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Antes del generalato
El P. Adolfo Brattina nació en Peschiera (Véneto) el 7 de noviembre de 1852. Se formó en el seminario de Verona; fue ordenado sacerdote en 1875. En diciembre de 1977 fue admitido al noviciado, que hizo en la casa de San Pantaleo. Profesó de solemnes en 1883, estando en el colegio Nazareno, donde durante muchos años dio clases de ciencias, y dirigió el Museo Mineralógico del colegio. Por sus ideas un tanto liberales (compartidas con otro profesor joven del Nazareno, el P. Luigi Pietrobono), en 1891 fue alejado de Roma, y enviado al colegio Cepparello de Florencia, donde enseñó ciencias durante tres cursos. Fue incardinado entonces en la provincia de Toscana. A continuación, fue trasladado al colegio internado de la Abadía Fiesolana, junto a Florencia, donde fue nombrado rector en 1896. Al frente del colegio hizo una excelente labor de remozamiento y creo un magnífico Gabinete de Física. El P. Mistragenlo, arzobispo de Florencia y General de la Orden en 1900, apreciaba sus cualidades intelectuales y organizativas, y lo nombró su Asistente General, sin que por ello renunciara a residencia ni a su cargo, puesto que el mismo Mistrangelo residía habitualmente en Florencia. Así decía el decreto de su nombramiento[Notas 1]:
DECRETO
Como a causa del fallecimiento del P. Mauro Ricci de S. Leopoldo, de feliz memoria, quedó vacante el oficio de Prepósito general de la Congregación de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, y como el mayor de los Asistentes Generales, P. Dionisio Tassinari de S. Sebastián, al cual correspondía el cargo de Vicario hasta el próximo Capítulo General, a causa de su avanzada edad y su débil salud pidió que se le librara de ese peso, Su Santidad Nuestro Señor León XIII, Papa por voluntad de la Divina Providencia, teniendo en cuenta las peculiaridades aducidas, se dignó asumir por esta vez el cuidado de la misma. Por lo cual, después de pensar maduramente todas las cosas, en Audiencia tenida con el infrascrito Cardenal Prefecto de la S. Congregación de Obispos y Religiosos el 12 de abril de 1900, su Santidad mandó publicar el siguiente Decreto, según el cual para gobernar la citada Congregación de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías hasta el Capítulo General que se celebrará en 1904 se nombra Prepósito General al R.P. D. Alfonso Maria Mistrangelo de la Madre de Misericordia, Arzobispo de Florencia; Asistentes Generales 1º el P. Raffaele Cianfrocca de S. Estanislao; 2º P. Salvatore Addeo de S. Juan Evangelista; 3º el P. Adolfo Brattina de la Inmaculada Concepción ; 4º el P. Egidio Bertolotti de S. José de Calasanz. Procurador General, el Asistente 1º, P. Raffaele Cianfrocca. Así, pues, esta S. Congregación de Obispos y Regulares, siguiendo las órdenes de Su Santidad, declara y proclama a los Padres citados nombrados para los respectivos cargos, y del mismo modo, en virtud de la facultad especial concedida, ordena a todos y cada uno de los religiosos de la citada Congregación de Clérigos Regulares, en cualquier grado y situación, que reconozcan a los citados padres como legítimamente nombrados, y les presten la debida reverencia y obsequio, como si hubieran sido elegidos en el Capítulo General. Sin que obste nada en contra. En Roma, en la Secretaría de la S. Congregación citada, el 4 de abril de 1900. Card. Jerónimo Gotti, Prefecto.
Sin embargo, al llegar el año 1904 el P. Mistrangelo sintió que las cosas no estaban aún maduras para un Capítulo General de toda la Orden, pues había ciertas resistencias por parte de las Provincias de Hungría y España, así que decidió cambiar de estrategia, pidiendo al Papa que declarara mediante una bula la unión de las provincias españolas con el resto de la Orden (puesto que mediante una bula habían sido separadas en 1804), dándole la facultad de nombrar un Prepósito General hasta el año 1906, en que se celebraría realmente el Capítulo, y reservándose él el cargo de Visitador General, por tres años, para seguir en el control de los asuntos más importantes de la Orden. Y el 19 de julio de 1904 obtuvo el Motu Proprio por el cual se ordenaban esos cambios[Notas 2]. El 27 de agosto del mismo año escribe el P. Mistrangelo su última circular como General, en la se despide de la Orden diciendo que ya ha cumplido el encargo de León XIII de unificar la Orden. Exhorta a los hermanos a la unidad, el mayor bien. Y nombra a la nueva congregación, en la que al nuevo Superior General, P. Adolfo Brattina, acompañan Asistentes Generales representantes de toda la Orden: por la Provincia Romana, el P. Raffaele Cianfrocca; por las demás Provincias italianas, el P. Egidio Bartolotti; por las Provincias austro-húngaras, el P. Gerardo Vary; por las Provincias españolas, el P. Manuel Sánchez. Procurador General: el P. Calasanz Homs. Secretario General es nombrado el P. Tomás Viñas, que ya había trabajado durante varios años con el P. Mistrangelo. El P. Mistrangelo presentaba a su sucesor con estas palabras:
El P. Brattina, oriundo de la Provincia Austriaca[Notas 3] por la sangre, y de la Romana por profesión, es eximio en su amor al Papa; está adornado de todas las virtudes y celo en la educación de los niños; bien formado en ciencias; con experiencia en la dirección de la Badia Fiesolana.
Además de por estas cualidades, tal vez el P. Mistrangelo pensó en Adolfo Brattina porque era el más joven de sus Asistentes Generales: tenía 52 años (la misma edad que él), mientras que Salvatore Addeo tenía 61, Raffaele Cianfrocca 58, y Egidio Bertolotti 53.
Comienza de este modo un generalato limitado en todos los sentidos: porque iba a durar menos de dos años, y porque el General iba a tener por encima al anterior General, nombrado ahora Visitador General. El P. Brattina no podía hacerse muchas ilusiones con respecto a sus posibilidades: se limitó a obedecer, sabiendo que lo único que podía hacer era seguir trabajando para consolidar la unión todavía más legal que real entre las provincias escolapias, y que para ello tendría que hacer una visita a toda la Orden, como había hecho su predecesor. Añadiendo, además, una visita nada fácil por sus condiciones físicas a América: fue el primer General en visitar aquel continente.