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Siendo éste el principal fin del Instituto, se deberá usar toda diligencia para que las escuelas se hagan con la puntualidad y orden que se requiere. Por eso, el P. Rector procure que en ellas se lean los libros, no sólo de buenas costumbres, sino ejemplares, de los que los alumnos puedan sacar provecho; y que se aprenda la Doctrina Cristiana del Cardenal Belarmino. Según la cantidad y la calidad de los alumnos, divida las escuelas y clases, poniendo a cada uno donde sea apto; por eso, deberá haber muchas clases para dar satisfacción a todos. Advierta que no se reciban escolares que no tengan la edad de siete años al menos; y que las puertas de las clases no tengan salida a calle pública, sino dentro de casa, o al patio; y cada día, después de las clases, hagan que los alumnos oigan en nuestra iglesia la Misa, a la que asistirá el Prefecto, o más Padres, según lo requiera la necesidad, para que la oigan con la debida atención y devoción. Los días de fiesta, es decir, todos los domingos del año y las fiestas de primera clase, los mandarán ir a la Congregación y al Oratorio, los cuales, cuando sea posible, estén separados de las escuelas. | Siendo éste el principal fin del Instituto, se deberá usar toda diligencia para que las escuelas se hagan con la puntualidad y orden que se requiere. Por eso, el P. Rector procure que en ellas se lean los libros, no sólo de buenas costumbres, sino ejemplares, de los que los alumnos puedan sacar provecho; y que se aprenda la Doctrina Cristiana del Cardenal Belarmino. Según la cantidad y la calidad de los alumnos, divida las escuelas y clases, poniendo a cada uno donde sea apto; por eso, deberá haber muchas clases para dar satisfacción a todos. Advierta que no se reciban escolares que no tengan la edad de siete años al menos; y que las puertas de las clases no tengan salida a calle pública, sino dentro de casa, o al patio; y cada día, después de las clases, hagan que los alumnos oigan en nuestra iglesia la Misa, a la que asistirá el Prefecto, o más Padres, según lo requiera la necesidad, para que la oigan con la debida atención y devoción. Los días de fiesta, es decir, todos los domingos del año y las fiestas de primera clase, los mandarán ir a la Congregación y al Oratorio, los cuales, cuando sea posible, estén separados de las escuelas. |
Última revisión de 17:41 27 oct 2014
Ver original en ItalianoCAPÍTULO 31 Del modo uniforme Que se debe observar en las Escuelas
Siendo éste el principal fin del Instituto, se deberá usar toda diligencia para que las escuelas se hagan con la puntualidad y orden que se requiere. Por eso, el P. Rector procure que en ellas se lean los libros, no sólo de buenas costumbres, sino ejemplares, de los que los alumnos puedan sacar provecho; y que se aprenda la Doctrina Cristiana del Cardenal Belarmino. Según la cantidad y la calidad de los alumnos, divida las escuelas y clases, poniendo a cada uno donde sea apto; por eso, deberá haber muchas clases para dar satisfacción a todos. Advierta que no se reciban escolares que no tengan la edad de siete años al menos; y que las puertas de las clases no tengan salida a calle pública, sino dentro de casa, o al patio; y cada día, después de las clases, hagan que los alumnos oigan en nuestra iglesia la Misa, a la que asistirá el Prefecto, o más Padres, según lo requiera la necesidad, para que la oigan con la debida atención y devoción. Los días de fiesta, es decir, todos los domingos del año y las fiestas de primera clase, los mandarán ir a la Congregación y al Oratorio, los cuales, cuando sea posible, estén separados de las escuelas.
Cámbiense también las horas según los tiempos. En las clases estarán dos horas y media por la mañana, y otras tantas por la tarde, después de comer. Las órdenes que deban recibir los alumnos, como también los libros de lectura, ténganse públicamente expuestos. Una vez a la semana se tendrá la exhortación a todos los alumnos en un lugar capaz, donde uno delegado para esto los instruya en el temor de Dios y en las virtudes Cristianas.
Será también obligatorio hacer que se confiesen y comulguen una vez al mes.