GinerMaestro/Cap14/10

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14.10. Traslado a la Plaza de San Pantaleón

En el minucioso Informe de 1623 sigue anotando Calasanz una fecha más y un acontecimiento histórico: 'De dicha casa que tienen hoy los dichos Padres (teatinos) de S. Andrés ‘della Valle’ se cambiaron las Escuelas Pías a la Plaza de S. Pantaleón, a casa del Sr. Octavio Mannini, el día primero de noviembre de 1605, de la que pagaban 350 escudos de alquiler, donde habitaron casi siete años. Y la santidad de Pablo V de feliz memoria ayudó siempre a pagar dicho alquiler.[Notas 1] Berro completó la noticia, dando la razón del traslado y sus resultados positivos: “Y como ni siquiera la casa de Mons. Vestri de Comitibus Cunei era ya capaz al crecer día a día los alumnos, se trasladaron las Escuelas Pías a la Plaza de S. Pantaleón, cerca de la Plaza Navona donde por su mayor comodidad crecían cada vez más en número los alumnos y aun los Operarios'.[Notas 2]

Ese continuo crecimiento de alumnos volvió a excitar envidias, que se tradujeron en acusaciones, calumnias y memoriales. El decidido protector de.las Escuelas Pías, Clemente VIII, había muerto en marzo de 1605, y le había sucedido León XI, quien por haber sido protector de la cofradía de la Doctrina Cristiana, conocía muy bien a Calasanz. En su presencia, como cardenal Alejandro de Médicis, se celebró la memorable votación en que Calasanz pensó salir presidente, pero quedó en tercer lugar. Mucho esperaba, pues, de este nuevo papa en favor de sus Escuelas Pías, pero sólo duró veintisiete días. Nuevo conclave y nueva elección. Esta vez fue el cardenal Camilo Borghese, con el nombre de Pablo V, que conocía también al P. José, desde los años en que fue cardenal vicario.[Notas 3] No tuvo tiempo de lamentar la muerte de León XI, pues mucha más satisfacción le produjo la elección de Pablo V y la manifestó con un artístico pergamino que pensaba ofrecerle en nombre de sus niños y que por causas desconocidas quedó en el Archivo General de la Orden.[Notas 4]

Si los adversarios de las Escuelas Pías creyeron que con el nuevo papa conseguirían sus propósitos, se equivocaron, pues resultó ser el más decidido protector de Calasanz y sus Escuelas. No obstante, parece ser que para apaciguar los ánimos y tranquilizar incluso su propia conciencia, designó a algunos cardenales para que visitaran de nuevo las Escuelas Pías y le informaran debidamente.[Notas 5] Mas quien le disipó las posibles dudas y abogó decididamente en favor de Calasanz fue el carmelita P. Juan de Jesús María, muy apreciado por Pablo V y gran amigo del P. José, junto con los otros venerables carmelitas de la Scala.[Notas 6]

Estas nuevas acometidas contra las Escuelas Pías decidieron a Calasanz, quizá aconsejado por el P. Juan y amigos, a pedir al papa un cardenal protector para su 'obra', a lo que accedió gustoso Pablo V, nombrando al cardenal Ludovico Torres, de Monreale, con fecha del 24 de marzo de 1607.[Notas 7] Tanto en la súplica de Calasanz como en el Breve pontificio se dice que las Escuelas Pías han sido instituidas para los pobres, sin aquilatar más.[Notas 8] Y en la carta de saludo y felicitación que Calasanz dedicó al protector aparecen ya conceptos que repetirá luego en varios documentos y cartas, con los que justifica la importancia de su institución docente, apoyándose en la Sagrada Escritura, los Concilios y la experiencia, haciendo incluso hincapié en la utilidad de educar a los niños “a teneris annis”, y viendo en esta dedicación a los pobres y a los más pequeños el cumplimiento de los deseos del Señor.[Notas 9]

Poco duró la protección del cardenal Torres, pues murió el 8 de julio de 1609[Notas 10] y en esos dos años apenas si tenemos noticias de su actuación, salvo su generosidad. Dice Berro que 'daba cada mes diez escudos y otras gruesas sumas entre año'.[Notas 11]

Durante los siete años que permanecieron las Escuelas Pías en el palacio Mannini, no obstante la campaña de desprestigio ya recordada siguieron gozando de la estima de los grandes, y recibiendo sus frecuentes visitas y sus muestras de admiración. Berro se expresa así:

'… y el buen olor de las virtudes de los Operarios y particularmente de D. José con su admirable modo de dirigir a tan numeroso ejército de muchachos de toda edad, atraía a toda clase de personajes a visitar las escuelas y encomendarse a sus oraciones y a asombrarse de tan gran Obra. Entre los cuales yo sé que estuvieron más de una vez los Emos. cardenales Mellini, Lancellotti, Aldobrandini, Borghese, Tonti, Lanti, Torres y otros, además de muchos y muchos Prelados, Príncipes y Embajadores regios'.[Notas 12]

Notas

  1. EGC II, p.171. Calasanz es muy preciso al decir que Pablo V 'ayudó siempre a pagar dicho alquiler' pues de los siete años que allí habitaron (1606-1612) sólo pagó los 350 escudos anuales el Papa los años 1609 y 1610 en dos plazos de 175 escudos; en los demás años sólo 'ayudó': en 1606 dio 312,50; 175 tan sólo en los años 1607 y 1608; 300 en 1611 y 200 en 1612. En 1612 se compró la casa de San Pantaleón, terminando el pago de alquileres. No obstante, desde 1613 continuó Pablo V y luego sus sucesores dando a las Escuelas Pías 200 escudos anuales en dos plazos: uno en S. Juan y otro en Navidad. Todo ello consta minuciosamente en dos relaciones autógrafas de Calasanz, casi exactamente idénticos, cuyo título dice 'Elemosine datte (sic) dalla fel. men. di Paolo Quinto et Gregorio XV et anco di Urbano 8º alli Padri delle Scuole Pie per suventione dell'opera et massime per pagar la pigione della casa'. La lista va desde 1600 hasta 1624 (cf. RegCal, XII, 33 y 34).
  2. BERRO I, p.79-80.
  3. De la estima que por él sentía da testimonio Berro: 'l'Emo. Sig. Cardinale Camilo Borghese Vicario del Sommo Pontefice, desideroso molto della riforma delle monache e d'introdurre in quelle la vita commune conforme santamente ordina il S. Conc. di Trento, elesse a tale effetto il nostro Calasanzio per il Ven. Monasterio di S. Silverio in Campo Marzio, come confessore di quelle Madri…' (BERRO I, pp. 66).
  4. El P. Bartlik lo describe así: 'Artificis nimirum penicillo fecit aedis Lauretanae formari effigiem, in cuius medio Deipara, hinc S. Anna, illinc S. Josepho stipata caelesti Patri sublevatum offerebat filiolum. A fronte stabant Scholarum Piarum diicipuli capita submisse inclinantes, ad quos directi e nubibus Genii cum epigrafhe: ‘Vos cum oblato offerte’ Propylaeum autem ornabat haec inscripto: ‘Santae Domus Lauretanae pium Mysterium, pueri Sch. P. venerabundi tam pro se, quam pro Smi, Domini Pauli V longaevitate, ac S. Rom. Eccl. felici statu deprecantur. Romae anno 1605, mense Maio’ (Pablo V fue elegido el 16 de mayo de 1605). Et subscriptio sic munusculum adornabat:Excipe Virgo simul, quae fert pia vota precantum. Casta Cohors, Summo defer et ista Patri. Sic tua nutantes sustentet dextera mentes. Te Duce nec tenebras sentiat ulla suas'. (B. BARTLIK, ‘Annales Ordinis nostri’: EphCal 3 [1933] 102-103). Probablemente los dísticos y la dedicatoria en latín fueron obra del latinista P. Gaspar Dragonetti.
  5. Según Berro, además de los maestros municipales y el rector de la Sapienza, con quienes se relaciona la visita de Baronio y Antoniano, hubo 'otros', no mejor identificados, cuyas denuncias llegaron hasta una Congregación de cardenales 'con pretesto che che li Maestri (de las Escuelas Pías) essendo ignoranti potessero insegnare alli figluoli errori contro la S. Fede'. Y el Card. Alemanno salió en defensa de los calumniados, pues pocos días antes había estado de visita en dichas escuelas. Berro no recuerda más 'visitadores apostólicos' y aun en este último incidente parece anterior a la elección de Pablo V, pues, a continuación, escribe: 'Nel principio del Pontificato di Papa Paulo V ne fu anche malamente informata Sua Sta…' (BERRO I, p.80-81). Bartlik, sin dar fuentes documentales, habla de los Card. Alemanno y Montalto, mandados por Pablo V en 1606 como visitadores apostólicos (cf. texto cit. en A. GARCÍA-DURÁN, o.c., p.113, n.567). Talenti, sin embargo, nombra como visitadores a los card. Cintio Passeri Aldobrandini y Alessandro Peretti Montalto (cf. TALENTI, ‘Vita’, p.92), cuya versión acepta Bau (cf. BAU, BC, p.323). El P. Bandini mencionó también al card. Mellini como Visitador en esta ocasión (ibíd.).
  6. En esta nueva acometida de los adversarios contra las Escuelas Pías, Berro presenta al P. Juan como el único a quien recurre Pablo V para tranquilizarse (cf. BERRO, I, p.81). Armini se atuvo al testimonio escueto de Berro (cf. ARMINI, ‘Vita’, p.95).
  7. El memorial de Calasanz al Papa, en EphCal 6 (1960) 197,n.6. El Breve de nombramiento, en EphCal 5 (1933) 196-197.
  8. La súplica dice: 'Acciochè I'opera delle Scuole Pie, non meno utile, che necessaria in Roma per li poveri, sia promossa con qualche fondamento stabile…' (EphCal 6 [1960] 197, n.6). Y el breve 'Cum pridem in Alma Urbe Nostra nonnullae Scholae Piae nuncupate ad pueros inopes gratis erudiendos auctore Deo institutae sint…' (EphCal 5 [1933] 196). No se especifica si son 'sólo' o 'principalmente' (‘praesertim’) para los pobres. Hasta 1617 se exigirá el certificado de pobreza, siendo por tanto sólo para pobres. Desde la fundación de la Congregación Paulina en 1617 serán ya ‘praesertim’ para pobres, sin exigir certificado alguno.
  9. La carta empieza así: 'Quam utilis et quam necessaria sit educatio iuventutis in comni Republica Christiana, neque sacrae Sripturae neque Conciliorum auctoritatibus, neque etiam rationibus ad hocce propositum congruis demostrare sufficio. Ita namque communis rerum omnium magistra experientia nos distincte informat… Si proinde tantae utilitatis est in terris novellas illas plantulas mox a teneris annis aqua salutaris doctrinae irrigare, ut dulces fructus Domino proferant in tempore suo, quanti erit in coelis meriti talibus operam suam impendere… Sane pridem dixit Vates Regius beatum illum qui intelligit super egenum ef pauperem (Sl 41, 1); et benignissimus Salvator, factum illis sibi factum appropians, pioferre dignatus est. Quod uni ex minimis meis fecistis, mihi fecistis (Mt 25,40)… ' (cit. en BARTLIK, ‘Annales’: EphCal 5 [1933] 197-198, Santa acepta este texto como propio de Calasanz, tal como lo presenta Bartlik (cf. G. SÁNTHA, ‘Nova quaedam documenta…’ EphCal 6 [1960] 187, 198, n.9). Nos quedamos, sin embargo, con la duda de que sea una composición del analista, pues el paralelismo con los núm. 2 y 4 del Proemio de las Constituciones que compondrá en 1620-1621, usando incluso la referida expresión ‘a teneris annis’ y la cita de Mt 25, 40, idéntica en ambos textos, pero distinta a la del Evangelio, nos sugiere que Bartlik compuso esa carta inspirándose en parte en los citados números del Proemio.
  10. Cf. ‘Hier. Cath.’, IV,9.
  11. BERRO, III, p. 250. Bartlik añade que dejó además un legado de cien escudos (cf. BARTLIK, o.c., en EphCal I [1934] 14).
  12. BERRO, I, p.82.