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Conviene saber, y de esto hay muchas pruebas en el 2º Tomo, que la Sagrada Congregación de Emmos. Sres. Cardenales, propuesta para los asuntos de las Escuelas Pías, el día 18 de julio de 1645 emanó un decreto sobre que el P. José de la Madre de Dios, Superior General, debía ser repuesto en su cargo, -como lo repusieron- conservando la integridad de la Orden. | Conviene saber, y de esto hay muchas pruebas en el 2º Tomo, que la Sagrada Congregación de Emmos. Sres. Cardenales, propuesta para los asuntos de las Escuelas Pías, el día 18 de julio de 1645 emanó un decreto sobre que el P. José de la Madre de Dios, Superior General, debía ser repuesto en su cargo, -como lo repusieron- conservando la integridad de la Orden. |
Última revisión de 17:40 27 oct 2014
Ver original en ItalianoCAPÍTULO 9 Otra consideración Sobre lo dicho arriba [1646]
Conviene saber, y de esto hay muchas pruebas en el 2º Tomo, que la Sagrada Congregación de Emmos. Sres. Cardenales, propuesta para los asuntos de las Escuelas Pías, el día 18 de julio de 1645 emanó un decreto sobre que el P. José de la Madre de Dios, Superior General, debía ser repuesto en su cargo, -como lo repusieron- conservando la integridad de la Orden.
Pero, antes de que se publicara o expidiera el Breve Apostólico sobre el decreto, se impuso la autoridad de los malvados, contra aquella tan justa y santa sentencia; e insistieron tanto ante la susodicha Congregación, o mejor diré, ante el Ilmo. y Revmo. Sr. Albizzi, Asesor del Santo Oficio, que, debido a su consejo, el día 16 de marzo de 1646 el Sumo Pontífice redujo la Orden a Congregación.
Acerca de las quejas públicas en Roma, y en otras partes, de la disminución de las Artes Técnicas, y otras calumnias, aquí se podría enumerar una profundísima, larguísima y certísima respuesta; pero, en atención a la brevedad, la omito. Te pido, no obstante, a ti, lector, que consideres, y no sólo leas, las advertencias de la Compañía [de Jesús], en el Capítulo 5, sobre este punto, donde dice:
“ ¿ Qué se debe hacer con los Religiosos que, imitándonos a nosotros en muchas ocupaciones, [nos] tanto nos perjudican?
- Obsérvense los defectos por los que se afirma que otros Religiosos atienden con menos acierto aquella ocupación en que concurren con nosotros.
- Hay que actuar con más diligencia contra los Religiosos que quieren abrir escuelas para la enseñanza de la juventud, en los lugares en donde nuestra Sociedad se enfrenta con dignidad y fruto.
- Demuéstrese a los Príncipes que tales individuos serán una perturbación para la República.
- Propóngase, en Academias externas, que esos Religiosos irán a la ruina antes que nosotros.
- Sugiérase a los Príncipes que es suficiente la Compañía para instruir a la juventud.
- Si conservan cartas de recomendación de Pontífices o Cardenales, hagan que, el Príncipe actúe sobre el Pontífice, y le muestre que la Sociedad cumple bien su cometido.
- Que con los otros son de temer perturbaciones, con ocasión de diversas escuelas y maestros, tanto si son Religiosos, etc.
Por éstas y otras cosas contenidas en estos consejos, te darás cuenta, lector, qué es lo que podemos decir y concluir, y cuál fue el origen del Breve del Sumo Pontífice Inocencio X contra las Escuelas Pías.