE SAN BERNARDO[Notas 1], genovés, llamado el Moro; se ordenó de sacerdote en Frascati; ordenado sacerdote por el P. Cipolletta siendo Hermano, va a Roma el 30 de julio de 1648, cuando el P. Fundador comenzaba a estar enfermo de la última enfermedad. Le dice “benecicite”, porque quiere ir a Génova, su Patria, lo que el P. Fundador le aconsejó, quiso ir después de la muerte de aquél, y por el camino cayo esclavo de los moros de Túnez, n. 111. Es llevado a Túnez a D, Felipe de Austria, que hacia el año 1648, cogido prisionero por los cristianos, fue bautizado, y el gran Felipe IV, Rey de España le puso su propio nombre y apellido, n. 114. Recibe el cuadro del Fundador de manos de Felipe, n. 126; Procura del Bajá de Túnez, o de los tunecinos, poder exponer aquel cuadro a la devoción de los cristianos esclavos, n. 129; rezan el Rosario y otras oraciones, n. 130; es liberado de la esclavitud por medio de D. Felipe, y va a Sicilia y después a Génova, y desde allí escribe al P. Castilla, Superior de San Pantaleón en Roma, y le envía una plica de cartas de D. Felipe, para que las entregue al Cardenal Trivulzio, n. 133. Muere en Génova de peste el año 56, n. 133.

WASTINGO, P. LUCAS, de Hibernia, Menor de la Observancia, gran Doctor y Cronista de su Orden; visita afectuosamente al P. Fundador enfermo; es gran admirador de su virtud, paciencia y santidad, n. 262; elogia muchísimo sus sufrimientos en tiempo de la persecución de Mario [Sozzi], porque nunca se cesó en su mal, n. 263; funda en Roma el Convento de San Isidoro de los de Hibernia, admirablemente, sin un céntimo, n. 263; da una cantidad de sus obras al P. Juan Carlos [Caputi] de Santa Bárbara, para la Casa de San Pantaleón, por afecto al P. Fundador, n. 263.; en su muerte, el año 1657, 18 de noviembre, da gran muestra de su santidad, n. 263; besa las manos al Fundador y le pide su bendición, n. 264; dice al P. Cándido, Maestro del Sacro Palacio que el Fundador había llegado al estado de inocencia, n. 265.

Notas

  1. Se trata del P. Juan Bautista de S. Andrés, en el siglo Juan Bautista Viglioni, de Génova, con el sobrenombre de «El moro», vistió el hábito calasancio el 15 de noviembre de 1634 en su ciudad natal como Hermano Operario y allí también emitió su profesión solemne el 13 de abril de 1637. Va a Roma llamado por Calasanz a finales de marzo de 1640, donde permanece durante varios años, teniendo muchas dificultades con los adversarios del Fundador, en especial con el P. Cherubini y con el P. Nicolás María Gavotti. Se ordena sacerdote después de la reducción inocenciana, en la primera mitad del año 1648. Durante este año lo encontramos en Frascati y en 1649 cae en manos de los piratas. Liberado, vuelve a Génova y muere de peste el 24 de junio de 1657 (cf. EHI. 2221-1).