Clemente Settimi
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Procedencia
Demarcación Romana
Cualidades
Galileiano.
Fechas
Camerino (Macerata) 1612-1613, Siracusa
Biografía
Vistió el hábito escolapio como clérigo el 1-1-1632, profesando el 1-1-1634. Pasó a Florencia (1634-1641) con una breve estancia en Nápoles (1635). Sacerdote (1636). Fue uno de los asiduos en frecuentar el trato de Galileo Galilei y cuando éste quedó ciego, Settimi le servia de secretario, leyéndole libros, escribiéndole cartas y haciendo finalmente cuanto el sabio le indicaba. Obtuvo de Calasanz permiso para pernoctar en Acetri en casa de Galileo. Aún hoy se conservan escritos galileianos de mano de Settimi. Al mismo tiempo tenía escuela pública de matemáticas en Florencia, frecuentada por muchos alumnos, algunos de los cuales pronto se hicieron célebres; baste recordar a Vicente Viviani, que quedó para siempre afectísimo a su maestro «amabilísimo por su doctrina y bondad». En 1640 era Superior de la nueva casa Noviciado de Florencia; en 1641 interviene en el Capítulo General en calidad de Provincial de Toscana, si bien por muy poco tiempo. Precisamente aquel mismo año tuvo que presentarse repetidas veces a la Inquisición de Roma por efecto de las acusaciones hechas por Mario Sozzi; fue reconocido inculpable. No pudo, con todo, volver a Florencia y Calasanz lo envió de Provincial a Sicilia. Le precedió allí una carta de recomendación al Virrey, escrita de mano del príncipe Leopoldo de Médici. Mantuvo el cargo hasta la publicación en 1646 del decreto de reducción de las Escuelas Pías. Entonces no supo resistir a la tentación y pasó al clero secular (20-10-1646). El hecho entristeció mucho a Calasanz que se lamentó con Michelini. Este le contestó: «He oído con desagrado la resolución del P. Clemente. Podía esperar un poco más, o al menos pedir el parecer a los amigos, cuando menos a V.P. que siempre le ha querido tanto». El P. Caputi afirma que se retiró a Siracusa a casa de un caballero, exalumno suyo, que le prometía hacerle rico; pero se vio decepcionado, mas no reingresó; al parecer murió poco después. Su presencia en Siracusa se confirma por una carta del 5-7-1647, contenida en Moncallero, 321, que debe relacionarse con la de P.n. 4422 del 3-11-1646. El sabio Evangelista Torricelli (1608-1647), también él galileiano, escribió de Settimi: «El P. Clemente, varón de mucho garbo y también de extraordinaria ciencia».
Obras
- Cartas, en S 6, 2463-2471.
Bibliografía
- Regestum Religiosos 14, 361, 72. Reg. C. 13, 28.°, n. 112
- PICANYOL, L.: L’Eco dei nostri centenari, Roma, 1945-1949 3 (1945) pp. 17-18
- Pistelli, E., Un scolopio galileiano. Florencia 1903, reimpreso en Milán por Hoepli (1904) y en Florencia por Sansoni (1921) en el volumen del P. Pistelli, Profili e caratteri. Cuadro de César Cantagalli (Inst. Bellas Artes Siena). Otro de Carlos Jozzi (1870) en el palacio Ricasoli Firidolfi (el P. Picanyol nunca logró localizarlo)
- SÁNTHA, G.: Epistulae ad S. Iosephum Calasanctium ex Hispania et Italia, Roma, 1972, 818, 1455, 2155
- Cioni, M., I documenti galileiani del S. Uffizio di Firenze. Florencia 1908.
Redactor(es)
- Giovanni Ausenda, en 1983, artículo original del DENES II
