Łowicz (PL) Colegio

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Fachada de la iglesia de los escolapios en Lowicz

Datos

Demarcación Polonia

(1668-1864; 1958- )

Historia

Łowicz (Polonia) contaba en el siglo XIII con una colegiata, diez iglesias y palacio para el Primado, que hoy no existe. La casa escolapia fundada en 1668 contó con el permiso del Primado, Nicolás Prażmowski, y del obispo del lugar; aportó los fondos necesarios el señor del castillo, Juan Szamowski, y su consorte, Adalberta Zimny. De momento los escolapios fueron hospedados en Łowicz por A. K. Oporowicz, canónigo de la colegiata; después en el convento de las MM. bernardas, quienes a indicación del obispo generosamente cedieron por un tiempo a los escolapios el convento y la iglesia, trasladándose ellas a otro lugar. El primer rector, Adalberto Siewierkiewicz, levantó de planta la iglesia (1672-1680) y convirtió una casa sencilla y vulgar en un colegio de tres pisos (1683), mientras instalaba las escuelas en unas pequeñas casas cercanas. Las escuelas estuvieron siempre muy concurridas; por ejemplo, el curso 1685-1686 contaron ya con 525 alumnos; se enseñaba desde lo más elemental hasta la filosofía y teología. A ésta acudían también los seminaristas del Primado. Las clases de primaria eran frecuentadas principalmente por los hijos de plebeyos, que eran instruidos gratis y sin discriminación social o religiosa alguna. En el signo XVIII los escolapios llevaban además la escuela de la colegiata con más de un centenar de alumnos; a finales de siglo cuidaron también de un internado y el curso de los aspirantes a maestros de escuelas parroquiales y a organistas de iglesias, todo ello a cuenta de la munificencia del Primado, Miguel Poniatowski, y hasta su muerte (1794). Igualmente cargaron los escolapios con la predicación y confesiones en la colegiata. El colegio y su iglesia destacaban por el culto mariano: se veneraba en él tres famosas imágenes: la Madonna de Frascati, Nuestra Señora de las Gracias (Faventina) y la Virgen de Częstochowa del Pelícano (llevaba un pelícano, símbolo de la ciudad). El P. Siewierkiewicz introdujo, al estilo romano, la función sabatina a base de exposición menor, canto de letanías lauretanas y plática espiritual, actos que eran muy frecuentados por el pueblo y los socios de la hermandad de Nuestra Señora de las Gracias. En 1737 se introdujo el culto público al Sagrado Corazón de Jesús. La Comisión de Educación Nacional convirtió el colegio de ocho clases en escuela de distrito con sólo tres clases bienales y con los nuevos programas (1773-1794). Los visitadores generales siempre aplaudieron su funcionamiento. En el tristísimo período de la total desaparición de Polonia, quedó esta región en poder de Prusia: alegró a los escolapios y a sus alumnos con su visita en 1799 el Primado, arzobispo, Ignacio Krasicki, llamado «Príncipe de los poetas». Federico Guillermo, rey de Prusia, visitó dos veces su posesión o principado primacial. En los horrores de la guerra fueron arrasados el palacio primacial, varias iglesias con algunos conventos y el colegio escolapio, quedando incólume la iglesia. Entonces se instalaron las escuelas en lo que fue seminario del Primado (1821); después cuando la insurrección de 1832, fueron suprimidas por decreto del gobierno las escuelas. Aunque la casa permaneció abierta hasta 1864. El santuario de Nuestra Señora de las Gracias se usó entonces para servicios profanos.

Finalmente en 1958 regresaron de nuevo los escolapios a Łowicz, siendo hospedados de nuevo provisionalmente por las MM. bernardas; luego pasaron al domicilio del párroco jubilado; habían renovado casa e iglesia, de modo que pudieron jugar un papel importante en la celebración del tercer centenario de la fundación de las escuelas (1668-1968), aunque hoy secularizadas. En los festejos se recordó a los escolapios y a su primer rector Padre Siewierkiewicz, incluso en una publicación de ocasión. Hoy son unos 1.500 niños de ambos sexos los catequizados por los escolapios. Estos ayudan al apostolado con ejercicios espirituales, misiones, dirección espiritual del clero del arciprestazgo y de las MM. bernardas. Entre los rectores de Łowicz gozaron de opinión de santidad: Alberto Siewierkiewicz, Simón de Santa Catalina y Domingo Zawadzki. Destacaron en letras y piedad o dignidades: Pablo Bystrzonowski, Provincial y Asistente general; Florentino Potkański, teólogo, hermano del obispo, confesor de los Załuski; Ludovico Jordán, rector del colegio de nobles, Provincial, profesor honorario de la Universidad de Cracovia, secretario de la misión diplomática real ante el gobierno de Petersburg durante el interregno; Egidio Klużynski, director de la tipografía de Varsovia en los días de la Gran Dieta. Entre los profesores y maestros merecen especial recuerdo: el clérigo Teófilo Rogala muerto en olor de santidad; Esteban Staniewski, rector de Cracovia; Casimiro Pniewski, Carlos de la Cruz, matemático y financiero de Carlos XII de Suecia, que ayudó mucho al pueblo polaco en el pago de los tributos durante la guerra, y otros. En este colegio funcionó el teatro escolar desde 1673.

Bibliografía

  • ŁUK., IV, 210-211
  • Buba, J., Miasto z pelikanem (300 last przy kolegiacie łowickiej, sc. iubil. 3000 Sch. P. in Łowicz) en: «PrK (1968), nr. 38
  • Idem, Ks. Wokciech Siewierkiewicz, zycie i dzielo (sc. de P. W. S. fund. et primo rect. Kowiccen), en «Pijarski Biuletyn Naukowy» (1968), n. 3, 9-10, p. 5-43, mechanogr., Bibl. Sch. P. Cracovia
  • Album Studiosorum in Collegio Lowicensi 1680-1724.

Redactor(es)

  • Inocencio Buba, en 1990, artículo original del DENES I