GinerMaestro/Cap12/05
Aviso OCR
Este texto ha sido obtenido por un proceso automático mediante un software OCR. Puede contener errores. |
12.05. Cofradía de la Sma. Trinidad de Peregrinos y Convalecientes
En 1548, siendo todavía seglar, fundó esta Cofradía Felipe Neri, con miras al Año Santo de 1550, ya proclamado por Pablo III. Su finalidad principal consistía en recibir y albergar por algunos días a los peregrinos pobres que llegaban a Roma a visitar los santos lugares particularmente durante el Año Santo. Asimismo, atender y cuidar a los convalecientes que tenían que dejar los hospitales y no tenían recursos adecuados a sus necesidades. Como prácticas especiales de devoción, debían rezar diariamente ciertas oraciones fáciles, asistir a misa todos los días y a algunas procesiones y reuniones prescritas, así como a una función pública solemne cada mes en honor del Smo. Sacramento y orar también por los bienhechores y cofrades difuntos<ref group='Notas'>Cf G. SÁNTHA, o.c., p.331 y 339, n.25. En la Vita di S. Filippo Neri, que tenía Calasanz en su habitación, se describe así esta cofradía: 'L’istituto di questa confraternitá era, como é al presente, di dar ricetto per alcuni glorni a poveri pellegnini, che vengono giornalmente a Roma a visitare i luoghi santi... provedendo loro di mangiare accomodando i letti, lavando loro i piedi, consolandoli con parole e finalmente facendo a tutti compitissima caritá...' (cf. cit. en A. GARCÍA-DURÁN, O.C., p.89, n.471).</ref>.
En dos de los libros propios de la Cofradía consta la inscripción de Calasanz el día 10 de julio de 1600<ref group='Notas'>Son dos libros con los nombres de los cofrades, el primero desde 1579 hasta 1625 y el segundo desde 1588 hasta 1726. La inscripción del primero parece de mano de Calasanz, y dice: 'R. Gioseppe Calasans, sacerdote Urgellensis dioec. die 10 julii 1600' (cf. G. SÁNTHA, o.c., p.331-332).</ref>. En otros, aunque no se le nombre, es fácil suponer su presencia y actividad, como en un Diario referente al Año Santo 1600, en que por dos veces se mencionan los Padres de la iglesia de Santa Dorotea, junto con los de San Juan de la Malva y de Santa Agueda, de la Doctrina Cristiana, los cuales, el 27 de diciembre de 1599 y el 12 de enero de 1600, prestan su ayuda a la Cofradía para enseñar a los peregrinos la Doctrina Cristiana y el modo de ganar las indulgencias del Jubileo. Y es interesante observar que entre tales peregrinos hay algunos 'herejes alemanes', como los hubo también en el anterior Año Santo<ref group='Notas'>'A dí 27 dic. vene sono stati mille e cento e nove pellegrini conputatovi 59 donne e l’altro Anno Santo 246 e questa sera vi sono stati quattro sgarbati Todeschi, che é statp detto per cosa certa alli Guardiani, che sono Eretici, a quali sono state fatte molto accoglienze e trattati nel mangiare e dormire molto meglio dell’altri, che cosi si fa quanti ne vengono con l’esempio dell’altro Anno Santo, che se ne convertirono molti; e il giorno vi vengono Ii Padri di Santa Dorotea e di S. Giovanni della Malva di Trastevere della Dottrina Christiana e qualche Padre Gesuita, a far sermoni a 30 e 40 per volta nei cortile, nell’Oratonio e insegnandoli la Dottrina Christiana et in particolare in che modo devono pigliare il Giubileo e a molti sino a fare il segno della SS. Croce'. Y luego: 'A dí 22 Gennaro vi sono stati 103 Pellegrini... Et anco seguitano di venire li Padri di Santa Dorotea e S. Ágata di Trastevere, della Dottrina Christiana...' (cit. en G. SÁNTHA, o.c., p.338, n.19).</ref>. Más todavía, el 5 de agosto —y debe ser un ejemplo entre muchos— esta misma Cofradía llevó al papa cuarenta protestantes convertidos, el cual les dio hospitalidad<ref group='Notas'>Cf. PASTOR, o.c., vol. 24, p.156, n.1. El Diario de Grimaldi enumera a 122 herejes convertidos ese año, hospedados a expensas del papa (ib.).</ref>. En esa fecha, Calasanz ya estaba inscrito en la Cofradía. No lo estaba, sin embargo, en las otras dos mencionadas de diciembre de 1599 y enero de 1600, pero pertenecía a los Padres de Santa Dorotea, pues sus escuelas —como veremos luego— siguieron allí hasta la muerte del Párroco don Brandini, ocurrida el 26 de febrero de aquel año<ref group='Notas'>Cf EGC II. t,.47.</ref>. Tanto Calasanz como sus colaboradores de Santa Dorotea pertenecían también a la Cofradía de la Doctrina Cristiana, y los de Sta. Agueda o “agatistas” a la Congregación de la Doctrina Cristiana<ref group='Notas'>En los dos textos de la n.37 anterior no queda claro si el inciso della Dottrina Christiana se refiere sólo a su inmediato S. Giovanni della Malva y S. Ágata o también a li Padri di S. Dorotea. De todos modos, pertenecían de hecho a la Cofradía o a la Congregación, y todos son llamados a colaborar con la Cofradía de la SS. Trinidad.</ref>.
Se calcula que durante este Año Santo llegaron a Roma 1.200.000 peregrinos, de los cuales el hospicio de la Trinidad de los Peregrinos procuró alojamiento y sustento en total a medio millón<ref group='Notas'>Cf. PASTOR, o.c., vol.24, p.157. Algunos datos concretos: el 22 de marzo hay 'tantos peregrinos, que la Trinidad de los Peregrinos no basta'; el 1 de abril (Sábado Santo) 'la Trinidad sustenta a más de 6.000 peregrinos'; el 30 de mayo, 'en la Trinidad cerca de 2.500 mujeres'; en junio 'todas las noches en la Trinidad más de 13.000 personas; hasta ahora la hermandad ha gastado 30.000 escudos'; 27 de septiembre 'en la Trinidad 2.500 personas' (ib., p.156, n.4). La iglesia fue reconstruida en 1603-1616 y reformada en 1853. El hospicio contiguo fue también reconstruido para el jubileo de 1625, en que acogió a 600.000 peregrinos (cf. TCI, Guida d’Italia. Roma e dintorni [Milano 1965,] p.248).</ref>. Y tanto el papa como los cardenales y la nobleza dieron abundantísimas limosnas para sufragar los ingentes gastos de esta benemérita Cofradía<ref group='Notas'>Cf. PASTOR, o.c., p.151, 157. En un Avviso del 8 de abril se dice que el papa da diariamente en la Trinidad de los Peregrinos extraordinarias limosnas (ib., p.153, n.7).</ref>. Tales cifras pueden darnos una idea aproximada de la incansable labor de estos cofrades, que tenían que preocuparse del servicio material de recepción, alojamiento y sustento de tantísima gente y a la vez asistirles con predicadores, catequistas, confesores y acompañantes. Añádase otro dato: los peregrinos italianos solían llegar ordenados por hermandades o cofradías que hacían su entrada en solemnes procesiones y muchas veces eran recibidos por la Cofradía de la Sma. Trinidad. Hasta julio se contaron 408 hermandades, y en total se calcula que fueron más de 600 en todo el año, mientras en el anterior Año Santo de 1575 fueron sólo 400<ref group='Notas'>Ib., p.154 y 158, n.5.</ref>.
¿Por qué Calasanz se inscribe a esta Cofradía el 10 de julio, mediado ya el Año Santo, y no al principio del mismo? No es fácil responder. Quizá su prudencia y su honestidad le aconsejaron no comprometerse, pues sabiendo más o menos la ingente labor que exigiría la Cofradía durante el Año Santo, temía no poder cumplirla, dadas sus tareas en las cofradías de los Apóstoles y de la Doctrina Cristiana y sobre todo su dedicación cada vez más absorbente a las Escuelas de Santa Dorotea. No obstante, el servicio pastoral o catequético que le pidió la Cofradía a él y a sus compañeros de Santa Dorotea, ya desde diciembre de 1599, le fue introduciendo cada vez más en aquel campo especial de los peregrinos, en el que la pobreza y la ignorancia exigían idéntica caridad a la que él desplegaba como miembro de las cofradías de los Apóstoles y de la Doctrina Cristiana<ref group='Notas'>Incluso la cofradía de las Llagas, como tantas otras seguramente, ya en diciembre de 1599 consta que recibió dinero para acoger a peregrinos necesitados (ib., p.151). Y es probable que prestara servicios durante todo el Año Santo.</ref>. Era, además, una situación de emergencia que no se podía marginar. Y si estaba ya cumpliendo las obligaciones sin ser cofrade, ¿por qué no dar el nombre y tener así la posibilidad de ganar tantas indulgencias que estaban reservadas a los socios de aquella Cofradía? Por otra parte, la protección y estima que dispensaban a dicha Compañía el papa, los cardenales, prelados de curia y nobleza romana aconsejaban sin duda inscribirse y buscar apoyos para la obra personal que llevaba entre manos: sus Escuelas. En efecto, Clemente VIII había sido cofrade antes de ser papa, y cofrades eran entonces los cardenales Camilo Borghese, futuro Pablo V, y Peretti-Montalto, que pronto se distinguirán como máximos protectores de las Escuelas Pías<ref group='Notas'>Cf. G. SÁNTHA, o.c., p.334. También pertenecía a esta cofradía el ya recordado Francisco Rustici, cofrade igualmente de las de los SS. Apóstoles y Doctrina Cristiana.</ref>.
Quizá también fue motivante la advocación trinitaria de la Cofradía. No se puede olvidar el influjo que tuvieron los trinitarios en la educación cristiana del adolescente Calasanz en Estadilla. Precisamente en los años 1598 - 1599 vuelve a refrescar sus recuerdos juveniles al encontrarse en la Scala de Trastevere con el reformador de los trinitarios, San Juan Bautista de la Concepción. Y es muy significativo que en las dos devociones que definen la espiritualidad católica —y, por tanto, también la suya de modo especial—, es decir, la misa-eucaristía y la Madre de Dios, haya acentuado su directa relación con la Santísima Trinidad. La bellísima Corona de las doce estrellas, compuesta por Calasanz, es un himno de acción de gracias a la Santísima Trinidad por los dones y privilegios que concedió a María, y comienza expresamente así: 'Alabemos y demos gracias a la Sma. Trinidád...'<ref group='Notas'>El Santo la explicaba así: '... contiene 12 Ave María in onore delle 12 gratie che la SS. Trinitá le concesse, cioé, quattro il Padre Eterno, quattro il Fligio e quattro lo Spirito Santo' (EGC III, p.206).</ref>. “La insistencia en la reverencia debida a la Santísima Trinidad en el sacrificio de la Misa es como una obsesión en sus consejos a los demás y como un reflejo espontáneo de su experiencia cotidiana”<ref group='Notas'>S. GINER, Ideas sobre el sacerdocio en el epistolario de S. José de Calasanz: AnCal 50 (1983) 349; A. SAPA, Teologia spirituale pedagogica di San Giuseppe Calasanzio (Firenze 1951), p.83-84, 114-116.</ref>. “Los sacerdotes —escribía Calasanz— deben tratar de parte de la Iglesia negocios gravísimos con el Padre Eterno y la Santísima Trinidad”; “Prepárense para celebrar la Misa con aquella reverencia con que se debe hablar con Dios bendito y con la Santísima Trinidad”; “Los nuevos sacerdotes estén bien instruidos y sepan que deben hablar con gran devoción con el Padre Eterno y con la Santísima Trinidad para que puedan sacar de la Misa el debido provecho para sí mismos...”<ref group='Notas'>C.3647, 3459, 3669.</ref>.