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15.09. Esperanzas de expansión universal

Uno de los alicientes de la pactada unión entre luqueses y Escuelas Pías era sin duda la fundada esperanza de una rápida expansión, basada en el aprecio y protección de que gozaban dichas escuelas en las más altas jerarquías de Roma. Ya en el memorial preliminar, en que se suplicaba al papa la unión, se decía que el anciano Prefecto estaba 'deseoso de perpetuarlas y aumentarlas, no sólo en la Ciudad de Roma, sino incluso en todo el mundo'.<ref group='Notas'>Cf. PosCas, p.157</ref> Casani se hacía eco de esta aspiración que probablemente había oído de labios de Calasanz, Giustiniani, Bernardini, Ruzola, etc., y decía a su padre que las Escuelas Pías eran una “obra altísima y sobre todo utilísima no solo para Roma, sino para el mundo entero”.<ref group='Notas'>Ib., p.162.</ref>

Esta futura universalidad hizo comprender mejor a los luqueses la necesidad de abrir las puertas de la congregación á los 'extranjeros', es decir, a los no nacidos en la república de Luca, como tenían por norma. Esta apertura había empezado en noviembre de 1613, durante las conversaciones preliminares a la unión. Comprendieron también que las escuelas exigirían mucho personal y era necesario, por tanto, abrir un noviciado a propósito, cosa que no habían hecho todavía desde el principio de su congregación. Para ello acomodaron unas casitas y una iglesia que habían comprado en 1612 en las inmediaciones de la ‘Fontana de Trevi’, y el 21 de enero de 1 614, una semana después de la promulgación del breve de unión, se decidió oficialmente que esa casa fuera el Noviciado y se llamó de Luca al p. Domingo Tucci para rector de la casa y maestro de novicios.<ref group='Notas'>Ib., p.264; C ERRA, ‘Memorie de’Religiosi’, p.27-28. En 1624 se vendió y en su lugar fue edificado más tarde el palacio del Carpeña, (ib., p.28) que hoy ocupan desde 1932, la Academia y Galería de San Lucas (cf. TCI. ‘Guida d’Italia. Roma e dintorni’, p.263)</ref>

La institución del noviciado llenó de gozo no sólo a los luqueses, sino también a Calasanz y a los suyos,<ref group='Notas'>'Diedi questa costitutione (del noviciado) molto contento a tutti di congregatione, poichè fino a quel tempo non ci era stato novitiato formato conforme alle costitutioni' (A. BERNARDINI, o.c., p.264). Con fecha del29 de marzo de 1614 escribe Cioni a Bernardini: 'Ho sentito piacere della nuova casa del novitiato conforme alle costitutioni, e non mi pensai mai d'haver a vedere tal cosa in vita mia; sia lode sempre a Dio!, tanto più che è con gusto del Prefetto e de gl'altril> (PosCas, p.167).</ref> y a estos últimos de modo especial, pues aunque deberían formarse los futuros novicios según el espíritu y constituciones de la Congregación luquesa,<ref group='Notas'>Así lo habían acordado: 'quelli che si haveranno da ricevere da qui avanti, debbano esser ricevuti per vivere conforme alle regole e costitutioni di detta congregatione' (PosCas, p.158).</ref> no obstante, la casa se llamaría 'Noviciado de las Escuelas Pías',<ref group='Notas'>'In febr. detto (de 1614) si prese il Novitiato per le Scuole Pie in compagnia dei PP. di Santa Maria in Portico e si diceva Novitiato delle Scuole Pie' (BERRO, ‘Relación B’, p.387) 'Presero assieme una casa alla Fontana di Trevi in Roma comprandola per fare un Novitiato, dove si vestirono molti giovanetti romani… La spesa di tale Novitiato era fatta tutta in riguardo delle Scuole Pie e la compra pure fu per la maggior parte pagata dal nostro D. Gioseppe' (BERRO I, p.86).</ref> dado que su función era preparar personal para ellas. Así se expresa el P. Prefecto en una interesantísima carta, fechada el 23 de mayo de 1614, con la que contesta al marqués de Ariza, don Jaime Palafox, su amigo y antiguo camarero secreto del papa.<ref group='Notas'>Cf. cap. 10, n.12.</ref> De este noble aragonés procede la primera petición de fundación de Escuelas Pías fuera de Roma, que sepamos. Y llega a manos de Calasanz en este preciso momento en que se acaba de abrir el Noviciado, donde han sido admitidos cabalmente algunos españoles que dan a todos esperanzas fundadas de una futura expansión. He aquí un párrafo:

A tan pío deseo como V. S. Ilma. muestra por su carta de los 13 de marzo passado de que vengan a fundarse en su tierra las Escuelas Pías de Roma yo deseo corresponder con quanto affetto puedo y brevedad; han començado estos buenos padres un noviciado para criar sujetos a propósito deste santo exercitio y entre ellos se van tomando algunos spañoles los quales hazen muy buena prueva en la mortificación y spiritu y spero que con el favor del Sr. presto se podrá dilatar en otras partes'.<ref group='Notas'>EGC VIII, p.451. Ignoramos el nombre de los españoles aludidos. En la última lista de compañeros de Calasanz (acta de compra de la casa de San Pantaleón: 25 de septiembre de 1612), constaban los siguientes españoles: Juan García, Tomás Victoria, Diego López y Juan Martínez (cf. G. SÁNTHA, ‘Quattuor novi elenchi…’, p.376). De ellos, García y Victoria serán luego escolapios. De los otros dos desaparecen las huellas. García no parece que entrara ahora en el noviciado, pues todavía en 1627 iba vestido de 'prete secolare', aun viviendo en la ya Orden de las Escuelas Pías (cf. ib., p.389, n.24). Quizá pudo ser alguno de los otros tres. De otro español se habla como novicio de los luqueses en marzo de 1617, y se llamaba Tomás Duart Perera (cf. C. ERRA, o.c., p.35). Pero resultaría un noviciado insólito de tres años.</ref>

A mediados de junio le llegaron al P. Cioni rumores a Luca de que en Milán y en Pescia deseaban fundación de Escuelas Pías. En Milán se interesaba por ellas Tomás Landriani, hermano menor de Glicerio. Pero eran todavía demasiado pocos. 'Cuando quiera el Señor –decía Cioni- mandarnos hombres, no faltará modo ni lugar de emplear los'.<ref group='Notas'>PosCas, p.169. De Tomás Landriani habla Glicerio en EC III, p.1634.</ref> Y a la misma conclusión llegaba el P. Bernardini, eufórico también por las noticias que le llegaban:

Habiendo puesto buen orden en las escuelas -escribía a Luca- nuestra Congregación ha tenido ocasión de darse a conocer. Se siente despertar en diversas partes de Italia y fuera, en las ciudades más ilustres, este espíritu de las Escuelas Pías, por el gran fruto que se espera de ellas, y para entrar en otros lugares no nos falta más que hombres adecuados para llevar esta carga. Mas una vez transformada la congregación en religión estoy seguro que Dios mandará abundancia de sujetos valiosos y aptos para servirle, instruyendo en letras y piedad cristiana a estos chiquillos y haciendo de ellos como angelitos, a quienes tanto quería el Señor, como lo demuestran aquellas afectuosas palabras: Dejad que los niños vengan a mí'.<ref group='Notas'>PosCas, p.148.</ref>

Sobran palabras para ponderar el entusiasmo, el optimismo, las esperanzas y la perfecta armonía de sentimientos con que se expresan Calasanz, Bernardini, Casani y Cioni, reflejando el ambiente común de ambas congregaciones en estos primeros meses de unión. Ni se puede dudar de la sinceridad de estos sentimientos. Pero duraron demasiado poco.

Notas