Última revisión de 16:06 15 jun 2015

(Cuaderno 5)

Fue, según dicen los Anales de la casa de Podolín y Prievidza, un hombre muy erudito, muy paciente en el trabajo, amantísimo de nuestro instituto e incansable en su ejercicio; versado en varias artes y ciencias, de modo que en su tiempo había pocos semejantes a él, y ninguno superior. Después de la separación de la provincia de Polonia de Germania, se quedó en Polonia, y vino al colegio fundado en Prievidza de Hungría, donde durante muchos años, tanto en Prievidza como en Brezno, puso de manifiesto (además de su conspicua virtud y señales de santidad) su rara erudición. En Prievidza se encargó de la escuela de humanidades, y brilló en su enseñanza. Enseñó aritmética con gran diligencia. Siendo el director del colegio cada año hacía representar dos y hasta tres dramas con los estudiantes, para animar a los docentes. Así ofrecía a la mayor parte de los alumnos de Prievidza un sólido fundamento para la vida cristiana y las letras, y se mostraba infatigable en su cargo de palabra y de obra. Después de su muerte dejó muchos manuscritos, en los cuales se ve lo profundo de sus conocimientos.

El P. Andrés Baiar de la Conversión de S. Pablo y el P. Lucas Mösch de S. Edmundo atestiguaron que el P. Nicolás que siempre hacía la meditación de rodillas, con el rostro vuelto hacia el cielo, y permanecía inmóvil, como si estuviera en éxtasis. Era un hombre de celo apostólico y ferviente predicador. A esto añade el P. Gregorio Kelemesy de la Anunciación de la B.V.M. que solía representar con actividades manuales los misterios de la Pasión del Señor, y que en una ocasión dijo un discurso sobre el derecho del emperador contra los herejes, en presencia del generoso Sr. Ovaski, protonotario del Reino, de quien recibió una gran alabanza por él, quien después convencía a los herejes por las sólidas razones que había dado.

En el Epítome de los Anales de la Provincia de Hungría (1666-1692) nº 1 se lee lo siguiente: “En el año 1668 vino a las Escuelas Pías de Prievidza, por orden del Padre provincial, P. Wenceslao Opatowsky del Stmo. Sacramento, de Rzeszów en Polonia el obrero siempre fiel de nuestro instituto y buen siervo de Dios, P. Nicolás de la Imm. Concepción de la B.V.M., varón memorable por sus virtudes, en especial el amor a la pobreza religiosa, el cultivo de la castidad, la paciencia, la obediencia, el celo por ganar almas, amor profundo a nuestro instituto y vida ejemplar. Poseía una abundante doctrina; fue incansable maestro enseñando a nuestros jóvenes religiosos y a los de fuera todas las clases, incluidas filosofía y matemáticas. Fue prefecto, frecuente predicador, catequista, celoso promotor y director de la Congregación de a Sma. Virgen María. Permanecía indiferente cuando era nombrado o depuesto de cargos; estaba siempre dispuesto en el confesonario; era como el burrito de Cristo para los superiores. Fue el primero que llegó a la residencia de Brezno, donde sufrió mucho por la rebelión de los herejes. Editó un cancionero en latín y eslavónico. Fue un poeta elegante, autor de algunos poemas. Con los escolares y cualquier otro siempre era un ardiente trabajador por Dios, la religión y el bien del prójimo; insigne promotor de la cofradía mariana, de nuestra Orden, de la juventud, de la salvación del prójimo. En nuestra Orden y fuera de ella dejó muchos insignes discípulos, varones que sirvieron tanto a la Iglesia como al mundo”.

En el año 1682 fue capturado cruelmente por los sediciosos tokolianos, y tan pronto como recobró la libertad volvió a Polonia, donde poco después falleció en Radom con fama de santidad y doctrina, el 10 de julio de 1683.

Notas