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Segundo Trienio

El Provincial elegido viene a Cracovia

Después de arreglar las cosas y nombrar Maestro de Novicios al P. Josafat Majewski, y ayudante suyo para formar a nuestros novicios en Opole el P. Sebastián Dobrowski, el 15 de octubre de 1800 vino a Cracovia el Rvmo. P. Antonino Szychi, elegido Provincial, junto con el P. Jacobo Pieniarski, elegido segundo consultor provincial y asumido como secretario suyo. Al tercer día de su llegada fue a visitar al Excmo. Sr. Conde de Transmandorf, C. y R. Comisario Plenipotenciario Áulico para Galitzia Occidental, y le entregó en mano el siguiente instrumento de su elección, para obtener su confirmación.

Pide al Gobierno la confirmación de su elección y de los beneficios de la S.C.R. Majestad

“Ilustrísimo y Excelentísimo Conde.

El infrascrito, elegido Provincial para regir las Escuelas Pías de Galitzia Occidental en el Capítulo celebrado en Opole en los primeros días de septiembre de este año, pone en sus manos, Ilustrísimo y Excelentísimo Señor, el instrumento auténtico de su elección expresando su sumisión, y humildemente ruega que se digne confirmar esta elección como Provincial de los escolapios de Galitzia Occidental mediante un escrito con la autoridad áulica del Supremo Gobierno.

Y, puesto que después de la erección de esta nueva Provincia nuestro Augustísimo y Clementísimo Rey Francisco II se dignó conceder benignamente mediante un altísimo decreto de Viena, nº 3042, con fecha 7 de febrero de 1799, a ruegos del P. Segismundo Linowski, un subsidio para el Noviciado erigido en Opole por una cantidad de 1000 FR y otra de 750 FR para el sustento del Provincial y para cubrir los gastos anejos a su cargo, del Fondo de Educación, el infrascrito suplica al Ilmo. y Excmo. Sr. que cuando confirme en una carta la confirmación como Provincial, escriba también el nombre y apellido del infrascrito Provincial, y lo designe para recibir las subvenciones prometidas de la Imperial y Real Caja de la Provincia. Presenta esta humilde petición el humildísimo siervo de su Ilma. Y Excma. Señoría, Antonino Szychi, Provincial electo de Galitzia Occidental. Cracovia, 28 de octubre de 1800”.

El P. Provincial pudo experimentar la amabilidad del Ilmo. Transmandorf, y además quedó encantado tanto con todos los demás, tanto los comisarios del gobierno y oficiales del círculo de Cracovia, como con el Reverendísimo José Okchowski, Sufragáneo y Administrador General de la Diócesis de Cracovia, y los demás prelados, a quienes fue a presentar sus respetos por primera vez.

Asunto del clérigo Dionisio Domaniewski

Antes de que se enviaran las patentes de Roma y llegaran a Cracovia, llegó otra carta del P. General en respuesta a una carta del P. Segismundo Linowski, Provincial anterior, enviada en el mes de agosto que trataba de lo siguiente: el Cl. Dionisio Domaniewski, después de un año y tres meses de noviciado en Opole, fue despedido a causa de su mala vista, pero después de insistentes súplicas del mismo, unas semanas después fue readmitido en Radom, y enviado a Cracovia para que se viera si se le podía curar con ayuda de medicinas. Después de recibir tratamiento médico, se descubrió que no había peligro de una futura ceguera. Por lo cual el P. Provincial Segismundo Linowski escribió una carta al P. General suplicándole humildemente que el citado clérigo Domaniewski fuera dispensado de volver al noviciado, y pudiera emitir su profesión solemne en Cracovia. El P. General obtuvo un rescripto apostólico para ello, y lo envió al P. Linowski, en una carta que decía lo siguiente.

Rescripto romano acerca de la profesión del Cl. Domaniewski

“José Beccaria de S. Ildefonso, Prepósito General de los CC. RR. Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías.

Habiendo obtenido el benignísimo rescripto apostólico de fecha 6 de septiembre de 1800 por el cual se concede a Dionisio Domaniewski de San José, que había interrumpido el noviciado a causa de curarse de una enfermedad de los ojos, el permiso para hacer su profesión solemne en nuestra casa de Cracovia, después de hacer ejercicios espirituales durante diez días antes de la profesión formal, y observando todo lo que hay que observar según lo prescrito en el derecho de los decretos apostólicos y de la Orden; y como el citado Dionisio, clérigo en nuestra Provincia de las dos Galitzias nos pidió de hecho el presente indulto, de manera oral y por escrito, que se le dispensara del segundo año de noviciado para poder dedicarse libremente al estudio de la teología, Nos, teniendo en cuenta las testimoniales del queridísimo P. Provincial Segismundo Linowski de S. Estanislao, del P. Celestino Tysriniski de S. Daniel, Rector de la casa de probación, y del P. Antonino Szychi de S. Buenaventura, Maestro de Novicios, según las cuales consta que el citado novicio es digno de la gracia solicitada, con nuestra autoridad le dispensamos de ello, de modo que, observando todo lo que hay que observar según lo prescrito por las Constituciones apostólica y las nuestras, pueda ser admitido a la Profesión Solemne. En Roma, en nuestra casa de las Escuelas Pías de S. Pantaleón, a 25 de septiembre de 1800. José Beccaria de S. Ildefonso, Prepósito General. Pablo Roberto de S. Victoria, Secret. Reg. Folio 46”.

Profesión del Cl. Dionisio Domaniewski

En virtud del citado rescripto, el Cl. Dionisio Domaniewski, después de llevar a cabo todos los requisitos previos, y nuevamente ordenados, celebró el acto de su Profesión el 1 de noviembre de 1800 en la casa de Cracovia, en manos del Rvmo. Provincial, ya confirmado por Roma.

Instalación del P. Provincial

En efecto, el 28 de octubre llegó a Cracovia la patente de Roma, y llevada a cabo inmediatamente al día siguiente la instalación del Rvmo. P. Provincial, de la Congregación y Rectores en la casa de Cracovia, el Rvmo. Provincial inauguró su gobierno, no sólo en los asuntos externos, sino también con respecto a cada persona de nuestras casas.

Escrito para obtener el subsidio para otros seis novicios

Como en el mes de octubre de este año el número de novicios aumentó, y eran 12 los que se formaban en Opole, el P. Provincial envió la nota siguiente el 13 de noviembre para obtener el subsidio para otros seis novicios.

“Ilustrísimo y Excelentísimo Sr. Conde.

Después que nuestro Augustísimo y Bondadosísimo Rey Francisco II ordenó en el altísimo decreto de la Corte nº 3042, del 7 de febrero de 1799, que se entregara para el noviciado erigido en Opole una suma anual de 1000 FR para dos formadores y seis novicios, y otra anual de 750 FR para mantenimiento del Provincial, a ser pagada por el Fondo de Educación, su Cesárea y Real Clemencia mandó añadir luego para este fin en el mismo decreto:

‘Se comunica al mismo Provincial que Su Majestad no sólo le concede lo solicitado del Fondo de Educación, sino que tiene bajo su altísima protección particular a la Orden de las Escuelas Pías a causa de sus méritos literarios y educativos, y en relación con ello añade que si recibe novicios y se obliga a instruirlos convenientemente en la lengua alemana, por cada uno de ellos le asignará un subsidio de 128 FR del citado Fondo de Educación’.

Puesto que, según esta benignísima orden de la S.C.R. Majestad los novicios ya están aprendiendo alemán, y que los novicios en número de 10, es decir cuatro más del número citado, sufrieron un examen escrito y oral para mostrar su aprovechamiento en la lengua alemana ante el Ilmo. Capitán del círculo de Josefow en el mes de julio de este año, como prueba la carta anexa del mismo Ilmo. Capitán del círculo de Josefow, y como además este año que comienza para aumentar más aprisa el número de profesos tendremos 12 novicios, o sea 6 más del número citado antes, como puede verse por el testimonio del citado Ilmo. Capitán del círculo de Josefow, y para que pueda continuarse su instrucción en la lengua y la escritura alemana, de acuerdo con el altísimo decreto de la Corte de Viena, el infrascrito suplica humildemente al Ilustrísimo y Excelentísimo Señor que para seguir enseñando la lengua alemana al número de novicios indicado más arriba, se digne mande pagar de la Caja de la S.C.R. Majestad de esta Provincia una subvención anual según lo indicado en el decreto citado más arriba, es decir, 128 FR por cada novicio.

Esta humilde súplica la encomienda como una gracia singular al Ilmo. y Excmo. Señor Conde su humildísimo siervo Antonino Szychi, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Occidental, en Cracovia, a 13 de noviembre de 1800.”

El P. Provincial se esfuerza para que los vagabundos vuelvan a la comunidad

A esta segunda nota el P. Provincial recibió una respuesta favorable, como a la primera, como se verá más abajo. Y aunque para conseguir el bien de la Provincia no le desanimaba ninguna dificultad, encontró graves dificultades para hacer volver a la comunidad a algunos religiosos que se habían alejado de su vocación. Al comienzo de su gobierno se dio cuenta de que casi todas las casas carecían del personal necesario para llevar a cabo sus tareas. En el Capítulo de Radom se había decretado que los que estaban fuera del instituto y vagaban por parroquias ajenas volvieran a la comunidad, y se dedicaran a la práctica del ejercicio propio del instituto de acuerdo con el voto de obediencia. En primer lugar acudió para tratar sobre este asunto con el Ilmo. Olechowski, Administrador de la diócesis de Cracovia, en la cual vagaban algunos de los nuestros en iglesias parroquiales, y principalmente tres: el P. Ambrosio Siedlechi desde hacía muchos años; el P. Joaquín Wolmer y Raymundo Siemiansko, que había huido de la Provincia de Prusia hacía tres años, y pidió ayuda al Ilmo. Administrador para recuperar a esos religiosos. De muy buena dio su consentimiento este hombre amante de la justicia, y más aún porque él mismo deseaba librar a la diócesis de presbíteros sospechosos, si no por sus costumbres, al menos por su habilidad para ejercer la cura de almas, requerida por los sagrados cánones.

El intento del P. Provincial de reconducir a los vagabundos se retrasa este año

Con esta base, el P. Provincial envió cartas muy serias, pero amables, a los PP. Ambrosio Siedlechi Joaquín Wolmer y Raymundo Siemiansko que vivían en esta diócesis de Cracovia, y al mismo tiempo entregó cartas de obediencia al P. Rector de Radom, en cuya vecindad residían los tres vagabundos, exhortándoles a que en virtud de santa obediencia volvieran a la comunidad, pidieran la casa a la que querían se asignados y ejercieran allí la tarea señalada. Pero estas cartas del P. Provincial no produjeron los resultados esperados. El P. Ambrosio Siedlechi, apoyándose en que durante más de 16 años había tenido el permiso de los Provinciales anteriores, no sólo respondió de manera descortés, sino que dijo que no estaba dispuesto a obedecer esa disposición que le habían enviado. Sin embargo fue llamado por orden del Ilmo. Administrador de Cracovia, y después de muchas y vanas excusas por fin fue a verle, le suplicó y obtuvo por escrito una prolongación de su residencia en la iglesia de Szydlow hasta que se concluyeran unos asuntos en los que él andaba empeñado. El P. Joaquín Wolmer, tránsfuga de Prusia, quien contra todo derecho había usurpado la encomienda de una iglesia por medio de un decreto del Consistorio de Cracovia, no se sabe bien con qué tipo de fraude, primero dijo que aceptaría la obediencia del P. Provincial, y logró que se le concediera de plazo para concluir sus asuntos hasta finales de 1800, pero una vez transcurrido este tiempo desapareció de Galitzia Occidental, y dicen que volvió a tomar el camino de Prusia. En cuanto al Raymundo Siemiansko, obtuvo por medio del párroco a cuya iglesia había ido, y que estaba satisfecho con él, que el Ilmo. Administrador intercediera ante el P. Provincial, y le concedió que continuara viviendo en la iglesia hasta mayo del siguiente año.

Otros fugitivos

Pero el P. Provincial no experimentó menos dificultades con otros religiosos que residían en la diócesis de Chelm. Ya en el año 1798 el Cl. Domingo Wileryciski, de votos solemnes, sin saberlo sus superiores, se marchó con un adolescente llamado Trebuiski de Chelm a Lvov, y abandonando el hábito religioso, durante un año ejerció como maestro seglar. Durante este tiempo, preguntado por el anterior P. Provincial por qué se había substraído de la autoridad de sus legítimos superiores y había cambiado de estado por la vía de los hechos, decía falsamente que había obtenido permiso para pasar a la Provincia rusa, pues era oriundo de allí. Pero como pasaba tiempo para demostrar que había recibido una carta del P. Provincial de Lituania con su admisión, pidió un plazo más largo, y pasado un año consideraba que su vínculo religioso había expirado.

Otro caso fue el del P. Vicente Jascobydski, dedicado a la cura de almas en nuestra iglesia de Chelm, destinado allí en tiempos de la Provincia unida. Cundo por ciertas causas se le dio obediencia para transferirse a otro colegio, y fue enviado a Opole, la rechazó. Con varias cartas el P. Provincial le rogó amablemente que fuera a Opole, pero él rechazó con prevaricación, por lo que mereció la pena de la suspensión. Para escapar de la vigilancia de los superiores y de las penas merecidas, siguió el consejo loco de pasar de Galitzia Occidental a la Oriental, y del colegio de Chelm se fue a Lamosk, y se estableció en la iglesia de Lamosk. Impresionado el P. provincial por esta temeraria osadía y apostasía, para evitar en el futuro este tipo de ejemplo, y poder llamar a comunidad a los religiosos refractarios, después de maduro consejo decidió acudir al Gobierno sobre este asunto, y escribió la siguiente carta al Gobernador de Cracovia.

Nota dirigida al Gobierno para hacer volver a la Provincia al P. Vicente Jascobydski y a Domingo Wileryciski

“Ilustrísimo Excelentísimo Sr. Conde.

El decreto del Excelso Gobierno de S.C.R. Majestad de fecha 23 de mayo del año corriente, nº 7468 ordenaba que nadie del clero regular pasara sin permiso de sus superiores de este Reino a Galitzia Oriental, y viceversa, de Galitzia Oriental a esta Occidental. Basándose en esta orden, el infrascrito presenta una súplica y denuncia al Excelso Gobierno. El P. Vicente Jascobydski, sacerdote profeso de la Orden de las Escuelas Pías, refractario a la obediencia a sus superiores, recientemente huyó clandestinamente del colegio de Chelm a Zamosk, y se estableció en la parroquia. Además, el Clérigo Domingo Wileryciski, profeso de votos solemnes en la misma Orden, huyó del mismo colegio de Chelm y se dedica a la educación de un joven noble de nombre Trebuiski, y abandonando el hábito religioso reside en Lvov. Y para que en lo sucesivo nadie siga este mal ejemplo, el infrascrito suplica humildemente que por orden del Supremo Gobierno se obligue a regresar a los dos religiosos citados a su Provincia, bajo la autoridad de sus superiores. En Cracovia, a 25 de noviembre de 1800. Antonino Szychi, Provincial de las Escuelas Pías de Galitzia Occidental, m.p.”

Después de huir el P. Vicente Jascobydski persistía tenazmente en su propósito y respondió bruscamente al P. Provincial por carta, y además interpuso la intercesión del Ilmo. Obispo de Przemysl a favor suyo, para que pudiera quedarse como colaborador en la parroquia de Zamosk. El Gobierno retrasaba su decisión, por lo que el P. Provincial, apurado porque tal licencia desenfrenada era un escándalo tan grande para la Provincia, escribió otra nota al Gobierno que decía lo siguiente.

Segunda nota sobre el mismo asunto

“Ilustrísimo y Excelentísimo Sr. Conde.

El infrascrito dirigió una súplica al Excelso Gobierno el 25 de noviembre del año corriente en la que denunciaba que dos religiosos escolapios, concretamente el sacerdote Vicente Jascobydski y el clérigo Domingo Wileryciski profeso de votos solemnes, que habían huido del colegio de Chelm; el sacerdote está en la colegiata de Zamosk, y el clérigo en Lvov, como educador de un joven noble de nombre Trebuiski, y rogaba humildemente que el Excelso Gobierno, según lo indicado en el decreto de fecha 23 de mayo del año corriente, nº 7468, se hiciera regresar por orden del Excelso Gobierno a los citados religiosos fugitivos. Pero como urge la penuria de las personas necesarias para ejercer nuestro instituto, y los religiosos apóstatas siguen impunemente en Galitzia Oriental con escándalo de los demás, el infrascrito vuelve a suplicar humildemente a su Excelso Gobierno que se digne urgir eficazmente al Excelso Gobierno de Galitzia Oriental para que se lleve a cabo esta petición suya, de modo que los religiosos apóstatas citados regresen sin dilación, para evitar en el futuro otros casos similares. En Cracovia, a 22 de diciembre de 1800”.

En medio de estas tareas aflictivas en las que estaba envuelto, el P. Provincial recibió en los primeros días del mes de diciembre de este año la respuesta favorable a la primera nota que había enviado con la confirmación en su cargo, enviada a Viena por el Excelso Gobierno, y transmitida a Cracovia por una comunicación oficial que decía lo siguiente.

Confirmación por la Corte de Viena del P. Szychi como Provincial

“7575. Señor Provincial de los Escolapios Antonino Szychi.

En respuesta a la nota con fecha 18 de octubre del año pasado enviada por él, se le notifica al mismo Provincial que el Altísimo Gobierno confirma la elección según el instrumento original de su elección, y pide que la Caja Provincial de esta provincia, según el Altísimo Decreto del día 22 de febrero del mismo año, nº 3042, pague 1000 FR para el noviciado erigido en Opole, y se añadan 700 FR para la manutención y gastos del Provincial. En Cracovia, a 10 de enero de 1801. Rüdheim”.

Notas