GinerMaestro/Cap16/05
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16.05. El grupo inicial y la primera vestición
Un elemental sentido de prudencia aconsejaba a Calasanz y a quienes con él planearon la institución canónica de la nueva Congregación Paulina hacer un previo recuento de fuerzas antes de lanzarse a la ventura. En el que he llamado 'memorial de quejas' de finales de 1616 o principios de 1617, terminaba diciendo el P. Prefecto al papa que si los luqueses no querían cumplir, que dejaran las escuelas, “pues no faltarían sujetos aptos para llevar dichas escuelas con toda diligencia y perfección”.<ref group='Notas'>EGC II, p.50.</ref> Y lo más probable es que no fuera una simple conjetura o deseo, sino el resultado de cálculos más o menos aproximados.
La retirada de los luqueses, después de haberse leído y aceptado el breve de separación - fundación, no fue ninguna catástrofe. Los que quisieron se volvieron pacíficamente a su casa de Santa María in Pórtico o al Noviciado de Trevi, y los que prefirieron quedarse en las Escuelas Pías, se quedaron, siguiendo el ejemplo del rector, P. Casani. Pero junto a este grupito de luqueses seguía subsistiendo el más numeroso de los compañeros de Calasanz, guo no se fusionó con ellos, sino que formaba entidad aparte, según las concesiones del breve de unión. Pero ¿cuántos eran en total? Recogiendo uno por uno todos los nombres concretos de quienes sabemos estaban trabajando en las Escuelas Pías de San Pantaleón y de Frascati en aquel mes inaugural de 1617, formamos una lista de 30, incluyendo al P. Prefecto. Pero no faltan indicios de que pudieron ser algunos más. De esos 30 se formó un primer grupo de 15, o elegidos por el P. Prefecto o decididos por sí mismos, para vestir el hábito de la nueva congregación. Dejemos que sea Calasanz quien nos lo cuente, dándonos el nombre y apellido de cada uno:
- El Sr. Card. Giustiniani, el día 25 de marzo del mismo año (1617), hizo a sus expensas los hábitos que hoy usan para 15 personas y vistió de su mano en su capilla a dicho P. José (Calasanz) y luego dicho Padre a otros 14 el mismo día en el oratorio de las Escuelas Pías.<ref group='Notas'>En la copia que de este informe hizo Morandi (de la que se hablará en la nota siguiente), añadió Calasanz en este lugar la siguiente observación: 'quali attendevano con gran diligenza alle scuole' (cf., Archivum 15 [1984] 5). Con ello reconocía que los luqueses que pasaban a las Escuelas Pías habían cumplido perfectamente con su dedición a la escuela.</ref> Sus nombres: Pedro Casani de Luca, sacerdote; octavio Bovarelli, romano; Viviano Viviani de Colle; Tomás de Victoria, español; Francisco (Baldi) Perusino, romano; José Brancatio (Brancacci, Pancrazzi ?), romano; Ausano Lenzi, luqués, (todos ellos) clérigos; Martín Ciomei, de Lucá; Simón Castiglioncelli, de Luca; Juan Bta. Morandi, de Marciasio, dioc. de Sarzana; Jorge Mazza, de Rocca Vignale de Alba; Juan Próspero, de Luca;-Antonio Bernardini, de Luca; Andrés Marzio, romano, (todos ellos) hermanos operarios'.<ref group='Notas'>EGC II, p.171-172. Al P. Baldi, nombrado en la lista, le llama ‘Perugino’ aquí y comúnmente, aunque nació en Roma. Precisamente él dejó escrito lo siguiente: 'Prendesimo il nuovo habito rosso (rozzo)e povero: essendo stato il p. Giuseppe della M. di Dio (Calasanz)… vestito dal Card. Giustiniani protettore, nelle sue stanze, e da questo ivi medesimamente il p. Pietro Casani… e poscia tornati essi in casa diedero I'habito a noi altri…' (F. BALDI, ‘La vita del p. abbate Glicerio Landriani…’, f.49v). El P. VILÁ contrapone el testimonio de Calasanz y el de Baldi, y comenta: 'Naturalmente que el testimonio del P. Baldi, testigo y protagonista, es el auténtico…' (PosCas, p.292) n.7). Sin embargo, nótese que Baldi escribe en 1645 y Calasanz en 1622-23. Además, el Hº. Morandi, que también vistió con Baldi, copió de nuevo en 1634 el informe de Calasanz que sólo llegaba hasta 1622 y lo extendió hasta 1634, y no corrigió nada (cf. G. B, MORANDI, ‘Narratione del Principio delle Scuole Pie et suo progresso’: Archivum 15 [1984] 5, con introducción de C. Vilá). Y era, naturalmente, testigo y protagonista, como Baldi y Calasanz. Además, el texto de Morandi lo revisó y corrigió Calasanz, dejando intacta de nuevo su versión. A mayor abundamiento, en el ‘Libro delli Professi’ (1617-1629), íntegramente escrito por Calasanz, figura en primer lugar con el nº. 1 el propio Calasanz con éstas palabras: 'A di 25 marzo 1617 fu vestito ‘solo’ nell'oratorio o capella del Sig. Cardinale Giustiniano nostro Protettore da mano del detto Sig. Cardinale il molto Reverendo Padre Giuseppe della Madre di Dio Ministro Generale…' (RegRel, 11, III). La palabra ‘solo’ fue añadida por la misma mano, quedando al margen. En el Catálogo de religiosos, escrito por mandato de Calasanz, por el Hº. Morandi, figura también en primer lugar con el nº. 1 el Fundador con texto idéntico al anterior, pero añadiendo después de la fecha: 'In Roma', y empezando luego con el nº. 1 (cf. ‘Catal. Ref.’, p.19). Toda la tradición bibliográfica narra los hechos como Calasanz y Morandi, empezando por Berro: 'il n. D. Gioseppe hebbe dal Card. Benedetto Giustiniani Protettore I'habito che hora si usa nella nostra Religione… Quale fontione il detto Em. Cardinale fece nella cappella del suo palazzo a S. Luigi dei Francesi, solo con il N. P. Gioseppe come Fondatore delle Scuole Pie perché al P. Pietro (Casani) et agli altri sino al n. di 14 il detto Fondatore glielo diede nel medesimo modo nel nostro Oratorio di S. Pantaleo' (BERRO, p.92).</ref>
Aquel año, el 25 de marzo cayó en Sábado Santo, por lo que no pudo celebrarse la festividad del día, la Anunciación de María, considerada desde entonces como el natalicio oficial de la Congregación de las Escuelas Pías.
No sabemos si a la ceremonia del palacio del cardenal asistieron los catorce restantes y algunos más, pero es muy probable que en el oratorio doméstico de San Pantaleón estuvieran presentes todos o casi todos los que formaban el grupo inicial de la nueva congregación y que vestirían luego en fechas próximas o quedarían como maestros y compañeros sin llegar a ser escolapios canónicamente. Y eran, en primer lugar, estos cuatro, que habían firmado, junto con Calasanz y Tomás de Victoria, la compra de la casa de San Pantaleón, el día 25 de septiembre de 1612: Gaspar Dragonetti, que ya conocemos; Glicerio Landriani, que vistió la sotana el 2 de jutio de 1617; Juan García, que fue el segundo General de la Orden; Lorenzo Santilli, que vistió el 10 de agosto de 1618.<ref group='Notas'>Cf. G. SÁNTHA, ‘Quattuor novi elenchi…’, p.376.</ref> A éstos hay que añadir a Escipión Taccioni, ya presente en los elencos anteriores al año 1612 como miembro de las Escuelas Pías y que vistió el hábito el 15 de agosto de 1618.<ref group='Notas'>Ib., p.374. Tanto la nota de la vestición de Taccioni como de los anteriores y posteriores que citaremos se halla, con otros datos, en el ‘Liber Congr. Paul.’, p.5-8.</ref>
Continuaban también en el grupo los seis que fueron a fundar a Frascati el 26 de agosto de 1616. De ellos, tres ya se han nombrado antes: Calasanz, Dragonetti y Landriani. Los otros tres fueron: Mateo Reale o Regale, que vistió el hábito el 13 de mayo de 1618; Francisco Fabio de Lamber, que lo vistió el 1 de julio de 1618, y Antonio o Antonino de Natali, que firma de testigo el 15 de marzo de 1617, llamándose 'Maestro de las Escuelas Pías' en la renuncia de bienes del P. Casani. Junto a él firman -además de Calasanz y el propio Casani- otros tres: Lázaro Geneti, “maestro de las Escuelas Pías”, Domingo Raezio, “maestro de las Escuelas Pías”, y Pablo Annesa, que probablemente lo era también.<ref group='Notas'>Cf. PosCas, p.309.</ref> No consta que fueran luego escolapios, como tampoco eran luqueses, pues ya no quedaba ninguno en San Pantaleón por esas fechas. Es probable que fueran seglares asalariados o voluntarios, como lo eran respectivamente el gran pendolista Ventura Sarafellini<ref group='Notas'>Cf. C. VIlÁ, ‘Galería de escolapios 'seculares'’, p.309-316.</ref> y el que solía hacer de procurador y notario de las Escuelas Pías en muchos casos y ayudaba como maestro, el Dr. Cosme Contini, que acabó morando en San Pantaleón hasta su muerte, ocurrida en 1621.<ref group='Notas'>Cf. ib., p.324-325; G. SÁNTHA, ‘350 anni a condita domo S. Pantaleonis…’, p.285, n.7.</ref>
Otro miembro del grupo, que entró en las Escuelas Pías con Landriani, de quien era gran amigo, fue Francisco Selvaggi, laico, que sirvió en oficios domésticos como Hermano Operario, sin serlo.<ref group='Notas'>Cf. C. VILÁ, o.c., p.3I7-320.</ref>
El último de esta lista incompleta de nombres conocidos es Juan Pedro Cananea, clérigo, atraído por la admiración que le causó Glicerio Landriani. De él hablan Bernardini y Calasanz en las cartas que se cruzaron en junio de 1616, a raíz de la fundación de Frascati.<ref group='Notas'>Cf. EGC II; p.57-58.</ref> Vistió la sotana escolapia el 30 de noviembre de 1617.<ref group='Notas'>Cf. DENES, II, p.129.</ref>
A esos 30 nombres documentalmente ciertos que formaban el ya único grupo de maestros, servidores y recién vestidos 'novicios' de las Escuelas Pías el 25 de marzo, es muy probable que pudieran añadirse algunos más de los once que tomaron el hábito antes de terminar el año 1617. Así, por ejemplo, sería extraño que el clérigo luqués Antonio Jacomini fuera admitido a la vestición del hábito el 29 de junio, tres días antes que Glicerio Landriani, si no pertenecía a los luqueses. Es verosímil igualmente que los dos sacerdotes, Ottonello Ottonelli y Francisco Castelli, que reciben el hábito el 4 de mayo y 29 de junio, respectivamente, y que ya de tiempo atrás frecuentan el trato de Calasanz y Casani, hubieran manifestado su intención de incorporarse al grupo o que más o menos pertenecieran a él antes de la separación, de modo que pudiera contar con ellos Calasanz antes de decidirse a dar el gran paso.
De todos modos, treinta individuos eran suficientes para emprender con seguridad la nueva etapa. Pero ¿cuántos y quiénes de entre ellos provenían de los luqueses? No es fácil responder, dada la variedad de opiniones de biógrafos y otros testimonios. El cronista luqués P. Erra, en dos de sus obras de mediados del siglo XVIII, nos da datos distintos: en una dice que eran seis clérigos novicios y cuatro hermanos legos, de los cuales tres profesos y un novicio, además del P. Casani; total, once. En la otra obra habla, sin embargo, de dos legos y unos diez clérigos, casi todos ellos sin patrimonio para poderse ordenar sacerdotes. Serían, pues, trece con Casani.<ref group='Notas'>Cf. PosCas, p.225. Se citan sus obras ‘Ragguaglio’ (editada) y ‘Cronache’ (ms.). En una tercera obra (‘Memorie de'Religiosi’, p.48), editada, dice: 'Dodeci in tutto passarono da Noi alla nuova Congregazione', apoyándose en la Vida de Calasanz, del escolapio contemporáneo I Cinnacchi (1734).</ref> No andaba, pues, muy seguro ni en el número, ni en la condición de clérigos o legos tampoco en sus nombres; en la primera lista incluye a un español llamado Tomás Duart Pérera, que no puede ser otro que el Tomás Victoria nombrado por Calasanz entre los vestidos el 25 de marzo. Pero no era de los luqueses, pues ya aparece en 1612 entre los que firman la compra de San Pantaleón.
Casi un siglo antes (1672-1681) escribía el cronista Caputi en sus ‘Notizie Historiche’ que 'el P. Pedro Casani con otros once entre sacerdotes, clérigos y hermanos no quisieron partir (a Santa María in Pórtico) y se quedaron bajo la dirección y cuidados del P. José Prefecto…'.<ref group='Notas'>Cf. ib., p.1747.</ref> Pero no tiene las ideas claras, pues no había más sacerdotes luqueses que el P. Casani. Además, en todo este asunto de la unión y desunión habla del P. Juan Leonardi -muerto el 9 de octubre de 1608-, como protagonista, en vez del P. Bernardini.<ref group='Notas'>Cf. ib., p.1746-1747. En otro lugar, hablando del Hº. Juan Próspero, luqués, dice 'fu uno delli 12 che restarono alle Scuole Pie con il nostro P. Pietro (Casani) quando si fece la disunione…' (ib., p.1751). Doce con Casani serían trece. ¿O con Casani incluido eran doce?</ref>
Si Erra y Caputi pecan de más, no falta quienes parecen pecar de menos, como los biógrafos luqueses G. Fiorentini y L. Marracci, que concuerdan al afirmar que al quedarse Casani en las Escuelas Pías sólo le siguieron dos hermanos legos de los luqueses.<ref group='Notas'>Ambos dicen: '… seguito (Casani) da due soli fratelli laici' (G. FIORENTINI, ‘Vita del ven. p. Giovanni B. Cioni’, Lucca 1657; L. MARRACCI, ‘Vita del ven. p. Giovanni B. Cioni…?, Lucca 1696. Probablemente el segundo copia al primero. Cit. en PosCas, p.1815 y 1830).</ref>
Quizá el más creíble sea el P. Francisco Castelli, que vistió la sotana escolapia, siendo ya sacerdote, unos tres meses después del primer grupo y convivió, por tanto, con todos ellos. En sus declaraciones procesales de 1652 dijo: 'El P. Pedro (Casani), con cerca de media docena que quedó con él, se separó de la Religión de Luca y se quedaron en S. Pantaleón a continuar la obra'.<ref group='Notas'>Cf. ib., p.1617.</ref> El testimonio de Castelli viene avalado por el de Calasanz -del Informe de 1623, el más cercano a los hechos-, quien al nombrar a los 14 compañeros a quienes dio el hábito el 25 de marzo de 1617 anota su lugar de origen, y de ellos, incluyendo a Casani, sólo hay seis de Luca, a saber: un sacerdote, Casani; un solo clérigo, Lenzi, y cuatro legos, que son Ciomei, Castiglioncelli, Próspero y Bernardini.<ref group='Notas'>Véase el texto correspondiente a la n.71. Entre los que figuran en el citado ‘Liber Congr. Paul.’, p.7, aparece Antonio Giacomini, '’clericum lucensem’', que viste el hábito el29 de junio de 1617. El 13 de mayo de 1618 viste Mateo Regale 'ducensis diocesis, clericus' (ib., p.12), que no parece que perteneciera a la Congregación luquesa, tanto por el indicio de que no ponga ‘clericus lucensis’ (clérigo luqués) como por el hecho de habérselo llevado Calasanz a la fundación de Frascati, y por el contexto histórico que ya conocemos no podía ser 'clérigo luqués'. El 13 de junio de 1619 visten cinco clérigos y cuatro operarios, todos de Luca (cf. ib., p.18-19), pero seguramente nada tienen que ver ya con la Congregación luquesa, sino con el P. Casani, maestro de novicios, que procuró fomentar vocaciones de su tierra, no sin críticas por su supuesto o real favoritismo patrio.</ref> Añádase a ello que, salvo los dos o tres legos profesos de que hablan los biógrafos luqueses y el sacerdote Casani, todos los demás parecen ser novicios (seis clérigos y un lego, según Erra). Y como el noviciado era único y “para el servicio de las Escuelas Pías”, en realidad no se puede decir que pertenecieran a la Congregación luquesa. Por tanto, los que más se acercaron a la verdad fueron Fiorentini y Marracci, al decir que “de los nuestros” sólo se quedaron Casani y dos hermanos legos. Eso fue todo.
No obstante, aun dando valor a las opiniones de Erra y Caputi, que sin duda exageran el número de doce o trece luqueses, si en total todo el grupo llegaba al menos a treinta, habrá que concluir que de ellos doce o trece provenían de los luqueses y los otros diecisiete o dieciocho del grupo de Calasanz, de los que efectivamente llegaron a vestir la sotana y murieron escolapios ocho al menos, a saber: Victoria, Landriani, García, Santilli, Taccioni, Regale, Lamberti y Cananea, a los que hay que añadir a Dragonetti, que quedó sólo en clérigo, y a los tres laicos, entregados en cuerpo y alma a las Escuelas Pías, que fueron Sarafellini, Selvaggi y Contini. Doce en total del grupo de Calasanz, sin contar algunos más de los trece que con Calasanz y Casani vistieron el histórico día 25 de marzo de 1617.<ref group='Notas'>Y después de estos cálculos documentados léanse estos párrafos del P. C. Vilá: 'Calasanz no traerá ‘ningún elemento’ a la nueva congregación en el momento de su creación: Gaspar Dragonetti no tomó nunca el hábito; Glicerio Landriani tan sólo lo pudo conseguir meses más tarde' (PosCas, p.230); 'Si él (Casani) no se ofrece con un puñado de adeptos a tomar por su cuenta las Escuelas Pías, éstas hoy no existirían: Calasanz, a los 17 años de esfuerzos, sólo tenía dos socios fijos a su lado: Landriani se le murió en 1618 y el otro, Gaspar Dragonetti, nada podía asegurar con sus muchos años' (ib, P.391). Después de nombrar a seis clérigos y cuatro legos, vestidos el 25 de marzo de 1617, dice: 'Todos ellos eran conquista personal del P. casani' (ib., p.225). Y luego: 'Recordemos una vez más que todo el grupo (no sólo los diez anteriores), a excepción de Calasanz, era conquista personal del P. Casani. Del grupo o asociación de Calasanz ‘no vistió ninguno’' (ib., p.292). El hecho de que con Casani se quedaran otros luqueses no prueba -como lo supone Vilá- que les convenciera Casani mismo. Por el contrario, el P. Castelli testifica expresamente que fue Calasanz quien los 'pescó': '(Calasanz) volse formare la sua Religione nella strettissima povertá et alli Padri ‘che esso pescò’ dalla Religione di Sta. Maria in Portico che erano capaci di vivere di entrate aviezzi a più commodo vivere persuase con affetuosissime parole e con certezza di speranza in doversi rimettere alla divina providenza' (cit. en A. GARCÍA - DURÁN, ‘Itinerario…’, p.149, n.676). Cabría pensar que Casani, en vez de ganar adeptos entre los luqueses, los espantaba, como.se desprende del testimonio, ya citado, de su vicerrector B. Guinigi: 'Quando (Casani) fu rettore alle Scuole Pie a San Pantaleo, si come haveva pensieri di mutare istituto, cosi non teneva certo conto del nostro modo di vivere. Ero io vicerettore … (y después de narrar la extravagancia de la menestra traída del Trastevere -cf. texto correspondiente a la n. 87 del cap. 15-, concluye)… il che poi diede occasione di lasciare le Scuole Pie, non piacendo a padri nostri tal modo di vivere' (PosCas, p.1592-1593).</ref>