Debrecen (HU) Colegio y parroquia

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Colegio e iglesia escolapios en Debrecen
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Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual

Datos

Demarcación Hungría

(1719-1950)

Historia

Era Debrecen ciudad calvinista desde 1562 y se la consideraba como la «Roma calvinista» de Hungría. Ciudad muy rica y poderosa. No se permitía apenas a los católicos establecerse en ella; mucho menos a los religiosos. Introdujo allí las Escuelas Pías en 1719 don Juan Bakó, que era de familia pobre y había estudiado en el colegio escolapio de Privigye en su infancia. Gracias a tal educación, pudo seguir estudios y llegó a ser obispo de Makár y canónigo de Varad. La casa de Debrecen se abrió el 17-1-1719 con todos los permisos gubernativos. La labor de los escolapios no sólo se realizó en la escuela; poco a poco lograron, en medio de infinitas dificultades y persecuciones, un creciente número de conversiones. Las primeras conquistas elevaron a veinticinco el número de los conversos; entre ellos figuraban algunos jóvenes de la nobleza, que venciendo la oposición de sus padres, abjuraron públicamente de la herejía, se acogieron al colegio para instruirse y después ayudaron en la docencia. Se dio a los escolapios una antigua parroquia. Eran tan sólo tres los religiosos al comienzo y vivían con gran estrechez económica. Pronto se hicieron obras de adecentamiento. El capital fundacional no era grande y fue, no obstante, objeto de pleito a la muerte del fundador. Las cargas impuestas eran de una misa diaria y de instruir a la juventud. Poco a poco lograron aumentar el número de religiosos hasta cinco, venciendo las dificultades que oponían las autoridades ciudadanas. Tenían contratados ocho seglares para atender la casa, huerta, ganado, etc. Pronto abrieron internado para una decena de muchachos de la nobleza. La biblioteca fue cuidada celosamente, aumentándose de año en año el número de libros. En las escuelas se enseñó desde las primeras letras hasta la sintaxis inclusive. En 1724 se iniciaron obras para levantar colegio. Pero las Escuelas Pías en Debrecen se sentían ahogadas entre la muchedumbre de herejes que constituían allí casi el mayor contingente de Hungría, y frente a la Universidad, y a los predicadores calvinistas... Con todo fueron creciendo y lograron montar floreciente internado. En el archivo general de San Pantaleón se conserva un atestado auténtico del cabildo catedralicio, que recogió las declaraciones de tres alumnos, que vieron en el colegio al Niño Jesús moviéndose en la hostia consagrada en una misa en el año 1729 (Reg. Prov. 55). En este mismo año el colegio alimentaba gratis a treinta o cuarenta estudiantes pobres. Ayudaba económicamente a los católicos pobres, a los transeúntes y peregrinos, no sólo en lo espiritual, sino también en lo económico. En 1735 tenía la casa ocho o nueve religiosos y empleaba casi doble número de criados. En 1750 el edificio constaba de tres pisos; el número de religiosos era ya diecisiete y gozaban de cierta comodidad. El templo era bastante grande y capaz.

Las enseñanzas iban desde la lectura y cuentas hasta la sintaxis y la geografía; el alumnado, con todo, no pasaba del centenar de escolares, pues la ciudad seguía siendo en su inmensa mayoría protestante y los estudiantes católicos no hallaban alojamiento en ella. El internado, aunque numeroso, no era asequible a todos. En dicho año 1766 consta que el colegio empleaba en la enseñanza dos globos geográficos, una esfera amular, muchos mapas geográficos, un telescopio, microscopio, cámara oscura, cámara óptica, lámpara mágica, etc. Es decir, poseía los adelantos más llamativos de la época. Se estaba, pues, al día; o, por mejor decir, en las avanzadillas de la enseñanza. Con auge creciente llegó al año 1784, en que José II, emperador de Austria, en su despotismo, privó al colegio de los bienes destinados al internado y los repartió entre algunos estudiantes. A pesar de ello el colegio siguió prosperando en los años siguientes, si bien luchando contra las dificultades y vaivenes de la política del siglo XIX, especialmente de la fracasada rebelión de 1848. En la época del absolutismo (1848-1867) luchó contra la «germanización» de Hungría mediante la escuela. Desde 1781, junto con los colegios de la Provincia húngara, había quedado separado de Roma; de ahí la carencia de documentos sobre el mismo en el archivo general. Con todo, se conocen algunas estadísticas del siglo XIX. Llegaba con relativo empuje a finales del siglo con una cifra de alumnos jamás anteriormente alcanzada; siguió incrementando y, a medida que crecía el hambre de cultura, se elevaba la cifra de alumnos. Ya en el siglo XX figuran en los catálogos más de 500 alumnos en plena primera guerra mundial, y 700 en el curso 1928-1929. Llegó el año 1932 con igual vitalidad; en 1938 tenía cuatro clases de bachillerato superior, floreciente escuela de comercio y nutrido internado. Tras la segunda guerra mundial comenzaron las hostilidades, pues en el ministerio de Educación predominaba el pensamiento comunista en los puestos efectivos. En 1948 fue arrebatado a los escolapios por el Estado y los religiosos se dedicaron desde entonces a labores pastorales.

Bibliografía

  • Regestum Provincia 55.

Redactor(es)

  • Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I