Glicerio Landriani

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Lápida del sepulcro de Landriani en la Iglesia de S. Pantaleón de Roma

Procedencia

Demarcación Romana

Cualidades

Venerable de la Orden.

Fechas

Milán 1588, Roma 15-2-1618

Biografía

Pariente por vía materna de San Carlos Borromeo y por vía paterna de San Glicerio, antiguo Arzobispo de Milán. Educado con finura cristiana por sus piadosos y cultos familiares, sigue la carrera clerical y, recibidas las órdenes menores, toma posesión de la Abadía de San Antonio de Placencia a la que su tío Marilio Landriani renunciaría en favor de aquél. A los 19 años se traslada a Roma para perfeccionar sus estudios teológicos. Vive a la sazón en el palacio ocupado por su hermano mayor Fabricio, el cual ostenta altos cargos civiles, declinando un tanto el fervor de Glicerio; mas tras la represión de que es objeto por parte de sus atentos familiares, se rehace y su conversión alcanza límites nada comunes en la vida interior, mortificación, celo por el bien espiritual de las almas, singularmente en la atención a doncellas cuya inocencia peligraba y mujeres extraviadas. Abandonando por propia decisión el palacio y comodidades ofrecidas por su hermano, vive pobremente con varios compañeros de apostolado. Con celo de joven catequista y edificado por la caridad que San José de Calasanz desplegaba en la educación de los niños y adolescentes, Glicerio pide ser admitido en la incipiente Congregación Escolapia el año 1612. Junto con Glicerio, clérigo y Abad, y animados por él ingresan en la misma Institución los sacerdotes Diego López, Francisco de Vas, P. Bayona, P. Jorge y el seglar Francisco Selvaggi que había estado al servicio del Abad Landriani. Las cuantiosas rentas y bienes de Landriani fueron objeto de constantes limosnas y obras de caridad; cuando no tenía otra cosa para dar, se desprendía de sus propios vestidos y calzado. Su caridad se extendió a toda suerte de personas: seglares y clérigos, sanos y enfermos, niños y adultos. La vida extremadamente mortificada a que su celo le condujo, finalizaba con incurable enfermedad y fuertes achaques a la edad de 30 años. Fue tal el concepto de santidad que sus contemporáneos se formaron de él, tantos los hechos milagrosos que acompañaron su vida apostólica, que el mismo San José de Calasanz no perdonó diligencia por ver introducida su causa de beatificación en la Sagrada Congregación de Ritos, lo que se logró sólo dos años después de la muerte. José de Calasanz, objetivo especialmente en este punto y parco en elogios, escribió sobre Landriani: «en 1617 a 2 de julio vistió el hábito de novicio en la Congregación y a 15 de febrero de 1718 a las dos de la madrugada murió en opinión de santidad».

Obras

Bibliografía

  • Armini, A., Vida del venerable escolapio P. Glicerio Landriani de Cristo. Madrid 1887
  • LLA-I, 169-221
  • B 1, 287 ss, 310-311
  • Mistrangelo, Il Ven. G.L. delle S.P. Florencia 1912, p. 432.

Redactor(es)

  • José Unanua, en 1983, artículo original del DENES II