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Contenido

Año 1801

Al comienzo de este año, lo mismo que durante los tres primeros meses del trienio, algunos religiosos refractarios hicieron cosas muy molestas. Como se dieron cuenta de que no se hacía nada serio, y no había ninguna razón por la que se pudiera actuar contra ellos ni por las leyes eclesiales ni por las civiles para obligarlos a volver a la Orden y a la obediencia de sus superiores legítimos, intentaron librarse con malas artes del yugo de la Orden.

El P. Siemiansko viene a Cracovia

Entre ellos, el P. Raymundo Siemiansko, al que por intercesión del Ilmo. Administrador se le había dado permiso hasta primeros de mayo para seguir prestando sus servicios parroquiales en una parroquia de la diócesis de Cracovia fuera de la ciudad, y pensando con tiempo en sus asuntos y queriendo eludir la disposición futura del P. Provincial cuando terminara el plazo, a mitad de enero vino a Cracovia, y vestido modestamente con el hábito, rogó al P. Provincial el permiso para obtener el beneplácito romano para obtener un beneficio en la Orden. El P. Provincial, viendo claramente la sagacidad del P. Siemiansko, quien por medio de este permiso que pedía no buscaba otra cosa que sustraerse en el futuro a la obediencia, y con el pretexto de haber obtenido este permiso poder vagar libremente, después de pensar maduramente la cosa, de acuerdo con su Consejo le envió su resolución por escrito, que decía lo siguiente.

Resolución a lo pedido por el P. Siemiansko

“El P. Provincial y su Consejo no pueden dar al P. Raymundo Siemiansko el permiso para conseguir el beneplácito romano para obtener un beneficio en la Orden.

1.Pues ese tipo de permiso es un testimonio de la habilidad, capacidad y buenas costumbres de la persona que lo pide. Y no puede darse a alguien que nunca ha ejercido el ministerio propio en esta Provincia. Además, para obtener el permiso de Roma hace falta un explícito y claro certificado, en conciencia, de que el P. Raymundo Siemiansko está versado en Ciencia Teológica, Derecho Canónico e Historia Eclesiástica. Por lo que el P. Provincial y su Consejo no pueden darle ese certificado a alguien de quien saben que sólo estudió esas ciencias de vez en cuando. En cuanto al certificado de buenas costumbres, el P. Provincial y su Consejo no pueden emitir un juicio decir sino que se supone que es piadoso; sin embargo sí que pueden decir que el P. Raymundo Siemiansko abandonó su Provincia de Prusia, y que se resiste a la obediencia a sus superiores en la actual.
2.La facultad para obtener el permiso romano es la facultad para obtener la dispensa de los votos de pobreza y de obediencia. El P. Provincial no ve ninguna razón para concederla al P. Raymundo Siemiansko, a quien cuando ingresó en la Orden a los 26 años de edad, sin tener padres ricos, se le preguntó, de acuerdo por lo prescrito en las bulas pontificias, antes de ser recibido en nuestra Orden, si sus padres no necesitaban su ayuda para su sustento. Dijo que eso no era un obstáculo, porque de otro modo nunca hubiera sido aceptado.
3.Si se daba de vez en cuando tal permiso en nuestra Orden, se daba solamente, de acuerdo con lo prescrito en nuestra Orden, si el que lo pedía había enseñado diligentemente de acuerdo con la obediencia en escuelas públicas durante 18 años. Y sólo a quien permanecía bajo la obediencia de los superiores y ejerciendo el ministerio propio hasta que obtuviera el permiso de Roma, y hasta ser admitido por el Ordinario del lugar en la diócesis y haber obtenido algún beneficio; de otro modo no se daban nunca. Por este motivo la petición del P. Raymundo Siemiansko, que apenas ha enseñado 6 años, no es válida.
4.Esta petición supone mala fe. Puesto que el padre del P. Raymundo Siemiansko reside en el territorio de Prusia, del que él huyó (cosa que según las leyes imperiales no puede hacerse), invalida el pretexto de que su salud está deteriorada. Pues no se pide el permiso de obtener un beneficio romano para que pueda obtenerlo el peticionario, sino que, con el pretexto de haberlo obtenido, el que lo pide quiere vivir fuera de la comunidad en plena libertad.

Por estos motivos el P. Provincial con su Consejo determinaron que no hay ninguna razón para conceder al P. Raymundo Siemiansko el permiso pedido. En Cracovia, a 18 de enero de 1801”.

El P. Jascobydski usa la misma astucia

Con la misma pertinacia y astucia, desesperando de que sus planes salieran bien, actuó el P. Jascobydski. Oliéndose que su apostasía sería castigada dentro de poco tiempo, fingió querer pasar a la Provincia de Prusia, y para disimular sus intenciones, envió una súplica en forma de nota, en papel timbrado, al P. Provincial:

“Reverendísimo Padre Provincial,

“En virtud del decreto de Nuestro Reverendísimo General, según el cual después de la división de la otrora Provincia de Polonia a todos aquellos que se encontrasen en una Provincia en la que ni habían nacido, ni habían sido educados, se les concedía la facultad de pasar a su Provincia natal, ruego a Su Reverencia me dé carta testimonial para pasar a la Provincia en la que nací. Puesto que nací en Prusia, como mostrará el documento adjunto. Humildísimo siervo en Cristo de su Paternidad, P. Vicente Jascobydski S.P. En Zamosk, a 31 de enero de 1801”.

Respuesta del P. Provincial a la nota anterior

Ante esta petición astuta y temeraria, el P. Provincial envió su respuesta al P. Vicente Jascobydski:

“Al P. Vicente Jascobydski, sacerdote de las Escuelas Pías.

A la petición del P. Vicente Jascobydski de nuestra Orden, enviada con fecha 31 de enero de 1801 desde Zamosk, en la que pide que se le dé un certificado para poderse transferir a la Provincia de Prusia en vigor de la declaración del R. P. Prepósito General de nuestra Orden, fechada en Roma el 1 de julio de 1797, concediendo a nuestros religiosos la opción de adscribirse a la Provincia de Galitzia o a la de Prusia, el P. Provincial de Galitzia Occidental, con el consejo y conformidad de su Congregación responde lo siguiente.

La declaración citada del Rmo. P. Prepósito General, de acuerdo con lo prescrito por nuestras leyes y Constituciones, tenía dos condiciones anejas. La primera, que los que quisieran adscribirse a la Provincia de Galitzia o la de Prusia lo hicieran en el momento de la división de las provincias, y que lo dieran a saber en el momento en que se reuniera el primer Capítulo para la elección de Provincial, para que en lo sucesivo el tránsito promiscuo de individuos no perturbara a ambas provincias. La otra condición era que este paso de individuos de una a otra provincia se hiciera con el permiso del Supremo Gobierno.

Puesto que no ha habido nadie que quisiera aprovechar para abandonar la Provincia de Galitzia, sometido al Imperio de la S.C.R. Majestad, y estamos ya en el cuarto año desde la separación de las Provincias de Galitzia y Prusia, que en otro tiempo formaban la Provincia de Polonia, y se han celebrado dos Capítulos Provinciales, y el mismo P. Vicente Jascobydski no ha tratado nada, ni ante sus superiores, ni ante el Excelso Gobierno de Galitzia Occidental, para pasar a la Provincia de Prusia, sino que residió durante tres años en el colegio de Chelm, y no quiso moverse de allí, como otros, parece evidente que el P. Vicente Jascobydski quiso, según la declaración del P. General, incardinarse en esta Provincia.

La presente petición, puesto que se presenta fuera del tiempo señalado, fuera de la jurisdicción del Excelso Gobierno de Galitzia Occidental, y fuera del lugar de la obediencia debida a sus superiores desde Zamosk por parte del P. Vicente Jascobydski, más bien parece un engaño para eludir la suprema orden de la Altísimo Comisión Áulica de S.C.R. Majestad contra los Regulares que pasan de una provincia a otra sin permiso de sus superiores, promulgada el 22 de mayo de 1800, nº 7468, y huele más a intentar tener más fácilmente la libertad de vagar que una auténtica intención de someterse a la obediencia y gobierno de los superiores de la Provincia de Prusia, y por lo tanto, por estos motivos no puede tener ningún efecto de buena fe ante el Provincial de Galitzia y su Consejo ni ante el Gobierno Supremo.

En Cracovia, a 11 de febrero de 1801. Inocencio Ormienski S.P., Asistente Provincial y Secretario de la Congregación, m.p. Antonino Szychi S.P. Prep. Provincial de Galitzia Occidental, m.p.”

Efecto de las notas enviadas al Gobierno

Después de algunos días, por medio de una resolución trasmitida a Lamosk a propósito de lo anterior, llegó el anuncio del P. Rector de Chelm de que al P. Vicente Jascobydski, por orden del Gobierno de Lvov, a petición del Gobierno de Cracovia y en respuesta a las dos notas enviadas por el P. Provincial, se le había mandado, por medio de la oficina circular de Lamosk, acompañado por un compañero de viaje, Hetman, y según lo dispuesto por el P. Provincial, ser conducido a Opole. Al principio de su llegada a Opole el P. Jascobydski actuó con mucha arrogancia, pero después de un tiempo de reflexión cambió de actitud y comenzó a realizar la tarea que se le había encomendado.

En cuanto al Cl. Domingo Wileryciski, cuando descubrió que el Gobierno de Lvov le buscaba, devolvió el adolescente Trybinski a sus padres, y desapareció de Lvov. Eludiendo la búsqueda tanto por parte del Gobierno como del P. Provincial, envió una carta fingida bajo el nombre de un cierto Aleksandrowicz al P. Cielecki, Rector de Radom, en la cual el tal Aleksandrowicz se presentaba como patrón de una barca de carga con dirección a Gdansk por el Vístula, y dijo que el Cl. Domingo Wileryciski había ido a Pulawy, dirigiéndose con obediencia de Radom a Varsovia, y tomando el camino más cómodo se embarcó en su nave con sus cosas. El primer día de Pascua estaban entre Kocienize y Ryczywoly, y fueron a la iglesia. Por la tarde la barca chocó contra un escollo y ambos sufrieron el naufragio. Aleksandrowicz había escapado de los remolinos, pero el Cl. Domingo Wileryciski se había ahogado. Esta historia pareció verosímil a muchos, pero pronto descubrieron que aquel año no había ningún Aleksandrowicz haciendo el viaje a Gdansk, ni apareció nunca el cuerpo del Cl. Wileryciski ni sus cosas, que según la carta se habían hundido. De ese modo disimuló su maldad.

El ánimo afligidísimo por tantas calamidades del P. Provincial fue algo consolado por la resolución favorable de la Altísima Corta de Viena con fecha 18 de febrero de los corrientes, y entregada en sus manos, acerca de los subsidios para otros seis novicios, además de los que ya había, según había solicitado el P. Provincial en una carta al Excelso Gobierno al comienzo de su mandato, concretamente el 13 de noviembre. Esto decía la resolución o decreto.

Decreto de Viena concediendo el subsidio para otros 6 novicios

“Magnífico Provincial de la Orden de los Escolapios Antonino Szychi.

Puesto que según el atestado del Ilmo. Capitán de Josefow consta que el Provincial de los Escolapios ha recibido en el Noviciado de Opole otros seis novicios, además de los que ya tenía, y que según la condición indicada hace que los novicios estudien alemán, según la resolución de la Comisión Áulica de Viena del 18 de diciembre de 1800, en vigor del decreto anterior del 7 de febrero de 1799, se determina por las presentes que se conceda un subsidio de 128 FR por cada uno de esos novicios.

Notifíquese de esa altísima resolución al señor Provincial, según el decreto del Gobierno de fecha 9 de enero de los corrientes, nº 20362, en respuesta a su petición enviada el 18 de noviembre del pasado año 1800, añadiendo que la Comisión Áulica de Cracovia pidió a la Caja Provincial que pagara el subsidio. En Cracovia, a 18 de febrero de 1801, Reichheim”.

Después de obtener el decreto surgieron algunas dificultades por parte de los oficiales de la Caja Provincial. Presentaron sus dudas al Gobierno, y se resolvieron fácilmente, y se declaró en primer lugar que el pago por los otros 6 novicios debía contarse a partir del 18 de diciembre, el día en que se hizo el decreto de Viena; en segundo lugar, que se pagaría en dos plazos por anticipado, es decir, del 18 de diciembre al 18 de junio, y del 18 de junio al 18 de diciembre, en dos mitades, de 384 FR cada una.

Acerca del palacio de Lublin y sus posesiones

El palacio de Lublin con sus posesiones, que había sido devuelto a la Provincia, fue atribuido a la casa de Lukow en el Capítulo de Radom, a causa de que se iban a enviar allí los estudiantes. El P. Rector de Lukow, después de varios meses, además de los gastos del viaje, vio por un lado que sería muy difícil hacer las reparaciones necesarias del palacio y edificios adjuntos, y por otro que había una villa perteneciente a los bienes de la Cámara, llamada Stryzow, no muy distante de Lukow, y tras aconsejarse con los oficiales del círculo de la S.C.M. propuso al P. Provincial intentar este negocio con el gobierno de Cracovia. El P. Provincial, después de discutir suficientemente el asunto, esperaba que la cosa tendría un resultado feliz, sin embargo antes de actuar quiso ver si al menos el Gobierno le daría permiso para vender el palacio con sus posesiones. Así que primero contó su intención al Ilmo. Excmo. Conde de Transmandorf, Gobernado de Galitzia Occidental, y le escribió la siguiente nota al respecto.

Nota acerca del Palacio de Lublin y sus posesiones

“Ilustrísimo Excelentísimo Señor Conde Gobernador nuestro graciosísimo.

El colegio de Lukow de los Padres Escolapios tiene anexo como exigua fundación un palacio con sus bienes en la ciudad de Lublin, para sustentar a los estudiantes religiosos que residen allí. Pero como Lublin dista diez millas de Lukow, la reparación e inspección del palacio, con sus edificios y las personas que residen en ellos es difícil, y ocasiona continuos gastos de viajes al Rector de Lukow. Al mismo tiempo hay una propiedad cameral llamada Stryzow que sólo dista dos millas de Lukow, que no está cerca de ninguna prefectura cameral, sino que por subasta se alquila a varias personas. En consecuencia se suplica humildemente al Excelso Gobierno si sería posible permutar el palacio citado con sus posesiones por esa aldea. El Erario de la S.C.R. Majestad no perdería nada con el cambio, pues hoy la Prefectura de alimentación usa ese palacio por cien áureos anuales, para depositar y conservar alimentos para uso militar, y en las casas y otros edificios se depositan también otros objetos. Si se llevara a cabo esta permuta, en primer lugar se obtendría la comodidad de poder alojar suficientemente en las propiedades a todos los oficiales y empleados de la Prefectura de Alimentación que trabajan en el depósito de alimentos; además se eliminaría el pago anual que debe hacer cada año por el palacio, que creo equivale a lo que pagan los arrendatarios de la aldea cameral de Stryzow. Sin embargo sería una gran ayuda para el colegio de Lukow, el poder librarse de los elevados gastos de viajes y cambiar el palacio de Lublin por una aldea vecina, lo cual supondría un gran beneficio para toda la Provincia de las Escuelas Pías, pues haciéndolo así, sin ningún gasto para el erario de la S.C. Majestad obtendría un fondo estable para los estudios de los suyos. Por lo cual presenta humildemente este negocio al Ilustrísimo Excelentísimo Señor su humildísimo siervo Antonino Szychi, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Occidental. Cracovia, 20 de febrero de 1801”.

Los clérigos Kozierowicz y Kratki, incorregibles

Entre otras cosas que afligieron a nuestra Provincia estaba la endurecida incorregibilidad de so clérigos profesos de solemnes, a saber Wenceslao Kozierowicz de S. Agustín y Antonio Kratki de Santa Susana. Ambos, después de terminar sus estudios y ser enviados a enseñar en la escuela, al poco tiempo comenzaron a actuar con impiedad y arrogancia, de modo que no sólo despreciaban sin ningún tipo de vergüenza todo tipo de vida religiosa, apostataban de la Orden y vivían al margen, sino que, lo que es más doloroso, tras abrazar la doctrina de los deístas, se reían de los estatutos de la Iglesia, vomitaban blasfemias contra la fe católica y vivían al estilo de los epicúreos, con gran escándalo, no sólo nuestro, sino también de los seglares, y una vez perdido todo sentido de razón y de pudor, se atrevieron a atraer a su manera de pensar sin ningún tipo de vergüenza a los jóvenes, apartándolos de nuestro superiores. Al final el P. Segismundo Linowski, cuando era aún Provincial, tras dos años de experiencia y no pudiendo reducir a los clérigos al orden y la sana razón, para no perder el aceite y el trabajo, envió una carta de súplica al P. General para que, teniendo en cuenta cómo estaban los tiempos, estos estúpidos fueran expulsados de la Orden sin proceso judiciario. Pero como el Sumo Pontífice tenía multitud de negocios después de llegar a Roma desde Venecia tras su elección, y al P. General le resultaba difícil obtener el rescripto pontificio, y las cosas se prolongaban, El P. Provincial Antonino Szychi insistió ante el P. General enviándole una carta sobre este asunto. Conmovido por la petición de ambos provinciales, cuando se le presentó una oportunidad al P. General en el mes de marzo del año corriente obtuvo un rescripto pontificio, y emitió un decreto suyo y de su Congregación para expulsar a los clérigos, y lo envió al P. Provincial, diciendo que en cuanto completaron el sumario del proceso, los expulsara de la Orden. El P. Provincial, tras recibir el encargo del P. General, a finales de abril decretó con su Congregación lo siguiente.

Decreto de expulsión de los clérigos citados

“Como nuestro Ilustrísimo Señor el Sumo Pontífice Pío VII en un rescripto de fecha 17 de marzo del presente año 1801 expedido en Roma se dignó benignamente dispensar del proceso y otras formalidades jurídicas y canónicas para la expulsión de la Orden de religiosos atados por los votos solemnes, prescritas y definidas en otro tiempo por Sus Santidades Urbano VIII e Inocencio XII, y dejó que el asunto fuera decidido según nuestro juicio y el de nuestro Consejo, apoyándonos en esta dispensa, con el consejo y el acuerdo de nuestro Consejo, a ti, N., Rector del colegio N., te pedimos que una vez recibido este decreto nuestro, hagas venir ante ti al clérigo Wenceslao Kozierowicz, residente en el colegio de Lukow, y de la misma manera al clérigo Antonio Kratki residente en el colegio de Chelm, y en presencia de dos padres graves de tu comunidad les anuncies que, puesto que han abandonado hace tiempo nuestra Orden de las Escuelas Pías con su mala voluntad, como nos consta por una carta suya, hoy ya no forman parte de nuestro cuerpo. E inmediatamente se quitará nuestro hábito, y una vez entregado, se pondrá el vestido seglar, y se les advertirá severamente que si se atreven a ponerse el hábito de la Orden en algún lugar o bajo algún pretexto, serán denunciados al Supremo Gobierno, y sufrirán el castigo que sufriría por ello un seglar. Además, mediante la aplicación de este decreto Wenceslao Kozierowicz y Antonio Kratki se abstendrán absolutamente de toda cohabitación, reunión y conversación familiar con los nuestros. Mandamos y ordenamos severamente que esto sea observado de manera inviolable, y bajo pena de grave castigo, a ti y a todos nuestros religiosos que viven en tu comunidad. En Cracovia, a 27 de abril de 1801. Siguen los nombres de los que firman. L.S.”

Un caso difícilmente posible entre nosotros

El P. Ambrosio Sawicki de S. Casimiro, tras terminar sus dos años de noviciado en Drohiczyn, fue admitido a la profesión simple. Después de enseñar algunos años en la escuela, y cumplir los 24 años, obtuvo la patente para recibir las sagradas órdenes, y sin haber emitido antes la profesión solemne, recibió el sacerdocio, y fue enviado por obediencia a servir en las tareas parroquiales primero en nuestra iglesia de Drohiczyn, y luego en la de Chelm, durante unos ocho años, y él guardó silencio sobre el asunto. Luego, viendo que todos le odiaban a causa de sus costumbres corruptas, y sobre todo de su escandalosa ebriedad, y resistiendo pérfidamente a los avisos de los superiores, para poder practicar más libremente sus vicios, pidió en una carta al P. Provincial que lo expulsara, afirmando que no tenía el vínculo de la profesión religiosa, puesto que sólo había hecho los votos simples. Atónito por la novedad de la cosa, el P. Provincial pidió el testimonio de su profesión solemne al archivo de la otrora Provincia de Polonia. Pero como no encontraron nada, preguntó al archivo de la casa de Radom, en la cual residía cuando obtuvo la patente y recibió las sagradas órdenes, si no había emitido antes la profesión solemne, pero en aquella casa no se encontró ningún vestigio de que hubiera hecho la profesión solemne el P. Ambrosio Sawicki. Llamó a los testigos, pero ya habían fallecido los que estaban allí. Por lo cual el P. Provincial vino a Opole, e insistió seriamente al P. Sawicki con razones para que desistiera de su propósito, y más bien emitiera su profesión solemne, pues no había ningún documento que probase que la había hecho, o al menos dejara estar todo este asunto. Pero fue como hablarle a un sordo. Obstinado en el mal, y con gran audacia y temeridad le instaba a que cuanto antes acelerara su expulsión. El P. Provincial, después de pedir consejo al Ilmo. y Rvmo. Sr. Ordinario del lugar de Chelm, Adalberto Skarnewicki, que entonces estaba de visita en Kasimira, en primer lugar hizo leer al P. Sawicki la siguiente fórmula de juramento: “Yo, Casimiro Ambrosio Sawicki, invoco a Dios como testigo de mi conciencia de que, después de emitir en el noviciado los votos simples, nunca hice la profesión solemne, ni antes de recibir las órdenes sagradas ni en ningún otro momento, ni la entregué por escrito a los superiores, según la costumbre, ni les dije que la enviaría, ni dije nunca la fórmula según el libro de las Constituciones ni la firmé luego, en presencia de los legítimos superiores, que es lo que le da valor, y ante Dios, en cuya presencia me encuentro, lo juro poniendo la mano en el pecho”.

El P. Sawicki, no sólo dijo que juraría según esta fórmula, sino que al día siguiente, y después de confesarse y terminar el sacrificio de la misa, prestó su juramento ante el P. Provincial, en presencia de toda la comunidad de Opole. Por lo cual el P. Provincial, tras vestirse con la sotana de los sacerdotes seglares, lo despidió de la Congregación, y lo entregó al Consistorio de Lublin. Que Dios nos libre en el futuro de casos semejantes.

Segundo año del gobierno del Rvmo. P. Provincial Antonino Szychi

Después de terminar felizmente las visitas de las Casas el P. Provincial, y tomar las disposiciones referentes a las personas de cada casa, y las actividades a las que deberían dedicarse de momento según lo prescrito por el Gobierno, cuando ya preparaba su regreso a Cracovia le llegaron varias cartas, primero de Cracovia y luego de otras casas, con nuevas órdenes inesperadas en las que se le pedía que en cada casa debía abrir inmediatamente escuelas normales. Por supuesto, el P. Provincial antes de volver a Cracovia se dirigió al Ilmo. Sr. Szultz, Consejero del Gobierno y Director General de todas las escuelas, y le preguntó si había ordenado algo en relación con las escuelas. Aunque es cierto que entonces Viena no había decretado nada en relación con las escuelas, el Ilmo Sr. Szultz ordenó al P. Provincial que en cada gimnasio debía haber un profesor que supiera bien la lengua alemana. Y al principio del mes de agosto apareció una disposición gubernamental dirigida a todas las oficinas circulares para que a principio de septiembre en todos los gimnasios se abrieran escuelas normales para enseñar la lengua alemana a los estudiantes. Después de recibir este anuncio, el P. Provincial se vio obligado a hacer muchos cambios en las disposiciones que había hecho con respecto a las personas. Y como además se esperaba que iba a llegar pronto de Viena el Ilmo. Sr. Hoffman para ordenar los gimnasios de Galitzia Occidental, el P. Provincial regresó rápidamente a Cracovia, para ser informado por el Gobierno de manera más cómoda sobre las disposiciones referentes a las escuelas, y al mismo tiempo responder a los requisitos presentados por los capitanes de las oficinas circulares.

Mandato circular para que se abriera en Cracovia una escuela elemental para la lengua alemana

El primer mandato en el que se pedía la apertura de una escuela elemental en nuestro colegio con un profesor experto en alemán o una pensión anual pagada por el colegio para un profesor de las escuelas normales llegó desde la oficina circular de Cracovia. A este mandato, fechado el 8 de agosto y llegado el 11, en el cual se daban 10 días de plazo para llevar a cabo la resolución, el P. Estanislao Sokolowski, rector de la casa de Cracovia, respondió con una nota en la que rogaba a la oficina circular que se le diera un plazo más largo, hasta la llegada del P. Provincial, en cuyo poder está el disponer de las personas, para que pudiera responder adecuadamente al mandato. Y obtuvo la prórroga del plazo. Cuando llegó el P. provincial, después de discutir el asunto, respondió con una nota a la ínclita oficina circular de Cracovia diciendo que estaba dispuesto a abrir en Cracovia la escuela elemental que le pedían, pero no había lugar en el edificio para establecer la citada escuela. Como a esta nota suya recibió una respuesta inconveniente, diciendo que no era posible que no encontrara algún lugar para establecer la escuela, escribió otra nota que decía lo siguiente.

Nota pidiendo que se inspeccionara el colegio de Cracovia para ver si podían encontrar un lugar para la escuela trivial

“Ínclita Oficina Circular de Cracovia.

En respuesta a la segunda orden de la Ínclita Oficina con fecha 2 de octubre del corriente año, nº 6207, entregada en mano el 6 del mismo mes, sobre si había o no un local para abrir una escuela elemental en lengua alemana, el colegio de Cracovia de los PP. de las Escuelas Pías somete esta fiel relación a la misma Ínclita Oficina Circular, con profunda sumisión. El edificio del colegio de Cracovia, después de la ocupación de su mayor parte como centro de detención para delincuentes políticos, quedó reducido a un espacio tan reducido que no hay ninguna habitación libre. Se dará mayor fe a esta relación si la Ínclita Oficina se digna a enviar alguien para que visite esta casa e inspeccione cada rincón, cosa que el colegio suplica humildemente a la Ínclita Oficina Circular como testimonio de fidelidad hacia la S.C.R. Majestad y sus Magistrados. En Cracovia, a 7 de octubre de 1801”.

Efecto de la misma

A esta petición del P. Provincial no siguió ni respuesta, ni ulterior mandato, de modo que este mandato acerca de abrir una escuela elemental en Cracovia por los nuestros queda en suspenso hasta ahora.

Y como a los demás colegios llegaron similares mandatos por parte de las oficinas circulares, viendo que ello suponía una gran perturbación para todos los sitios, envió la siguiente nota al Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad en Galitzia Occidental, con fecha 3 de septiembre de 1801.

Nota al Gobierno en relación con la orden de abrir inmediatamente escuelas normales, cuando se carece de locales

“Excelso Gobierno de S.C.R. Majestad en Galitzia Occidental.

Tras recibir hace poco el decreto del Excelso Gobierno en el que se nos pedía llevar a cabo lo necesario para que nuestros religiosos de las Escuelas Pías conocedores del alemán se preparen para abrir escuelas normales en esta lengua cuando se designara el tiempo o el lugar, recibí luego un mandato de la Ínclita Oficina Circular de Cracovia, que añado en la letra A, en el cual se declaraba que se abriera inmediatamente una escuela elemental. En consecuencia suplico que el Excelso Gobierno declare si el mandato de esta Ínclita Oficina Circular debe ser puesto en práctica inmediatamente. Añado también la súplica en relación con los demás colegios nuestros que han recibido similares mandatos, y ello principalmente por el motivo de que ningún edificio nuestro está preparado para acoger una escuela normal. En Cracovia, a 3 de septiembre de 1801. Antonino Szychi, Provincial”.

Otra nota del P. Provincial pidiendo que se le comuniquen a él los mandatos dirigidos a las casas

“Excelso etc.

Dado que han llegado órdenes por parte del Excelso Gobierno a nuestros colegios de las Escuelas Pías, y han sido entregadas a sus rectores y les piden resoluciones que no pueden tomar sin el Provincial, y ello hace que ellos respondan dudosamente a lo que se les pide, o que retrasen sus decisiones, pues sólo el Provincial conoce el estado de todos los colegios y personas, en consecuencia el infrascrito Provincial suplica humildemente al Excelso Gobierno que, si es posible, los excelsos mandatos se los envíen a él antes, o al menos al mismo tiempo que a los colegios, para poder satisfacer mejor los citados mandatos. En Cracovia, a 3 de septiembre de 1801”.

Respuesta del Gobierno en relación con estas notas

El P. Provincial recibió una respuesta oral a la primera nota, según la cual las oficinas circulares no estaban siguiendo la intención del Gobierno en lo referente a la orden sobre las escuelas normales. En cuanto a la segunda, se expidió una resolución del Gobierno con fecha 30 de septiembre de 1801, nº 6570, que se conserva en el Archivo Provincial, en la cual se informa al P. Provincial que según el decreto del 11 de septiembre de los corrientes, nº 15384, no se puede satisfacer la petición del P. Provincial, pues lo referente a órdenes en relación con los gimnasios es incumbencia del Sr. Hoffman, Prefecto General de las escuelas, con quien debe tratar.

Después de arreglar las cosas en relación con los gimnasios con el Ilmo. Sr. Hoffman, responsable de las escuelas de Galitzia Occidental, y tras recibir de él por escrito normas provisionales para nuestras escuelas, con gran encomio, y después de haberlo dejado todo arreglado, el P. Provincial dedicaba ya su atención a otros asuntos pendientes de la Provincia. De pronto recibió por medio del P. Rector de Radom un nuevo mandato de la oficina circular en relación con las escuelas normales, que le conmovió de nuevo, por lo que volvió a dirigir el P. Provincial la siguiente nota al Ilmo. Gobernador.

Nota al Excelso Gobierno en relación de los libros para las escuelas normales

“Ilustrísimo y Excelentísimo Conde Gobernador nuestro, graciosísimo.

Desde antiguo los Padres de las Escuelas Pías se esfuerzan para cumplir los decretos del Excelso Gobierno, y como fieles súbditos de S.C.R. Majestad se han mostrado prontísimos a cumplir el decreto del Excelso Gobierno en el que se les pedía que se prepararan para tener religiosos conocedores de la lengua alemana para abrir escuelas normales en esa lengua, e hicieron todo lo posible para ello. Ya están a disposición del P. Provincial profesores religiosos para enseñar en todos los gimnasios de los dichos Padres en la escuela normal alemana, también en el colegio de Cracovia, según lo ordenado por la Oficina Circular. Pero en los colegios de dichos padres se esperaba que cuando se les pidieran los profesores, se les proveería para una más fácil adquisición de los libros prescritos para las clases normales. Mientras tanto el P. Provincial, que estaba tranquilo esperando esto, ha recibido una carta del Rector de Radom en la que le dice que ha recibido un mandato del Ínclito Círculo de allí en el que se le ordena que, bajo pena de 12#, tenga listos no sólo el profesor, sino también los libros para el comienzo de las clases. El P. Provincial está consternado con esta disposición repentina, y no sabe dónde puede conseguir tal cantidad de libros, que basten para profesores y alumnos, por lo que humildemente suplica al Señor y a todo el Excelso Gobierno para que se dignen ayudarle con una benigna resolución. Pues en la librería del Sr. Traster de Cracovia no hay tal cantidad de libros normales como para poder satisfacer las necesidades de los jóvenes que asisten a las escuelas normales de los cinco colegios de las Escuelas Pías. Además, aunque pudiera conseguir la cantidad necesaria de ellos después de algún tiempo, ¿de qué modo enviaría los libros y materiales necesarios a ciudades que distan al menos 30 millas de Cracovia, como Radom, Chelm, Lukow y Opole? Haría falta cobrar los gastos del envío, aquí menores y en otros lugares mayores, entre los libros vendidos a los jóvenes, y luego ajustar los cuentas con el librero. Como prevé por estas circunstancias complicaciones posteriores en el envío y venta de los libros, suplica al Excelso Gobierno la suspensión de esa resolución. En Cracovia, a 21 de septiembre de 1801. Antonino Szychi, Provincial de Galitzia Occidental”.

De acuerdo con esta nota, se enviaron libros desde Viena, y se depositaron en el gimnasio de Cracovia para su venta, por mandato del Gobierno. De este modo el P. Provincial, cuando se presentaba la ocasión los enviaba de Cracovia a las otras casas, y otros los llevaban los rectores a Zamosk. De modo que ese año todas nuestras escuelas fueron provistas en parte de libros, tanto para las clases normales como para las de gimnasio, y los demás fueron reservados para más adelante.

Estudios para los nuestros

Tan pronto como comenzó su mandato, el P. Provincial se esforzó mucho para que nuestros jóvenes, salidos del noviciado, después de enseñar un tiempo en la escuela, estudiaran humanidades. A este fin, tras consultar con el P. Rector de Lukow, le mandó que preparase un lugar para ello, gastando en ello lo que las circunstancias permitían.

En el primer año de su gobierno envió 3 jóvenes nuestros a Lukow, para que dedicaran parte de su tiempo a la escuela, y parte para que se dedicaran a estudiar humanidades con el P. Segismundo Grymala, prefecto de las escuelas. Después de preparar el lugar para los estudios, el P. Provincial mantuvo la educación formal para nuestros jóvenes el segundo año, y destinó allí para este fin a otros 5 jóvenes. Pero la necesidad impidió que se llevara a cabo este intento, cuando de repente se mandó abrir las escuelas normales, y tuvo que enviar a enseñar en las escuelas a los jóvenes que había destinado a estudiar humanidades.

Estudio de Retórica para los nuestros en Lukow

Sin embargo a dos de los cinco los envió a estudiar Retórica, y nombró maestro de sus estudios al P. Nicolás Michowiki, quien comenzó esta tarea tan necesaria junto con el P. Segismundo Grymala el año 1801.

Y como nuestros superiores habían descubierto con su penosa experiencia que el desprecio no sólo de las leyes humanas, sino también de las divinas, no provenía de otra fuente sino de la negligencia y desprecio del estudio de la teología, y que, sin saberlo ellos, los nuestros recibían la ordenación sacerdotal teniendo una imperfecta preparación en cuanto a la doctrina evangélica y de la Iglesia, con grave peligro para sus almas y las de los demás, el primer Moderador de nuestra Provincia, P. Segismundo Linowski, determinó que no se admitiría nadie a las sagradas órdenes que antes no hubiera hecho estudios de la mejor teología. Y en el último año de su gobierno el P. Carlos Winkler, que había sido destinado a hacer estos estudios, recibió las sagradas órdenes.

Estudio de teología en Cracovia

El P. Antonino Szychi consolidó esta manera de formar a los nuestros en la verdadera religión y en la rectitud de costumbres, y encontrando al P. Domaniewski, le hizo terminar la teología y fue ordenado. Y como se dio cuenta de que casi todas nuestras casas a causa de que los nuestros eran ya mayores andaban escasas de sacerdotes, para remediar este mal llevó a Cracovia a tres de nuestros jóvenes, a los que vistió y alimentó principalmente a costa suya, para que se dedicaran al estudio de la teología moral y pudieran ser ordenados sacerdotes, y así pudieran paliar la falta de sacerdotes en nuestras casas. Dios bendijo estos planes. En efecto, los clérigos Simón Prybylewski, Andrés Polejowski y Vicente Masurkiewicz fueron enviados a Cracovia para continuar el noviciado empezado en Opole y enseñar en la escuela normal alemana, y bajo la dirección del profesor P. Inocencio Ormienski, primer Asistente Provincial, se dedicaron con provecho al estudio de la teología, y tras dar prueba de su aprovechamiento en exámenes privados y públicos, recibieron las sagradas órdenes, y luego dedicaron tiempo al estudio de derecho canónico e historia de la Iglesia.

Vicente Masurkiewicz

Y ya que hemos mencionado a Vicente Masurkiewicz, seguiremos hablando de él ahora. Este joven era originario de Jawonow, cerca de Lvov. Estudió en la escuela imperial de ese lugar, con un oficial del gobierno enviado de Viena a Lvov, y después de algunos años abrazó nuestro instituto en la Provincia de Austria. Al terminar el bienio del noviciado, antes de hacer la profesión pidió que se le permitiera pasar de la Provincia de Austria a nuestra Provincia de Galitzia, y fue despedido. Después de tres meses vino a Cracovia, con todos los certificados de los estudios hechos en Viena y con el testimonio de ser de buenas costumbres, tanto del Provincial de Austria como del Rector del noviciado, y fe enviado a Opole a repetir el noviciado, y junto con nuestros jóvenes siguió estudiando el alemán. Cuando llegó la disposición referente a las escuelas normales, el P. Provincial lo envió de Opole a Cracovia para que continuase allí el noviciado y estudiase teología, y en caso de necesidad enseñase en la escuela trivial. Pero como la escuela no pudo abrirse a causa de la carencia de espacio, se dedicó por completo al estudio de la teología con los demás. Mientras tanto el P. Provincial por medio del P. General pidió un rescripto para que pudiera profesar en Cracovia, y al mismo tiempo que fuera dispensado del segundo año de noviciado por el P. General, y una vez obtenidas las dos cosas, observando lo que hay que observar, el 1 de enero de 1802 hizo la profesión de votos solemnes en nuestra iglesia. Tanto el rescripto romano como su aceptación se conservan en nuestro archivo.

Además de estas acciones del P. Provincial para poner en orden las escuelas y los estudios de los nuestros, surgieron otros muchos asuntos en relación con las casas y las personas durante el transcurso de este segundo año. El primero de ellos, que el colegio de Chelm se encontraba en un estado pésimo. Pues la Oficina Circular había ocupado la escuela y una buena parte del colegio y la clausura religiosa se había suspendido, por lo que el Rector de la casa y los religiosos afectados dirigían día tras días muchas quejas al Sr. Capitán y los demás oficiales circulares. Informaban del asunto al P. Provincial, el cual no quería intervenir antes de ver con sus propios ojos cada cosa, para proveer un remedio después de examinar a fondo la cuestión. Después de visitar la casa de Chelm, regresó a Cracovia y fue a visitar al Ilustrísimo Conde de Transmandorf, Gobernador de Galitzia Occidental, y le presentó de manera clara y oral el deplorable estado de la casa de Chelm. El Ilmo. Gobernador, que sentía un gran afecto por el P. Provincial, le mandó que lo pusiera todo por escrito con detalle, y enviara la carta al Gobierno. Cumpliendo esta orden, el P. Provincial puso por escrito todas las quejas e inconvenientes que él había observado con sus propios ojos en la casa de Chelm, y que le habían dicho los nuestros, y explicó todo ello de manera clara y lúcida en el siguiente documento.

Nota al Excelso Gobierno en relación con este asunto

“Cuando a causa de mi cargo he visitado el colegio de Chelm y el gimnasio que se nos ha confiado allí, los encontré ambos en un pésimo estado. Por lo cual expongo lo siguiente de buena fe y con profunda sumisión al Excelso Gobierno:

1.Apenas se nos ha dejado la mitad del colegio, en la cual viven los religiosos con los servidores del colegio y los criados de la iglesia, y se forma a la juventud estudiantil en habitaciones pequeñas, y de tal modo dispersas que los profesores y las clases del gimnasio deben ubicarse en diversos rincones tanto del primer como del segundo piso. Pues los locales mejores y más amplios han sido destinados a vivienda para el Ilmo. Capitán circular, para sus huéspedes, para sus criados, como cocina, despensa y almacén de otros bienes domésticos.
2.Las salas calientes construidas junto al colegio para servir como clases hoy están convertidas en salas de espera. Dos sirven como salas de espera de la oficina circular, y la tercera para cuerpo de guardia militar, y a causa de esto los profesores y los estudiantes tienen que meterse en cuartos pequeños, no sin pérdida de salud, tanto por parte de los primeros como de los estudiantes.
3.Dos locales que se encuentran junto a la puerta del colegio se han destinado a caja circular. A causa de lo cual, para permitir su vigilancia por los militares, la puerta tiene que estar abierta noche y día, con los consiguientes inconvenientes que pueden ocurrir, ya que en las comunidades religiosas viven hombres, y no ángeles.
4.De la estrechez del lugar nace otro inconveniente, del que me da cierta vergüenza hablar, pero también debo manifestarlo al Supremo Gobierno, puesto que tiene un gran interés para la moralidad cristiana, y es que hay solamente una cloaca común para todo el colegio. Y a ella se llega por un pasillo largo y estrecho, que se cierra con llave. Y las llaves de este pasillo la tienen los religiosos y los criados y criadas que sirven al Ilmo. Capitán, día y noche. Esta circunstancia es incómoda para hombre maduros, cuando van a evacuar en medio de extraños, pero para los jóvenes y más ligeros ofrece una ocasión de grave peligro.
5.Es cierto que se paga un alquiler por todas las habitaciones, tanto las ocupadas por el Ilmo. Capitán circular como por las salas de espera y las de la caja, pero este contrato fue impuesto desde el principio, no asumido libremente. Pues el colegio siempre se sintió perjudicado por la ocupación de los locales escolares, y si hubiera sido libre, nunca habría firmado ese contrato. Pues el primer Ilustrísimo Señor que firmó el primer contrato no necesitaba tanta parte del colegio, ya que tenía pocos criados. Ahora además de pedir más espacio en las habitaciones internas del colegio ocasionando mayor estrechez a la comunidad, también se le pide al Rector del colegio que se construya o que se permita construir un establo para los caballos del Ilmo. Capitán circular en el cementerio o en la zona contigua a la iglesia. Lo cual, sin embargo, no puede hacerse sin gran inconveniente y escándalo de la gente, pues de este lugar salen las santas procesiones. Además, aunque el precio indicado en el contrato parece elevado, si quitamos el dinero para los gastos de reparaciones, no ya las relativas a las reparaciones de los tejados, que siempre son indispensables, sino los hechos para las reformas internas, que son costosas, resulta que en ello se va la mayor parte de los ingresos.
6.Además del contrato general, se imponen al colegio, quieras o no quieras, otros contratos particulares. Como el contrato que se impuso primero como una petición por parte de la Caja circular al colegio, para que hubiera una lámpara encendida por la noche para los vigilantes nocturnos de la caja, con la promesa de que habría una gratificación amistosa. Luego, al pasar el tiempo, se impuso por la vía de los hechos el pago anual por ese concepto de 25 FR, que continúa hasta ahora. Mientras tanto la carga de mantener la lámpara parece intolerable para el colegio, pues las lámparas son fácilmente llevadas a cualquier puerta totalmente inaccesible para la gente, o alguien vierte el sebo líquido, o la lámpara se apaga por cualquier motivo. En este caso ha ocurrido que un soldado, habiéndose apagado la lámpara por la noche, llamó con todas sus fuerzas a mitad de la noche en la puerta del P. Vicerrector de la casa para que encendiera la lámpara que se había apagado. Así, pues, el colegio debe ocuparse de que la lámpara esté encendida y pagar además el precio para ello. ¿Por qué hay que pagar estos 25 FR? Pues se puede ver que en todos los demás lugares los soldados que vigilan por la noche junto a la Caja llevan velas, o una lámpara que les ha dado el prefecto de la Caja, y cada cual se encarga de que la suya esté encendida.
7.El colegio tiene tres aulas, de las cuatro que tienen estufa. Una de ladrillo está junto a la puerta de la ciudad; antes se llevaba allí a los estudiantes, pero hoy ha sido ocupada como cuerpo de guardia para los soldados, y allí, con gran incomodidad para el colegio, pues inmediatamente se mandó cavar y construir allí una cloaca, que fue la causa de muchos males. Esta cloaca a cabo de dos años se llenó de excrementos, y en el mes de agosto de este año, cuando mas urgía la siega de las meses, el P. Rector recibió un mandato de la ínclita Oficina Circular para que la mandara limpiar bajo pena de multa inmediata. En la ciudad no hay gente que sepa hacer este trabajo, pues la tierra cretácea absorbe las heces sin necesidad de que se ocupe de ello la gente. Así que hubo que traer gente de Lublin con sus vehículos e instrumentos adecuados para ello. Como el Rector no estaba en condiciones de ocuparse de este trabajo, debió pedir a la Ínclita Oficina Circular que se hicieran cargo de ella. Y lo hicieron, pero a cargo del colegio. Además en esta aula se nos piden cántaros para el agua, sillas, bancos, escobas y otros utensilios, que fácilmente se echan a perder entre los soldados descuidados. Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué le queda al colegio del dinero del contrato? Mientras tanto el colegio tiene que pagar los tributos públicos correspondientes a esa aula. Hay otra aula de madera en la explanada, en dirección a los PP. Reformados, que últimamente se había quedado el Ilmo. Comisario Gejer, y la había dejado sólidamente reparada, pero el actual Ilmo. Comisario, que ha elegido ese lugar como vivienda, la ha decorado de nuevo, y ha pedido muchos adornos a su gusto, siendo todos los gastos deducidos del contrato que pagan por el lugar. Así que no esperamos recibir nada por esta sala.

Hay una tercera aula de ladrillo que se encuentra al lado de la iglesia, que se quedó el Sr. Secretario Orculi, que no deseaba modificar nada en ella. Después de irse él, el colegio recibió inmediatamente la orden de la Ínclita Oficina Circular de que en el plazo de ocho días se preparara esta aula para vivienda del Ilmo. Capitán del ejército, indicando en detalle las reparaciones que debían hacerse:

a)Que se cavara y se extrajera la tierra a un lado y otro del aula hasta un codo de profundidad
b)Que se tirara el muro entre el aula y la bodega, así como el almacén de la bodega.
c)Que se pusiera un pavimento nuevo.
d)Que se construyeran estufas y hogares nuevos.
e)Que se destruyera la cama antigua y se pusiera una nueva.

Inútilmente reclamó el Rector envió un escrito para que le devolvieran el aula, muy necesaria para el colegio, para tener en ella alguna clase, ya que se encontraba en tantas estrecheces. Sin embargo recibió una respuesta, que adjunto con la letra A. Sin recibir los 50 FR que costaban estas obras, puso en manos de la Ínclita Oficina Circular el aula y su restauración, que por otra parte ya había comenzado. En qué momento terminarán los gastos, no se sabe, pero de momento nos toca también pagar los tributos por esta aula.

Por todo lo anterior puede fácilmente considerar el Ilmo. Sr. y el Excelso Gobierno qué difícil nos resulta en estas circunstancias y en estas estrecheces continuar nuestras tareas educativas en las escuelas de Chelm. Pues por una parte están las habitaciones exiguas en las que los profesores tienen que enseñar a los alumnos, que son perjudiciales para la salud tanto de los maestros como de los estudiantes, por lo que los habitantes más nobles del círculo de Chelm no quieren traer a sus hijos a estudiar a las escuelas de la parroquia, sino que los llevan al gimnasio público de Chelm. Por otro lado, día y noche pasan por aquí todo tipo de gente, lo cual es un impedimento para la enseñanza, además de ser un peligro para las costumbres de los profesores y los jóvenes, pues ofrece muchas oportunidades para corromperlos, como ya se ha mostrado desgraciadamente la experiencia. Y como este mal no puede evitarse, ya que el oficio Circular se ha trasladado a nuestro colegio, después de que un incendio devastara la ciudad, sólo me queda pedir al Excelso Gobierno que se digne trasladarnos a cualquier otro lugar, y que disponga a su arbitrio de la fundación de Chelm. Nosotros, de acuerdo con nuestro estado religioso, sólo buscamos mantenernos medianamente, vivir tranquilos, dedicarnos al estudio, y servir a Dios, al Príncipe y a sus súbditos mediante la formación pública de la juventud, según nuestra Profesión. En Cracovia, a 21 de septiembre de 1801. Antonino Szychi, Provincial de Galitzia Occidental, m.p.”

Hasta ahora no se ha tomado ninguna resolución en respuesta a esta petición del P. Provincial. Se tomaron algunas medidas parciales, como con respecto a las lámparas, como puede verse en el archivo de la Provincia, pero no resolvió completamente la cuestión. La principal causa para este retraso no fue otra sino la ausencia del Ilmo. Gobernador, que después de recibir la petición, hacia el 10 de octubre se ausentó de Cracovia durante casi un año, parte pasándolo con su familia, parte en Viena. Lo cual dejó al colegio de Chelm en un estado cada vez peor.

Se intenta recuperar una casa construida para las escuelas de Radom y ocupada por los oficiales del Tabaco.

Mientras el P. Provincial se ocupaba del estado de la casa de Chelm, al mismo tiempo decidió intervenir en relación con el estado físico de las escuelas de Radom.

Las escuelas de ladrillo de Radom habían sido ocupadas por los oficiales del Tabaco. Los rectores de la casa, obligados por la importunidad, se vieron obligados a firmar un contrato con ellos que renovaron en los años sucesivos, y para los profesores y alumnos tuvieron que usar unos locales pequeños junto al colegio. El P. Segismundo Linowski, primer Provincial, se interesó mucho por este asunto, pero encontró muchos obstáculos que impedían la reivindicación de nuestras propias escuelas públicas erigidas con gastos nuestros. El P. Antonino Szychi, segundo moderador de esta Provincia, después de discutir por separado cada cosa, decidió tratar con el Excelso gobierno acerca de la reivindicación de las salas erigidas para la pública educación de la juventud. Con este fin envió la carta siguiente.

Súplica en relación con este asunto

“Ilustrísimo Excelentísimo Señor Conde Gobernador nuestro Graciosísimo.

El estado físico del gimnasio de Radom es miserable, pues los profesores se ven obligados a dar clase a una juventud bastante numerosa, sobre todo en las clases inferiores de gramática, en pequeñas habitaciones, construidas para un solo religioso, con gran incomodidad propia y de los alumnos.

El edificio del gimnasio está ocupado por los Sres. Oficiales del Tabaco, y tienen un contrato con el P. Rector, pero este contrato no fue hecho libremente, sino firmado a la fuerza.

Cuando el P. Rector firmó por última vez este contrato, el 15 de abril de este año, declaró a los Sres. Oficiales del Tabaco que no quería que este contrato durara más de seis meses. Y ciertamente concluido el plazo por orden del Excelso Gobierno terminó el contrato, y fue devuelto al P. Rector. Y los Sres. Oficiales recibieron la orden de evacuar el edificio construido para uso público, concretamente la educación de la juventud. Pero hasta ahora no han llevado a cabo la ejecución de esta orden. El tabaco que tenían almacenado en el edificio del gimnasio lo han trasladado a otro local, pero siguen manteniendo como vivienda los locales ocupados en el mismo edificio, y a pesar de que hay gran cantidad de edificios de ladrillo en Radom, dicen que esperan a que el Gobierno les construya una casa de piedra en la ciudad. Pero este pretexto crea muchas dudas al P. Rector acerca de la evacuación del edificio del gimnasio. Un nuevo pretexto que invocan es que las paredes son nuevas y peligrosas para habitar, por lo que quieren quedarse en las habitaciones que ocupan todo el invierno.

Permítaseme rogar humildemente a su Excelencia y al Ínclito Gobierno para que los citados oficiales, que ya han evacuado la parte del gimnasio donde se almacenaba el tabaco, evacúen también la parte donde residen ellos. Principalmente porque no pueden invocar el impedimento del contracto con el P. Rector, ya que ellos mismos lo reconocieron como terminado, con la obligación de evacuar el edificio y evacuar el depósito del tabaco. Y no hay nada indicado en el contrato en que puedan apoyarse. Pues no han pagado nada desde que concluyó el contrato. Y nosotros no deseamos otra cosa sino podernos dedicar tranquilamente a la práctica del instituto que profesamos, la educación pública de la juventud. En Cracovia, a 21 de septiembre de 1801”.

Interpretación equivocada de la nota anterior

A pesar de que en esta carta de súplica el asunto estaba presentado con palabras muy claras, y en ella sólo pedía el P. Provincial que se trasladaran los Sres. Oficiales del edificio del gimnasio de Radom a otras casa de la ciudad, y que dejaran nuestro edificio vacío para ser ocupado por las clases, no se sabe por qué el Excelso Gobierno comunicó otra orden por medio del Oficio Circular de Cracovia en la que se ordenaba a los Oficiales del Tabaco el pago, más bien que el desalojo del gimnasio. Esa resolución se encuentra en el archivo de la Provincia. Por ello el P. Provincial con su testimonio envió otra nota al Excelso Gobierno para aclarar el malentendido.

Segunda nota al Excelso Gobierno en relación con este asunto.

“Al Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de Galitzia Occidental.

Lo que se me notificó por parte de esta Ínclita Oficina Circular con fecha 15 de noviembre de los corrientes, nº 7808, según el decreto del Exceso Gobierno de fecha 23 de octubre de 1801, nº 1786, en relación con mi petición acerca de mi petición enviada al Exceso Gobierno con fecha 21 de septiembre en relación con el edificio del Gimnasio de Radom, es falso y sin ningún fundamento. Adjunto una declaración a la Ínclita Oficina Circular, con la letra a), dando fe para que se corrija el error al leer mi nota, y una copia de mi escrito suplicatorio sobre el que quiero discutir, con la letra b). Parece que se ha entendido según la declaración de la Ínclita Oficina Circular que yo estaba pidiendo que se me pagara un alquiler por el depósito de tabaco colocado en el gimnasio de Radom, cuando la copia de mi petición muestra claramente que yo no pedía nada de eso, sino que los Sres. Oficiales del Tabaco trasladaran sus viviendas del edificio del gimnasio, y fueran a vivir a otra casa de la ciudad, y que de la misma manera que ya habían trasladado el tabaco, se trasladaran también ellos. Pues el edificio del gimnasio había sido declarado por el Supremo Gobierno depósito para el tabaco, pero no para vivienda de los oficiales.

Yo no pedí ningún alquiler al depositario del tabaco; tan sólo declaré que no quería que me pagasen un alquiler los oficiales por vivir en nuestra casa, sino que nos devolvieran el edificio del gimnasio, para poder dar clases en él, y que ellos se fueran a otro lugar. Por lo cual, puesto que se me ha enviado una nota equivocad, contra la intención de mi petición, permítaseme rogar al Excelso Gobierno que pueda expresar al Excelso Gobierno cuál es realmente mi intención. Y que se ordene a los Oficiales del Tabaco que residen actualmente en el edificio del gimnasio que hagan el favor de abandonarlo y marchar a otra casa de la ciudad. Pues la juventud, bastante numerosa, se ve obligada, con gran incomodidad para ella y para los profesores, a tener clase en habitaciones muy pequeñas. En Cracovia, a 15 de diciembre de 1801. Antonino Szychi, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Occidental”.

Resolución infausta, aunque mitigada

A esta declaración del P. Provincial respondió una resolución del Excelso Gobierno, fechada el 26 de enero, no diferente de la anterior, diciendo que la relación del P. Provincial era falsa, y ello principalmente por la razón de que el contrato por el edificio del gimnasio de Radom entre los oficiales de tabaco y el colegio no había expirado, ya que (contra la prohibición del P. Provincial, y la orden dada por el Excelso Gobierno el año anterior) el P. Rector de Radom, Lorenzo Cielecki (por iniciativa propia y temeraria) de nuevo había firmado un contrato por la suma de 315 FR desde el 1 de noviembre de 1801 hasta finales de octubre de 1803, fecha en la que terminaría su mandato, y los Sres. Oficiales del Tabaco habían enviado este contrato al Excelso Gobierno. Al P. Provincial, consternado por esta resolución, le sirvió de consuelo el que el Excelso Gobierno le daba la esperanza de que al final de este plazo el edificio del Gimnasio quedaría libre de las manos de los oficiales, y se le devolvería. La causa de tanta aflicción del P. Provincial fue la audaz y temeraria manera de actuar del P. Rector Cielecki, actuando sin tener en cuenta a sus superiores. Esta resolución del Gobierno se encuentra en el Archivo Provincial, caja 12.

Sigue adelante con el tema del palacio de Lublin

Antes (cf. página 78) el P. Provincial había comenzado a tratar con el Excelso Gobierno acerca del Palacio de Lublin y sus posesiones, pidiendo que se cambiara con la aldea Stryzow, propiedad de la Cámara. Esta petición, siguiendo el curso de la ley, fue enviada al círculo de Lublin, y luego a la Administración de los bienes camerales, para que diera su opinión al respecto al Gobierno. Este asunto, como es costumbre, se alargaba ya varios meses. El P. Provincial, satisfaciendo los piadosos deseos e intentos del P. Lucas Karabudzinski, rector de Lukow, escribió otra petición al Gobierno en relación con este asunto.

Súplica sobre esto

“Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de Galitzia Occidental.

El 3 de febrero de este año envié una petición al Excelso Gobierno en relación con el palacio de Lublin y las posesiones anejas, para que, si era posible, fuera permutado por la aldea cameral llamada Stryzow en el círculo de Rudsin. Los motivos de mi petición eran: que este palacio con sus posesiones habían sido atribuidos al colegio de Lukow para el mantenimiento de la casa de estudios para nuestros estudiantes religiosos que allí estudian las letras, y que como Lublin dista diez millas de Lukow, el Rector de Lukow debe gastar mucho dinero al año en los numerosos viajes que hace, con gran detrimento además tanto del gimnasio público como de los jóvenes religiosos. Además, como esta propiedad, a causa de las calamidades y revoluciones polacas pasadas ha sufrido muchos daños, y necesita muchas reparaciones, al menos de lo más urgente, el P. Rector de Lukow, tras inspeccionar el lugar, ha llegado a la conclusión de que los gastos para las reparaciones son tan elevados que, una vez hechos los gastos, no quedaría nada del fondo para el mantenimiento de los jóvenes. Como consecuencia de mi petición el Excelso Gobierno ordenó con un decreto suyo a la Oficina Circular de Lublin que se quitaran los impuestos del palacio de Lublin con sus posesiones. Pero como este decreto no ha tenido ningún efecto hasta el día de hoy, permítaseme volver a presentar en relación con este asunto al Excelso Gobierno la súplica, con la más profunda sumisión de mi ánimo y, para que, principalmente a causa del peligro que parece existir en la demora, se lleve a cabo la suspensión de las tasas, antes de que llegue el otoño con el cambio de tiempo. En Cracovia, a 14 de octubre de 1801. A.S.S.P.p.G.O. Provincial, m.p.”

Se encuentran documentos por 5000 FPol. en Cachale de Lublin

Esta petición del P. Provincial y del P. Rector de Lukow, para bien y comodidad de los estudios de los nuestros, no tuvo ningún efecto. Pues, según la Administración de los Bienes Camerales, este palacio y sus propiedades tenían muy poco valor.

Entre los documentos referentes al palacio de Lublin el P. Provincial encontró también unos sobre un capital de 5000 FP colocado en Cachale de Lublin, y que según los cuales pertenecía al colegio de Piotrkow. Y para no provocar ningún pleito con nadie, a causa de estos documentos que habían estado ocultos, el P. Provincial estimó correcto enviarlos a la Procura del C.R. Fisco con la siguiente nota explicativa.

Explicación acerca de esto a la Procura del C.R. Fisco

“El infrascrito Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Occidental recibió recientemente del P. Camilo Arciszcuski, Procurador de la otrora Provincia de Polonia de la misma Orden, ciertos documentos, que muestran que hay una suma de cinco mil Fl. Pol. colocada en Cochale de los judíos de Lublin perteneciente a los Padres de su colegio de Piotrkow. Pero como es evidente que este asunto corresponde a la Ínclita Procura de la Cámara del C.R. Fisco, el infrascrito Provincial informa a la Ínclita Oficina acerca de este asunto, y envía los documentos relacionados. En ellos se puede ver que al principio se había inscrito un capital de diez mil FP, según la letra a). Luego ese capital de diez mil fue reducido a la mitad, como se ve en la letra b), y se retiró de Cachale de los judíos de Lublin la mitad separada del capital, letra c). Por lo tanto quedan en poder del mismo Cachale de Lublin cinco mil florines polacos como muestra el contrato de la letra d) y la resolución letra e), y no hay ninguna duda con respecto a esta deuda, como prueban los últimos documentos, letras f) y g). Envío esta fiel relación en Cracovia, a 12 de octubre de 1801”.

El P. Ramón Siemiascko se seculariza

Entre estos difíciles y dolorosos asuntos de las casas, no afligieron menos el paternal corazón del P. Provincial otros temas referentes a las personas de algunos religiosos. Pues el P. Ramón Siemiascko, acostumbrado a muchas tergiversaciones para evitar la obediencia a los superiores, al final obtuvo de manera subrepticia de Roma un breve de secularización firmado por la Ilustrísima Oficina Episcopal, librando a la Provincia de este hombre de piel cambiante. En lugar suyo apareció en escena el P. Ambrosio Siedlechi, que durante dos años afligió mucho al P. Provincial actuando del mismo modo. Este P. Siedlechi se encontraba en Galitzia Oriental, y cuando el territorio pasó bajo el poder de José II fue a la Provincia de Polonia, y a petición del Ilmo. Mikulowski, notario del territorio de Radom, y muy amigo de nuestra casa de allí, le permitió el entonces P. Provincial Demetrio Reszczyński ir a educar a sus hijos. Cuando terminó la educación en casa de los hijos del Ilmo. Mikulowski, aceptó a los hijos de otros nobles, y al final se instaló en la iglesia de Szydlaw. Cuando cambiaron las cosas y se erigió la nueva Provincia, el P. Segismundo Linowski, primer Provincial, al visitar la casa de Radom llamó al P. Ambrosio Siedlechi, y le pidió seriamente que volviera a vivir en comunidad. El P. Siedlechi prometió fidelidad al P. Provincial. El P. Linowski al comenzar el segundo año de su gobierno nombró al P. Siedlechi vicerrector de Chelm, y le dio obediencia. Pero ni caso. Pues le respondió que ese año no podía ir, ya que le habían encargado que cuidara de la hija de una hermana suya.

El P. Siedlechi recurre al Gobierno

El P. Antonino Szychi inmediatamente después de comenzar su gobierno entregó en manos del P. Rector de Radom una obediencia muy seria para el P. Siedlechi para que fuera a Chelm. El P. Siedlechi escribió una letra insulsa al P. Provincial, e intentó evitar el cumplimiento de su orden, y para ello obtuvo un mandato del Ilmo. Administrador de Cracovia con el permiso para terminar sus asuntos durante el año escolar. Luego cuando el P. Provincial visitaba la casa de Radom (tras superar muchas y muy molestias interferencias de personas nobles), en presencia de toda la comunidad prometió solemnemente que dejaría de buena gana el convento de Szydlaw e iría a Lukow para asumir el cargo de vicerrector. Pero este hombre de piel cambiante no mantuvo su palabra. El P. Provincial, viéndose engañado de nuevo por una promesa falsa, obtuvo otro mandato del Ilmo. Administrador. El P. Siedlechi se refugió entonces en el Excelso Gobierno de Cracovia, que respondió a su petición con la resolución siguiente.

Resolución del Excelso Gobierno

“Se indica al suplicante que confíe el cuidado de sus negocios al P. Provincial, del que depende en cuanto su primer superior, y que si él no satisface su petición, y no se siente satisfecho con sus disposiciones, recurra de nuevo al Excelso Gobierno. Cracovia, 8 oct. 1801. Juan Szedlnichi”.

Resolución del P. Provincial

El P. Siedlechi envió una carta al P. Provincial junto con la resolución del Excelso Gobierno, pidiéndole permiso para residir en Szydlaw. El P. Provincial, tras informar del asunto al Ilmo. Administrador, envió la siguiente resolución a la petición del P. Siedlechi.

“A la petición del P. Ambrosio Siedlechi, sacerdote profeso de votos solemnes en nuestra Orden de las Escuelas Pías, dirigida al P. Provincial de Galitzia Occidental con fecha de 5 de noviembre del corriente año, desde la ciudad de Szydlaw, en la que pide que se libere de volver en comunidad en la Orden en la que emitió sus votos solemnes y se le permita vivir fuera de la comunidad para satisfacer a parientes consanguíneos suyos y otros parientes, el citado P. Provincial con su Consejo responde lo siguiente: puesto que la petición enviada por el P. Ambrosio Siedlechi incluye entre sus artículos la dispensa de los votos de obediencia y pobreza religiosa, no entra en las facultadles del P. Provincial y de su Consejo el poder conceder dicha dispensa. Él mismo dice que presentó esta petición al Ilustrísimo Consistorio Episcopal y que su respuesta fue que le correspondía al P. Provincial tomar la decisión en este asunto. Y este pidió al P. Provincial que le diera una obediencia al P. Ambrosio Siedlechi, y que si este se resistiera a aceptarla, podría esperar la pena de suspensión por parte de este Ilustrísimo Consistorio Episcopal. En Cracovia, a 9 de noviembre de 1801”.

Última moción hecha por el P. Siedlechi ante el Gobierno

Tras recibir esta resolución del P. Provincial, después de aconsejarse con algún mentecato, envió al Excelso Gobierno sus querellas contra el P. Provincial, junto con varias peticiones con el pretexto de la escuela que había abierto en Szydlaw, con atestaciones pedidas a ciudadanos del pueblo citado, y al mismo tiempo escribió una carta insulsa y temeraria al P. Provincial, amenazándole, y otra el mismo día al Ilmo. Consistorio Episcopal para que desistiera de suspenderle a divinis como le anunciaban por su contumacia, pues no tenían en cuenta el decreto del Excelso Gobierno. El P. Provincial, viendo la causa del P. Ambrosio Siedlechi elevada al Excelso Gobierno, decidió abandonarla por completo, con paciencia y en silencio, esperando a ver qué ocurría. Y con razón obró así. Pues el 19 de diciembre la Cancillería del Gobierno envió al P. Siedlechi una rúbrica o acuse de recibo que decía lo siguiente.

Rúbrica o acuse de recibo dado al P. Siedlechi

“Ambrosio Siedlechi, sacerdote de las Escuelas Pías, envió de nuevo un recurso contra el Venerable Consistorio y el Provincial de los Escolapios de su Orden con el motivo de que se le permita enseñar a los niños fuera de su gremio, con dos textos principales y diez secundarios. Niemeck”.

El Excelso Gobierno discute el asunto del P. Siedlechi con el Ilmo. Administrador

Cuando el P. Provincial fue informado de que el P. Siedlechi había elevado otro recurso al Excelso Gobierno el 22 de diciembre de 1801, comprendió muy bien que en derecho ya no podía hacer nada en este asunto, puesto que se había invocado una autoridad superior. Así que a partir de ese día ya no trató nada ni con el Ilustrísimo Administrador, ni con el Excelso Gobierno. Pues el Excelso Gobierno, para terminar con este asunto del P. Siedlechi decidió discutirlo con el Ilmo. Administrador, y le pidió su sentencia sobre el mismo. El Ilmo. Administrador Olechowski, perfectamente informado sobre el asunto, y lo que más ayudó, óptimamente informado sobre el estado del P. Siedlechi por el Sr. Prepósito de Szydlaw, declaró que el P. Ambrosio Siedlechi de las Escuelas Pías se entrometía en la iglesia de Szydlaw, no sólo yendo más allá de los mandatos de sus superiores, sino que era también refractario al Consistorio Episcopal, puesto que se atrevía temerariamente a abrir una escuela por su cuenta junto a la iglesia, causando no pocas molestias al Prepósito del lugar. Por lo cual pensaba que de ningún modo podía recibir la protección del Excelso Gobierno, sino que debía ir a donde le mandara el P. Provincial.

Decreto del Gobierno

Después de recibir la opinión del Ilmo. Administrador, el Excelso Gobierno con un decreto condenó al P. Ambrosio Siedlechi, y pidió al Ilmo. Administrador que hiciera cumplir el decreto, y que hiciera conducir al P. Siedlechi, con ayuda militar si era necesario, a Lukow o al lugar que indicara el P. Provincial. El Ilustrísimo Administrador con su Consejo aplicó el decreto del Gobierno, y suspendió a divinis al P. Siedlechi hasta que fuera a Lukow y estableciera allí su residencia. Al recibir el P. Siedlechi este decreto, reaccionó con furia, y lleno de rabia fue a ver a los ciudadanos acusando de este decreto al P. Provincial. Olvidando por completo y sin caer en la cuenta de que este decreto era consecuencia de su petición. Pues es cierto que los hombres malos nunca atribuyen la causa de las calamidades que les ocurren a sí mismos, sino a otros. Así que el P. Siedlechi envió una carta furibunda al P. Provincial y otra al Sr. Mikulowski en la que al final, sin cambiar su estilo, pedía que se mitigara el decreto. Pero gente inconsiderada, apenas se convencieron de que el P. Provincial no tenía nada que ver con el decreto, se dirigieron al Ilustrísimo Administrador, suplicándole que al menos se dignara suspender la censura. El Ilmo. Administrador, tras aconsejarse con el P. Provincial, teniendo compasión del enfermo P. Siedlechi, suspendió la censura, pero sólo hasta mitad de junio, y si pasado el plazo no había ido a Lukow, se la renovaría. Ojalá Dios Óptimo Máximo haga que al final le entre el buen juicio al P. Siedlechi.

NB. Una copia del decreto del Excelso Gobierno, la notificación del decreto hecha al P. Provincial, y una copia del decreto de la oficina episcopal de Cracovia contra el P. Ambrosio Siedlechi se encuentran en el Archivo de la Provincia, cajas 9 y 10.

Asunto del P. Skrzynewski

El P. Juan Skrzynewski, admitido en Lukow en 178( ), al terminar el noviciado en Drohiczyn fue admitido a la profesión simple, y dos años después de la profesión, separado de la Congregación, se enroló durante cinco años en el ejército, viviendo ese tipo de vida. Cambiando de idea, y aconsejado por el P. Jacobo Golaski, su tío materno que era vicerrector del Colegio de Nobles, volvió a vestir nuestro hábito religioso, hizo la profesión solemne y desempeñó tareas en diversos colegios, como Radziejów, Lowicz y Drohiczyn, siendo profesor de retórica y poesía, y luego predicador y administrador parroquial. Luego fue trasladado a Gora, y cuando se hizo la separación de la Provincia, de Prusia pasó a Galitzia Occidental, y enseñó retórica en Lukow durante un año y cuatro meses. Mientras estaba en Lukow surgió una disputa entre él y el P. Segismundo Grymala sobre el lugar que les correspondía según la profesión. El P. Skrzynewski decía que estaba delante por la fecha de vestición. El P. Grymala aducía que según las leyes de la Orden había perdido el orden de la primera vestición, pues al haber salido de la Congregación le correspondía el orden de la segunda vestición. Esta disputa había sido enviada al P. Segismundo Linowski, pero como él estaba terminando el último año de su mandato, dejó el pleito sin dilucidar. Trasladó al P. Skrzynewski de Lukow a Cracovia, y allí durante el primer año de su estancia pretendía ante uno de los nuestros en privado que le cediera el puesto de la primera vestición, ya que había salido de la Orden no después del noviciado, sino después de la profesión simple. Pero, viendo nuestras leyes y los decretos pontificios, abandonó su punto de vista.

Lo cierto es que el P. P. Skrzynewski hizo todo lo posible para que le devolvieran el lugar de su primera admisión. Y para ello en primer lugar envió una petición al P. Provincial y su Consejo para que se dirigieran a Roma pidiendo un privilegio singular para su persona, para que a pesar de las leyes, se le concediera el puesto según su primera vestición. El P. Provincial, antes de dar una respuesta a esta petición del P. Skrzynewski, escribió al P. Juan Zaborowski, Provincial de Prusia, para que buscando en los registros de aquella Provincia, extendiera un certificado con lo anotado en el libro de matrícula acerca del P. Skrzynewski, y le enviara su profesión. Envió un certificado sobre los servicios prestados por el P. Skrzynewski a lo largo de los años, pero en lo referente a su profesión no sólo no había nada en el archivo de la Provincia, sino que para algunos testigos que aún vivían era dudoso si y cuándo la hubiera hecho. Tras recibir esta información, el P. Provincial con su Consejo respondió al P. Skrzynewski que no había motivos para intentar pedir a Roma que se le devolviera el lugar de su primera vestición. Más bien le persuadía a hacer una sanación de su profesión; pues en lo referente a la precedencia de lugar, sobre todo porque había más de diez religiosos que habían perseverado constantemente en esta Provincia y se sentirían ofendidos si lo hiciera, ello sería causa de disturbios y querellas contra el P. Provincial.

Segunda petición del P. Skrzynewski

El P. Skrzynewski no cesó en su propósito. Pues presentando sus motivos, escribió una segunda petición, a la cual unió un decreto que había ocultado hasta entonces del P. Provincial Joaquín Kerkowski y su Consejo, en el que se le concedía el lugar según su primera vestición. El P. Provincial, tras reflexionar sobre los motivos expuestos en esta segunda petición, y tras consultar con su Consejo, escribió respondiendo sólida y enérgicamente a cada uno de los motivos presentados por el P. Skrzynewski, diciendo que no podía apoyar ninguno de ellos. Esta segunda petición y la respuesta dada se puede ver en el Libro de Sesiones.

Y como el P. Skrzynewski pedía al presentar sus motivos al P. Provincial que le devolvieran el lugar de su primera vestición o le diera una carta dimisoria para conseguir la secularización, lo mismo que le había respondido negativamente el P. Provincial a lo primero, a lo segundo le respondió que no estaba en el poder del P. Provincial y su Consejo el dar ese tipo de dimisorias, sino que según los Capítulos Generales de 1637 y 1641 eso le correspondía al P. General. Sin perder tiempo el P. Skrzynewski escribió una tercera petición al P. Provincial, en la cual alegaba la nulidad de su profesión, presentando por testimonio propio una serie de circunstancias, que eran plenamente ignoradas por la mayor parte de los nuestros que residían en la Provincia. He aquí la tercera petición.

Tercera petición del P. Skrzynewski

“Reverendísimo P. Provincial.

Puesto que a mi petición de fecha 15 de marzo de 1802, en la que pedía una carta dimisoria para procurar mi secularización, se me respondió mediante una decreto del Reverendísimo Padre y su Consejo fechada el 31 de marzo del mismo año en el que se me decía que dirigiera una petición en esta asunto al Rvmo. P. General para que él, de acuerdo con nuestras leyes, obtenga de la Sede Apostólica dicha secularización, respetando la decisión de este decreto ahora envío una tercera petición para que la haga llegar al P. General. Las Constituciones del Concilio de Trento y las del Sumo Pontífice Clemente VIII declararon que era nula e inválida la profesión de quien no hubiera completado el noviciado o no emitiese los votos en la casa noviciado. Estas Constituciones, que yo ignoraba hasta que tú, Reverendísimo Padre, me las adujiste este año, me hicieron pensar y comprender que mi profesión era nula e inválida, puesto que ni estuve en el noviciado los años prescritos en ellas, ni la hice en la casa noviciado, y siempre lo fue. Para dar peso a esta nulidad se añaden las siguientes circunstancias de mi profesión: que hice la profesión en el Colegio de Nobles de Varsovia sin que se hiciera antes una votación por parte de los Padres que vivían allí, negándose y oponiéndose el Consejo Provincial, y con sólo el permiso oral dado por el entonces Provincial M.R.P. Martín Eysymont por medio de una tercera persona. Así que profesé clandestinamente, y para que mi profesión no fuera impedida por aquellos que pudieran estar interesados en ello, mi profesión se hizo sin testigos, y no existe ningún documento escrita de ella ni en el archivo de la Provincia ni en el del Colegio de Nobles; todo ello son circunstancias que muestran de sobra que mi profesión fue nula. Por lo cual con este escrito suplico y ruego que se obtenga de la Santa Sede por medio del P. General la declaración de nulidad de mi profesión, para que yo tenga el derecho de elegir espontáneamente mi estado de vida, y disfrutar de él. En Cracovia, a 5 de abril de 1802 Juan Skrzynewski S.P. m.p.”

El P. Provincial envió a Roma los deseos del P. Skrzynewski, con su petición y sus méritos, su primera y su segunda admisión, y su profesión, y las circunstancias descritas, para que el P. General tomara una decisión. Cuando escribo estas páginas aún se espera su decisión.

Se pide una pensión para cuatro novicios que superan el número

Como se había obtenido un decreto favorable del Clementísimo Emperador por el cual además de una pensión fija para el noviciado creado en Opole se concedía añadir anualmente una pensión por cada novicio que superara el número de novicios fijado, y el P. Provincial había recibido el año pasado un subsidio para seis novicios, como ese año había recibido cuatro novicios más, recurrió al Excelso Gobierno pidiendo un subsidio para ellos, que decía lo siguiente:

“Al Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de Galitzia Occidental.

En el Altísimo Decreto Áulico nº 3042 de fecha 7 de febrero de 1799 por el cual se establecía un fondo para mantener seis novicios en el noviciado creado en Opole, la Augustísima Bondad de nuestro Emperador añadía que si el P. Provincial decidía admitir algunos novicios por encima de ese número, y los hacía formar bien en la lengua alemana, por cada uno de ellos se le pagaría un subsidio de 128 FR.

En otro Altísimo Decreto, nº 431, de fecha 18 de diciembre de 1800, estableció que, puesto que constaba según el testimonio del Ilmo. Capitán del círculo de Josefow que había un número de seis novicios además de los señalados en la primera cifra, y que estudiaban la lengua alemana, se pagara el subsidio indicado más arriba de 128 FR por cada uno de ellos.

En vigor de este Altísimo Decreto, la Caja Provincial de Cracovia pagó este subsidio el día 17 de diciembre de este año 1801.

Puesto que este año se han recibido cuatro novicios por encima del número indicado, y según la orden de la S.C.R. Majestad se les enseña la lengua alemana, como consta por el testimonio del Ilmo. Capitán del círculo de Josefow, que adjunto con la letra a), y que el plazo para pagar el subsidio, según la declaración del Excelso Gobierno, comienza el 18 de diciembre, el infrascrito suplica humildemente al excelso Gobierno que se digne ordenar a la Caja Provincial el pago de este subsidio de 128 FR por cada uno de esos cuatro novicios. En Cracovia, a 21 de diciembre de 1801”.

Resolución

“S.C.R. Oficina Circular de Cracovia, 1346. Al Provincial de los escolapios Antonino Szychi. En el lugar de la oficina del Provincial de los escolapios Antonino Szychi.

1346. La Cesárea Real Caja Provincial recibió un mandato del Excelso Gobierno de fecha 7 de los corrientes, nº 2025, en respuesta al Decreto de fecha 21 del mes pasado de la Altísima Cancillería Áulica, en el que se mandaba que se pidiera el recibo por el mantenimiento de los cuatro novicios recibidos este año en el noviciado de Opole por encima del número establecido, a razón de 128 FR por cada uno, a pagar del fondo de Educación o Fundaciones Universales. Se ha informado al Excelso Gobierno de esta petición enviada el 21 de diciembre del año pasado. En Cracovia, a 17 de febrero de 1802”.

Segunda petición en relación con esto

Como la Caja Provincial se negaba a pagar la subvención indicada en el decreto anterior con la excusa de que no se indicaba desde cuándo hasta cuándo debía durar la asignación concedida por el Excelso Gobierno, el P. Provincial envío una segunda petición.

“Excelso Gobierno de la S.C.R. Majestad de Galitzia Occidental.

El Excelso Gobierno, según lo indicado en el decreto de la Suprema Comisión Áulica se dignó benignamente ordenar a esta Caja Provincial para el año corriente el pago por cuatro novicios recibidos en Opole por encima del número asignado, a razón de 128 FR por cada individuo. Pero la Caja Provincial se niega a pagar esta asignación, por el motivo de que en ella el Excelso Gobierno no indica el plazo desde cuándo hasta cuándo se trata. En consecuencia el infrascrito suplica humildemente que, de la misma manera que la resolución de la Suprema Comisión Áulica del año pasado indica que el subsidio para seis novicios comienza el 18 de diciembre, y se paga en dos plazos, de la misma manera se digne determinar benévolamente que el subsidio para los otros cuatro comience también el 18 de diciembre y se pague en dos plazos. En Cracovia, a 15 de marzo de 1802. Antonino Szychi”.

Resolución 2749

“Al Provincial de los Escolapios Antonino Szychi.

En consecuencia de la Alta Orden del Excelso Gobierno de fecha 20 del corriente, nº 5024, se notifica que en respuesta a su petición enviada al Excelso Gobierno con fecha 15 de los corrientes el Excelso Gobierno ha ordenado a la Caja Provincial que para el pago del sustento de los novicios recibidos en Opole este año, concedida según un supremo decreto, a razón de 128 FR por cada uno de ellos, se considere como fecha de inicio el 21 de enero de este año, fecha en la que se dio el decreto. En Gracovia, a 30 de marzo de 1802. Redheim m.p.”

Según esta segunda resolución la Caja Provincial pagó la mitad de la asignación anual para cuatro novicios, pero el pagador dijo que la otra mitad sólo se pagaría el 21 de enero del año siguiente, pues podría ocurrir que de esos cuatro algunos salieran y otros hicieran la profesión. En esto quedó la cosa.

Entre todos estos asuntos molestísimos, que ocupaban la atención del Provincial durante todo el año, se dedicó a trabajar en otros muchos para el bien de esta Provincia. Y entre otras muchas cosas buenas, se dedicó a escribir el índice de todos los materiales del Archivo de la Provincia, ordenándolos por apartados y anotando curiosamente su inventario. Y como hasta entonces no se había construido ningún mueble para el archivo, ya que había pocos documentos, él ordenó que se construyera uno elegante, con cajas separadas, de modo que se pudiera guardar todo ordenado y seguro, y que en caso de peligro pudiera transferirse a un lugar más seguro.

El P. Provincial visita las escuelas

A finales de abril de 1802 el P. Provincial fue a visitar las casas y las escuelas, comenzando por la casa de probación del Opole. Cuando llegó allí encontró al Ilmo. Sr. D. Francisco Enrique Hoffmann, representante de los Gimnasios de Galitzia Occidental, que había llegado unos días antes y estaba terminando de hacer su visita a la escuela. Y como el citado Ilmo. Representante había recibido una comisión para todos los gimnasios, dejó la siguiente orden para el de Opole, que serviría también para todos los demás.

Nueva organización de las escuelas por orden del Excelso Gobierno

“Para información del P. Rector del S.C.R. Gimnasio de las Escuelas Pías de Opole se señalan lo siguientes puntos.

1.Las escuelas se abrirán a primeros de septiembre. Según la costumbre introducida en muchos gimnasios de Galitzia Oriental, el día 8 de ese mes se tendrá una misa cantada votiva del Espíritu Santo, a la cual asistirán el Prefecto con todos los profesores y alumnos. Al día siguiente los profesores presentarán a sus discípulos su materia, con material impreso. Y luego enviarán a casa a los alumnos. Al día siguiente comienzan las clases como de costumbre, de manera que durante catorce días sucesivos repasen las materias estudiadas en el curso anterior, de manera que los alumnos recuerden esos temas ya vistos. Luego comenzarán a estudiar las nuevas materias, que deberán ser explicadas hasta finales de enero, y avisarán a los jóvenes de que en febrero habrá un examen público. Y ya no harán falta más explicaciones; los jóvenes harán ejercicios y sufrirán exámenes repetidamente en la clase, de modo que cuando llegue el examen público tanto ellos como su profesor eviten el peligro de quedar mal. Alrededor del 10 de febrero el Prefecto avisará a la Ínclita Oficina Circular que ya ha llegado el tiempo para celebrar los exámenes públicos según la ley, y rogará su presencia al acto, bien del mismo Ilustrísimo Rector del Círculo, bien de alguno de los Magníficos Comisarios. El día 15 de febrero de 9 a 12 se tendrán los exámenes de Poética en la escuela; después de comer, de 3 a 6 los de Retórica. Al día siguiente, de Gramática superior y por la tarde de Gramática inferior; el tercer día, la Ínfima. Terminados los exámenes, tendrá lugar una clase solemne en el Aula académica. En el centro se colocará una mesa, ante la cual se sentará el Ilmo. Rector del Círculo, y a su izquierda el Prefecto del lugar, el cual tendrá ante sí los resultados de los exámenes en un papel impreso. Al lado del Prefecto estarán los profesores, ordenados según la dignidad de las clases. En primer lugar habrá un discurso por parte de un alumno de Poética, en nombre de todo el gimnasio. Una vez terminado, algunos alumnos elegidos de la clase ínfima tendrán un diálogo en latín; los de la clase media de gramática latina, uno sobre diversos temas según las circunstancias, y luego por parte de la escuela de oratoria una Cría[Notas 1] o ejercicio oratorio, por tantos como figuras forman parte de la misma, o bien la misma cría u ejercicio oratorio distribuida entre 4 o 5 alumnos. Los profesores leerán en el libro de honor quiénes están inscritos en ellos, con sus méritos. Luego el Prefecto, de pie, hará la distribución de los premios, ante huéspedes y estudiantes, después de leer los nombres, a los que tendrán derecho los primeros de cada clase. Terminadas todas estas cosas, se darán las vacaciones de Carnaval durante ocho días. Si el tiempo de Pascua cayera en marzo y el domingo de Quincuagésima a mitad de febrero, nada obsta para que se hagan los exámenes una o dos semanas antes. Las clases comenzarán el viernes después de Ceniza. No se tienen en cuenta los días de Pascua. Si algunos alumnos quisieran ir a visitar a sus padres, sólo podrían utilizar estos ocho días para ausentarse. Seguirán luego las clases hasta finales de junio; hasta el 10 de julio se hará el repaso de las materias, y desde el 10 hasta el 15 se harán los exámenes, de la misma manera que se hizo en el semestre de invierno. El mismo 15 de julio, ni antes ni más tarde, se celebrara una solemne Academia, con los ejercicios señalados más arriba, con la diferencia de que los alumnos de la clase superior de gramática dirán de memoria ejemplos de cartas, tanto en alemán como en latín. Del 15 de julio al 8 de septiembre se cerrará la escuela.

2.Reunidos los alumnos a principio del año escolar, el Prefecto tendrá un registro, según el modelo que comenzará así: Nombre del alumno, etc. Cada alumno inscrito en el registro recibirá una cédula impresa según el modelo que mostré al Prefecto, por la cual pagará 15 crucíferos.

3.El primero de octubre el Prefecto informará a la Oficina Circular acerca del número de alumnos y su distribución por clases, y rogará en esta relación que se envíe un cuadro al Excelso Gobierno con el estado de las personas y los oficios. Este cuadro comenzará así: Cuadro del Gimnasio de… Por ejemplo, de Opole.
4.Después del examen de cada semestre el Prefecto enviará por medio de la Oficina Circular un informe al Excelso Gobierno informando sobre el progreso de cada clase, y alabando a los profesores que han mostrado excelencia en el desempeño de su labor.
5.A principio de marzo el Prefecto pedirá al Excelso Gobierno a través de la Oficina Circular tres premios escolares, o medallas de oro y plata, según el número de alumnos inscritos en cada clase. Es decir, si en una clase hay 30 o más alumnos, se distribuirán tres premios; si hay 20, dos; si hay 10, uno. Como en todas las casas de las provincias hereditarias de la Augustísima Austria se establecieron hace tiempo cofradías marianas, y luego con otros nombres, se observará en ella en las cuestiones religiosas lo que se indica a continuación.
6.Los domingos y fiestas se tocará la campana a las ocho menos cuarto para que los alumnos acudan a la sala de reunión del gimnasio para escuchar el evangelio. Las clases se distribuirán de tal manera que los alumnos de Poética, Retórica y Sintaxis se reunirán en un lugar, y los de Gramática inferior y mínima, en otro. A los primeros se les explicará la palabra divina en latín, a los segundos en alemán (que durante tres años se explicaba en polaco). Una vez explicado el evangelio, se repasará la doctrina cristiana catequética o catecismo que se ha enseñado en clase durante la semana. El Prefecto nombrará a los dos profesores que se encargarán de explicar la Palabra de Dios y de repasar el catecismo.
7.Además del registro de los estudiantes, el Prefecto tendrá los siguientes libros: protocolos del gimnasio; cálculo de los alumnos; historia del gimnasio. Redactarlo y ponerlo por escrito corresponde al Prefecto.
8.Los libros escolares para el siguiente curso escolar los encargarán al impresor y librero de Cracovia José Frasler, al cual indicarán ya en el mes de junio el número y el título de los que necesitará, y le enviarán una parte proporcional de su costo. Estos libros los recibirá durante el mes de agosto, y los venderá hasta finales de septiembre, de modo que hasta el 15 de octubre sin falta remitirán al librero el dinero de la venta.
9.El Altísimo Decreto establece que a los padres que libremente prefieran dejar a sus hijos en casa, educándolos por medio de un maestro aprobado por un Liceo Imperial, deben presentar a sus hijos dos veces al año a los exámenes públicos que se celebren en los gimnasios. Una vez terminados estos, se imprimirán sus nombres el catálogo de calificaciones de la clase en la que merecieron estar, aunque no podrán recibir ningún tipo de premio o estipendio escolar. El mismo decreto establece que el joven educado de este modo deberá pagar 8 FR al Prefecto y a los profesores de cuyas materias se ha examinado, por su trabajo en el examen.
10.Todos los profesores dedicarán el máximo esfuerzo a la enseñanza sólida del alemán, y en el futuro, en el plazo de dos años, nadie, ni el Prefecto ni los profesores, deben ignorarla.

Dado en la visita a las escuelas de Opole ordenada por la Sacratísima Cesárea Real Majestad. 4 de marzo de 1802. Francisco Enrique Hoffmann, representante de los Gimnasios de Galitzia Occidental, m.p.”

Capítulo General celebrado en Roma

El 25 de abril de este año 1802 se celebró en Roma el Capítulo intermedio, después de terminar el primer sexenio del Generalato del P. José Beccaria de S. Ildefonso, para elegir a sus Asistentes para la Orden. El año anterior el P. General lo había anunciado mediante una carta circular, e invitó a los PP. Provinciales a que fueran a Roma, o al menos enviaran un procurador suyo. Lo cierto es que nuestra Provincia no pudo satisfacer esta orden, como otras, a causa de las circunstancias o de las personas. En este Capítulo General sexenal de Roma fueron elegidos los siguientes: Asistente General Romano, el P. Dámaso Michetti de S. Felipe Neri. El P. Arcángel Isaia de Sta. Teresa, Procurador General y Asistente por la Provincia de Nápoles. El P. Alfonso Novelli de la Madre de Dios por la Provincia de Lituania. El P. Félix Ángel Nencetti de S. Joaquín por la Provincia de Castilla.

Decreto Pontificio a lo pedido por el P. Skrzynewski

Por la lista anterior se puede ver que las demás provincias, a causa de sus dificultades, dejaron a la Provincia Romana suministrar a la Orden personas idóneas para los cargos de gobierno de la Orden. Al mismo tiempo que la lista de los nombrados el P. General envió el rescripto pontificio en respuestas a la petición del P. Skrzynewski, liberándole de nuestra Congregación y dándole el permiso para abrazar el estado de sacerdote secular.

Orden del Excelso Gobierno en relación con las escuelas y particularmente las de Opole

A finales de junio fue entregado en mano un decreto del Excelso Gobierno que decía lo siguiente.

“5074. Al Provincial de los Escolapios Sr. Szychi. De la S.C.R. Oficina Circular de Cracovia.

Como consecuencia del Decreto del Excelso Gobierno nº 10174 de fecha 28 del mes pasado del corriente año, se notifica al Provincial que según lo indicado por el Prefecto Hoffman para el gimnasio de Opole (en el cual en la actualidad sólo hay dos profesores, de los cuales uno, profesor de música, falleció) haga lo necesario para proveer el número necesario de profesores y prefectos, pero que ninguno de ellos sea un novicio, ya que estos están estudiando, sino que nombre un prefecto y dos profesores de humanidades, y tres de gramática, que sean sacerdotes o al menos clérigos, cuyos nombres deben ser propuestos para su aprobación al Excelso Gobierno, de modo que el gimnasio esté perfectamente para el comienzo del próximo año escolar, es decir, el 1 de septiembre. Y los profesores así propuestos y confirmados por la instancia superior no los cambie arbitrariamente sin graves motivos y sin previa información y aprobación por parte del Excelso Gobierno. Finalmente, conforme a la orden suprema del 10 de julio de 1800, si en ese colegio se inician las clases normales en alemán, aunque no sea inmediatamente, como no están unidas directamente al liceo, no necesitan seguir la Regulación del Inspector General de las escuelas. En consecuencia esas clases y sus profesores se considerarán como un instituto separado de las escuelas y del gimnasio. Cracovia, 24 de junio de 1802”.

Notas

  1. En latín crhia, breve explicación de un dicho o hecho por ocho partes o capítulos, que son alabanza, paráfrasis, causa, contrariedad, semejanza, ejemplo, testimonio y epílogo. (N. del T.)