Sassari (IT) Colegio Escuelas Pías
Datos
Demarcación Cerdeña
(1682-1866)
Historia
Si las Escuelas Pías se establecieron en Sassari, una de las principales ciudades de la isla de Cerdeña, se debe en gran parte al canónigo, doctor Pablo Onano, quien, después que los jesuitas abandonaron la enseñanza, intuyendo el daño que acarrearía a los ciudadanos la falta de escuelas, confió a los escolapios Bernardo Salaris y Pablo Bonino su voluntad de preparar los medios necesarios para una fundación. Pocos días antes de morir, en 1682, dejó por testamento todos sus bienes a favor de una fundación de las Escuelas Pías. Surgieron algunas dificultades, que fueron superadas con la ayuda del arzobispo, de los PP. Pablo Bonino y Agustín Pitzalis, los cuales llevaron adelante las conversaciones en nombre del P. Provincial, de suerte que el 21 de julio del mismo año 1682 los escolapios entraron en la casa y pudieron disfrutar de los bienes del señor Onano. La primera estancia de los religiosos fue la propia habitación del bienhechor, que se alzaba enfrente del palacio de la ciudad. En ella fueron acogidos cuatro religiosos, dirigidos por el P. Pablo Bonino. Muy pronto se abrió un oratorio público y se iniciaron las escuelas de escribir, leer y hacer cuentas. La casa en un principio se consideró como residencia y hospedaje. Sólo en 1690 fue erigida en casa canónica. El día 8 de diciembre del mismo año se levantó la cruz «in signum fundationis» por el primer rector, P. Felipe Senes. Con las ofertas de otros bienhechores, entre los cuales destacaba doña Magdalena Salvagnolo y Andrés Fariña, se compró una casa contigua a la del señor Onano y se adquirió un molino. Superadas otras dificultades, causadas por los jesuitas y por el rector de la iglesia de San Sixto, bajo el rectorado del P. Atanasio Pala, se reforzaron las bases materiales para transformar el hospicio en colegio. En 1691 tuvo lugar allí la solemne inauguración de las escuelas, que estaban distribuidas de la siguiente forma: de retórica, de humanidades, la tercia, la prima y la de pequeños. Posteriormente se introdujo un curso entero de filosofía. En Sassari las Escuelas Pías se arraigaron inmediatamente por la seriedad de los estudios y por la novedad de su orientación, de tal modo que el colegio de Sassari llegó a convertirse bien pronto en el más importante de la Provincia, después de los de Cagliari. Entre los religiosos se distinguió el P. Hilario Espa, hombre de extraordinaria virtud.
La iglesia, dedicada a la Inmaculada y a San Pablo, abierta en el 1730, acabó de construirse en 1740. En 1748 estaba ya muy adelantada la edificación del colegio y de la casa religiosa. En 1754 funcionó plenamente.
Al final del siglo XVII, y precisamente en 1695, la comunidad está compuesta de siete sacerdotes y seis hermanos. En la primera mitad del siglo había unos trescientos o cuatrocientos alumnos, distribuidos en las clases siguientes: de pequeños; de gramática superior e inferior; de sintaxis; de humanidades y retórica; de filosofía (un bienio con un solo maestro); de teología (en algunos años). El colegio de Sassari vino a convertirse en breve espacio de tiempo en un centro vivo de cultura y de buena instrucción, en el que enseñaban eminentes religiosos, como el P. Emilio Casu, el P. Francisco Ángel Tealdi, el P. Diego Loi, el P. Santiago Carelli, que fue muy apreciado por la población. Un grupo de hermanos operarios, muy activos y con cargos de responsabilidad procuraban el aspecto material del colegio: tres eran «representantes» de las fincas (finca de Lugumenti, finca del grano y finca de las dos viñas), uno era procurador, otro enfermero y portero. Su actividad permitía una entrega más intensa y serena de los maestros a su misión educativa. En la segunda mitad del siglo, se advierte relajamiento de los religiosos. El período napoleónico además influyó notablemente en la vida del colegio. Hacia el final de este siglo y comienzo del siguiente, en el colegio de Sassari, como en el de San José de Caguán, se cultivaron en grado sobresaliente las materias científicas, con método cada vez más moderno, en particular la física experimental, en la que se distinguió el P. Ignacio Mela. Sobre todo, por obra del P. Frassetto, se instituyeron en el colegio escolapio las escuelas técnicas, que resultaron las primeras y entre las primerísimas de la isla. En la segunda mitad del siglo XIX, la comunidad estaba compuesta por once sacerdotes y cuatro hermanos operarios. A continuación de las leyes de supresión de las Órdenes religiosas (1860) y a las leyes subversivas (1866), la casa de Sassari, pasada al Estado y vendida al municipio, fue abandonada por los escolapios y convertida en sede de escuelas técnicas y elementales. La iglesia fue después convertida en centro del consorcio agrario.
Superiores
Bibliografía
- Cavada, A. Coronica de esta nosta Provincia de Sardeña. 3 partes (H-B. nn. 24-26)
- Pes, B. Compendiosa noticia de las fundaciones de los colegios y casas de las Escuelas Pías en el reyno de Cerdeña
- «SuV» (noticias varias)
- Scano, E. Storia della educazione e degli Istituti educativi in Sardegna, Cagliari, 1982, pp. 62-66; 83-84; 86 y passim.
- MO 176-177.
Redactor(es)
- Mario Carisio, en 1990, artículo original del DENES I