ViñasEsbozoGermania/Cuaderno04/Cap27
Capítulo 27º. Sobre el P. Camilo Scassellati de S. Jerónimo y algunos religiosos que se convirtieron en piedras angulares del segundo periodo en Germania.
Antes de hablar de hombres tan famosos por su piedad y su erudición, que habían bebido el espíritu calasancio bien en Roma, bien en Germania, de los venerables padres enviados allí por el Santo Padre José, y que deben ser considerados con justa razón por la fama de santidad y nobleza como las piedras angulares del segundo periodo de las Escuelas Pías en Germania, como religiosos que ejerciendo nuestro ministerio de manera más gloriosa y fructuosa en su tiempo contribuyeron admirablemente con su palabra, su dirección y ejemplos a la conversión de los herejes, es necesario referir brevemente aquí la vida egregia del hombre admirable que, tras el fallecimiento de Juan García, se convirtió en el General de toda la Orden.
Camilo Scassellati de S. Jerónimo nació en Urbino el año 1611, e ingresó en la Orden el 1 de mayo de 1626. Seguidor de nuestro Santo Padre, entre las tristes vicisitudes y gravísimas tempestades se mantuvo inmóvil como la roca Marpesia. Estaba adornado de una gran erudición, y era muy versado en las artes liberales. Pues después de haber enseñado en las clases inferiores, enseñó letras humanas y fundamentos de elocuencia romana durante muchos años, con gran fama personal, en Pisa y en el Colegio Nazareno, donde puesto al frente manifestó su gran prudencia, destreza, vigilancia y fortaleza en los tiempos duros. Para que brillara más, cuando en 1656 el P. Juan García fue hecho Superior General de las Escuelas Pías por un trienio por decreto del Romano Pontífice, él mismo obtuvo merecidamente el puesto de Asistente.
Luego el año 1659 nuestro P. Camilo fue elegido y proclamado de viva voz por los padres reunidos en Capítulo Supremo Moderador del instituto en la primera votación, cargo que ejerció durante un sexenio con singular prudencia, celo y seriedad. Terminado el sexenio, volvió a dirigir durante otros tantos años el floreciente Colegio Nazareno de Nobles, de modo que en él floreció enormemente el aumento tanto de las letras como de la piedad. En los años 1671 por un decreto de Clemente X y en 1677 por elección del Capítulo, de nuevo fue nombrado Asistente General, bajo los gobiernos de los PP. José Fedele y Carlos Juan Pirroni, y brilló mucho por la madurez de consejo, agudeza de juicio, singular virtud y perspicacia. Fue merecedor de gran alabanza en el mundo de las letras, por los muchos libros de arte retórica que compuso y publicó.
En los tiempos crueles de la guerra permaneció fiel al Santo Fundador, en Pisa y en Roma, y fue él quien oyó las palabras de contrición del P. Esteban Cherubini cuando estaba en el lecho de muerte, y las comunicó al atribulado fundador, y oyó de la boca del paciente y misericordioso padre estas palabras: “Te perdono de todo corazón, te perdono de todo corazón; así me perdone Dios a mí mis pecados”. Palabras que marcaron el tierno corazón del P. Camilo, de modo que cada vez que las recordaba se echaba a llorar.
Terminado el recorrido de su vida, el religioso pasó de estas tinieblas a la luz sempiterna, en Roma, el 21 de mayo de 1678, dignísimo del recuerdo de los buenos.
Después de rendir tributo a la memoria del P. Camilo Scassellati, el primero de quien hay que hablar es del P. Pablo Frankovics, alias Hovrath, de la Natividad de la B.V.M., nacido el 25 de enero de 1624 en Szakolcza, diócesis de Esztergom. Entró en la Orden el 8 de septiembre de 1640. Después de completar sus estudios y ganar méritos en la práctica escolar, fue nombrado rector de Rzeszów y Prievidza, cuyos planos, que él dibujó, se conservan en el Archivo General. En el Hemerologio del P. Rodolfo Brasavola se dice de él: “sacerdote de exacta observancia y famoso por muchas virtudes, y principalmente porque era amantísimo del silencio”. Con cuánto amor trataba a sus súbditos, los testimonios durante sus funerales lo expresan. En el archivo citado hay una obrita del P. José Warzechswic de la Madre de Dios, titulada Corona de composiciones sagradas y políticas en alabanza del Doctor de las Gentes, el divino Apóstol Pablo, dedicada como servicio al Muy R.P. Pablo de la Natividad de la B.V.M. Provincial de Polonia y Hungría, el 19 de junio de 1672. También hay otro librito titulado Honor Circularis Hexasticha, que contiene unas Assertiones Summulisticas, con las cuales nuestros juniores aplauden al P. Pablo Francoviks, provincial, el 5 de diciembre de 1675. Vale la pena citar aquí sus nombres; algunos de ellos merecerán ser citados en este Esbozo mío. Se trata de Lucas Mösch de S. Edmundo; Wolfang Zuikauer de Sta. Isabel; Wenceslao Raussek de S. Lorenzo; Benito Scholtz de S. Catalina Virgen y Mártir; Carlos Artuer de S. Andrés; Edmundo Eder del Niño Jesús; Gabriel Sczaconicki del Ángel Custodio; Ladislao Zarskowski de la Concepción y Leopoldo Pamer del Ángel Custodio.
A causa de su singular prudencia y su pericia para gestionar las cosas, fue dado como Asistente al Rvmo. P. Carlos Juan Pirroni, Prepósito General. Terminada su tarea en Roma, mientras volvía a su patria espera en Venecia a una sobrina suya que se iba a casar, y de cuyas cosas se ocupaba, por lo que se separa de los otros compañeros. Llegó solo a Viena, donde fue sorprendido por el asalto de los turcos, y en parte por la fatiga y en parte por el temor cayó enfermo, y el 26 de agosto de 1683 murió piadosamente, y fue sepultado en el cementerio de San Esteban. Había escrito un Método Breve en dísticos latinos para avanzar en la religión, para uso de los novicios de las Escuelas Pías (Cf. Ephemerides Calasanctianae, año III, fasc. IV, en el Archivo General).
El segundo que proponemos como ejemplo de admiración e imitación es el P. Miguel Krausz de la Visitación de la B. V.M., a quien el P. Juan Crisóstomo Salistri describió con pocas palabras, diciendo de él que era “hombre cuadrado, de cabello blanco, conocido de todos, religiosísimo, integérrimo”[Notas 1].
Nació en Podolín el 20 de septiembre de 1628, y recibió allí mismo nuestro hábito el 21 de septiembre de 1650, de las manos del Ven. P. Juan Domingo Franchi, rector y maestro de novicios. Fue ordenado sacerdote en Hebdov por el Ilmo. D. Luis Stompkowski, obispo de Heliópolis. Después de enseñar en las escuelas de pequeños con gran acierto, enseñó Poesía y Retórica en varias casas de nuestro instituto con gran fruto de sus alumnos, y se dedicó con dignidad a la oratoria sagrada. Con ocasión de la inauguración de la casa de Rzeszów, cuya fundación ya dije que asumió el P. Alejandro Novari de S. Bernardo, nuestro P. Miguel dijo un discurso en el comienzo del curso de estudios, que agradó tanto al fundador el Conde Lubomirski que envió a sus hijos Jerónimo y Alejandro (que luego se convertirían en famosos héroes y ciudadanos de su patria) a estudiar a nuestra escuela. Allí mismo en el mes de enero del año 1660 estrenó una obra dramática con gran aplauso, titulada Junio Bruto, vengador de la libertad romana.
Parecía que estaba hecho para educar a la juventud, por lo que no tiene nada de extrañar que cuando el P. Juan Domingo Franco eligió Podolín como lugar para educar y formar a nuestros jóvenes religiosos, primero en letras humanas, y luego en filosofía, eligiera como profesor al padre Miguel Krausz.
A causa de sus muchas dotes, y su insigne modestia, acompañada de prudencia y caridad, fue nombrado rector de varios colegios, concretamente de Rzeszów, Chelm y Podolín, y desempeñó su cargo de manera brillante, y además fue nombrado Provincial dos veces. Enemigo del ocio, publicó muchas obras, y dejó muchas más manuscritas, entre las cuales destaca la Historia de la Provincia de Polonia, obra hecha con mucho trabajo, primera fuente de precio inestimable para la historia de los colegios y de toda la provincia, en la cual nuestros historiadores pueden obtener informaciones, presentadas con mucha ponderación y juicio. De esta obra, que narra la historia de dicha provincia desde el año 1642 hasta el 1686, existe un ejemplar manuscrito en el Archivo Provincial de Budapest; el original se conservaba en el Archivo Provincial de Varsovia, según el P. Domingo Chonynacki de S. José.
Gastado al final por los trabajos y la edad, y privado de la luz de los ojos dos años antes de morir, resignado a la voluntad de Dios en medio de las muchas debilidades de su ancianidad, centrado especialmente en la devoción a Stmo. Sacramento, el 18 de marzo de 1703, después de reconciliarse con Dios con el sacramento de la Penitencia por la mañana, y de recibir devotísimamente la comunión en la iglesia, por la tarde, hacia la hora sexta, tuvo un ataque de apoplejía y perdió todos los sentidos tres horas después en Cracovia, siendo el decano de la Provincia de Polonia.
El tercero de los nuestros propuesto como ejemplo y digno de alabanza es el Muy Rev. P. Adalberto José de Sta. Teresa, en el siglo Juan Siewierkewicz, nacido en Limanowa, en Polonia, el 20 de septiembre de 1633. Ingresó en la Orden el 23 de abril de 1654, recibiendo nuestro hábito de manos del Ven. P. Juan Domingo de la Cruz, en Podolín, donde emitió su profesión el 10 de septiembre de 1656. Fue ordenado sacerdote en Varsovia el 28 de diciembre de 1658 por el Ilmo. D. Nicolás Oborski, sufragáneo de Cracovia. Se dice de él en el Hemerologio: “El 14 de septiembre de 1693 falleció el Lowicz en Polonia el Ven. P. Adalberto José de Sta. Teresa, sacerdote, que brilló por su celo por la observancia regular, y por la pureza de costumbres, que se hizo todo para todos con ardiente caridad, sin que nadie fuera excluido por su ardiente corazón. Fue predicador apostólico, avidísimo de la salvación de las almas. Fundó nuestros colegios de Lowicz, Wielun y Dabrowica, y transmitió sus virtudes a sus religiosos”. Con similar encomio se le recuerda con el título “Fervor por la salvación de las almas” en el librito Siervos de Dios venerables y memorables de los CC.RR. de las Escuelas Pías desde su fundación hasta el año 1717”[Notas 2]. Gobernó la provincia de Polonia y Hungría después del P. Miguel Krausz.
El cuarto hombre ejemplar que propongo fue diligente y exacto en la administración de todos sus cargos, concretamente como rector, asistente, vocal en Roma, viceprovincial de Germania y finalmente viceprovincial de Lituania. Este fue el P. Francisco de Jesús María, en el siglo Adalberto Haligowski, nacido en Dobczyce el 9 de abril de 1629. Entró en nuestra Orden el 28 de octubre de 1651. Se dice de él en el Hemerologio: “Sacerdote ejemplar, practicante y promotor celoso de la observancia regular. Entre otras virtudes de piedad y religión destacó por su devoción al Santísimo Sacramento, cuya visita practicaba frecuentemente”. Con sus fuerzas desgastadas por la edad era asiduo en las meditaciones y otros ejercicios habituales de nuestra Orden, sin que se lo impidiera la edad decrépita; era asiduo para oír confesiones, y, lleno de días, esperaba la muerte. Unos días antes de que ocurriera se le veía fresco y lleno de vida, hasta que al final se le acabaron las fuerzas de repente, y se extinguió. Lo encontró plácidamente compuesto en el lecho un criado que casualmente pasaba por allí, e inmediatamente fue a notificar su muerte a los religiosos. Descansó en el Señor en nuestra casa de Rzeszów el 16 de marzo de 1712, siendo el decano de una y otra provincia.
Sea el quinto varón que citaremos entre los venerables de nuestra Orden aquel de quien se hizo este elogio: “El Venerable Siervo de Dios P. Nicolás de la Concepción de la B.V.M., Hausenka de apellido, nacido en Litomysl, bohemo, que había trabajado esforzadamente en el Evangelio por la conversión de los húngaros, para aumentar considerablemente el interés del talento que le había entregado el Señor, y fue un siervo fiel, con celo por el instituto, don de oración y sublime contemplación de las cosas celestes, recibió el premio merecidísimo al fallecer en Radom, Polonia, a la edad de 46 años”.
El P. Nicolás Agustín de la Inmaculada Concepción de la B.V.M., en el siglo Nicolás Jorge Hausenka, nació el 22 de marzo de 1637. Recibió el hábito para clérigo en Litomysl el 6 de diciembre de 1654, del superior P. Carlos Patera de Sta. María, e hizo la profesión de votos simples en el mismo lugar el 2 de abril de 1657 en manos del mismo P. Carlos. Fue ordenado sacerdote el 2 de abril de 1661 en Brezow por el Ilmo. D. Estanislao Sarnowski, obispo de Przemysl.